A nuestros atletas se les dificulta lograr que los aparten de la mezquindad comunicacional, debe dolerles en el alma que, en lugar de reconocer sus esfuerzos al lograr triunfos merecidísimos a nivel internacional, éxitos frecuentes en los últimos 20 años como nunca antes en nuestra historia deportiva, en periódicos especializados a informar del deporte les dan pocos centímetros en la primera página, minimizan titulares y reseñas en forma avara y sórdida.
El 7 de septiembre 2022 la Federación Mundial de Karate publicó el ranking de la disciplina, la venezolana Yorgelis Salazar ascendió al puesto número uno de la categoría -50 kg., primera vez que la joven de 24 años oriunda de Ciudad Guayana, logra imponerse como la mejor del mundo en su división. La guayanesa consiguió medalla de oro en el K1 Premier League y concretó en el 2020 esa actuación decisiva para estar liderando hoy en 2022 en su disciplina.
Fue una de las mejores actuaciones de un karateca venezolano la del 2020 al obtener la medalla de oro en la Premier League en Bakú capital de Azerbaiyán, en 2022 ha obtenido medalla de plata en los Juegos Mundiales Birmingham, Inglaterra, dos medallas de plata en los Bolivarianos de Valledupar, Colombia y medalla de bronce en la Premier League Rabat capital de Marruecos.
Las palabras pronunciadas por la venezolana me conmovieron y por eso la traigo a estas "ácidas" tornándolas crítica constructiva, que plasme el tratamiento egoísta de cierta prensa opositora nacional. "Quisiera decir tantas cosas, pero nada sería suficiente para expresar lo que llevo dentro en este momento. El mundo algún día conocerá mi historia, de dónde vengo y todo lo que me ha costado llegar hasta aquí", manifestó Yorgelis en su cuenta de Instagram.
"Luchen, crean en ustedes mismos y, aunque el camino sea difícil tengan paciencia y sean fuertes, porque todo llega cuando tiene que llegar. Pero hay que estar preparados para aprovechar la oportunidad" afirmó la joven Yorgelis. Coyunturas en el campo deportivo multiplicadas con creces por quienes representan con dignidad a nuestra patria, gracias al bien pensado apoyo revolucionario oficial a pesar del indeseado comportamiento periodístico.
Lo nuestro tiene para algunos, menos importancia que dar relevancia a eventos internacionales en futbol y beisbol, sin destacar mejor el merecido apoyo a los ocasionales éxitos de mayor jerarquía alcanzados internacionalmente por venezolanos. Mientras redactaba sobre Yorgelis ocurrió que la extraordinaria negra consentida del atletismo mundial, nuestra Yulimar Rojas obtuvo el bicampeonato de la liga diamante y en su contagioso acostumbrado entusiasmo al expresarse, Yulimar hizo algo similar a la otra gran triunfadora Yorgelis.
La velocista atleta máxima del salto triple afirmó sentirse muy feliz y agradecida, tras consagrarse nuevamente en el salto triple, evento celebrado en la ciudad de Zúrich, Suiza. "quiero agradecerles por todo el amor que me envían, tenemos un nuevo diamante. ¡Gracias a todos por formar parte de esto! ¡Estoy muy feliz!», escribió la criolla en su cuenta de Twitter. En el video la medallista olímpica señala "Hola a toda Venezuela. Hemos conseguido el diamante. Ha sido una gran competencia y espero que toda Venezuela lo haya visto y lo esté celebrando conmigo. Un beso y un abrazo a todos".
Yulimar se alzó en la primera posición con un salto de 15 mts. 28 cms, para liderar la competencia y coronarse como bicampeona. Esta vez derrotó a competidoras de Ucrania, Jamaica y EE UU que alcanzaron las demás posiciones inmediatas, ninguna de ellas logró los 15 metros en el salto triple, y a la segunda Yulimar le sacó 32 centímetros de ventaja.
Son cicateros de la información, esos que ahorran palabras hacia triunfos que puedan emocionar al país, no consideran nuestros triunfos mundiales que hagan sentirnos orgullosos, honrados, inmodestos y hasta vanidosos, la defensa de la patria no les entra en la sesera de negación permanente a esos comunicadores que si exaltan actos opositores si ocurren en escenarios deportivos, quizá para disimular los chascos exhibidos en espantosa conducta salvaje.