En Venezuela tenemos que resignarnos a dictatoriales disposiciones del capitalismo salvaje, que en su afán de lucro prostituye por razones de negocios, actividades deportivas, debido a la competencia mercantilista en las transmisiones, circunstancia aún más estricta en un evento como el mundial de fútbol cada cuatro años. Los aficionados al balompié en nuestra nación, debemos soportar desacertadas decisiones de las televisoras, que por imponer el capitalismo salvaje, si no compran el paquete completo de cubrir los 64 partidos la FIFA no da derecho a presentar en vivo sino la mitad o menos de los cotejos, así sea que el colectivo televidente clame por ver los encuentros, obligándonos a que prive el pago de la TV por cable.
Observamos un mundial chucuto, y en el caso de una televisora que defiende intereses de una empresa cervecera poderosa, es peor, pues engaña a sus televidentes. En las calles he oído gente que no tiene TV por cable decir, "ññññññoooo esos de la TV si son brutos, nos transmiten el mundial chucuto, no presentaron tal juego y nos embarcaron". Lo aclaro pues mi intención no es insultar o descalificar al medio, sino indicarlo a manera de crítica constructiva, englobando en el reclamo a ciudadanos de las colonias europeas, que son numerosos y tienen nutrida descendencia nacida en Venezuela. Por cierto, el fútbol es una disciplina que se ha agigantado en las últimas décadas en esta nación, esencialmente amante del béisbol.
Aprobado que, hasta en el deporte las garras del capitalismo salvaje anteponen intereses crematísticos, a la consideración ciudadana, lo que me trae a la memoria a Rosa de Luxemburgo, teórica marxista de origen polaco judío, quien vivió entre 1871 y 1919, autora de la famosa frase "socialismo o barbarie". También vale evocar expresiones similares de Albert Einstein, a quien el mundo le agradece la teoría de la relatividad, sabio que hizo parecidas consideraciones, favoreciendo la teoría socialista. Como titulamos este trabajo, el capitalismo salvaje en sus reglas no respeta ni al deporte.