¡No mas guarimbas! Estamos obligados a desenmascararlos y detenerlos

El pasado jueves 11 de agosto amaneció Maracaibo trancada por los cuatro costados en virtud de una acción de viejos dirigentes sindicaleros adecos del gremio del transporte, algunos de los cuales pude reconocer como viejos cabilleros, analfabestias y cobradores de peaje de la CTV. Las voceras y voceros de Consejos Comunales que deseaban asistir a unas conferencias que dictaríamos esa mañana en el auditorio del Banco Central de Venezuela con motivo de la Semana de la Amistad Cubano-Venezolana, se encontraban secuestradas en sus barrios por causa de estos desalmados.

De poco les sirvió porque todas y todos llegaron por su cuenta y riesgo de modo que la celebración fue un rotundo éxito. Pero ese no es el punto. El punto es el secuestro de la semántica, la impostura del discurso de estos arrastrados de siete suelas y nuestra incapacidad para la respuesta. Vociferaban consignas de libertad y democracia estos rancios pupilos del “Fundador y padre de la democracia” Rómulo Betancourt. Veamos el calibre de la desvergüenza:

Conocedor de esa tal “Democracia” por haberla sufrido y combatido a lo largo de muchos años, se me ha ocurrido desempolvar algunas de las luminosas páginas escritas por el “fundador y padre de la democracia venezolana” con la confesada intención de ver cuáles fueron las fuentes cristalinas de humanismo en las cuales abrevaron estos miserables remedos de dirigentes sindicales. Así que veamos cuales fueron algunas de estas acciones democráticas de pureza inmaculada en el mismo primer año de gobierno del “brujo de pacairigua”

A raíz de la juramentación del “padre de la democracia” ante el Congreso Nacional, su primera acción de trascendencia social fue eliminar el Plan de Emergencia, instrumentado por Larrazábal para atenuar la crisis económica y de empleo de los sectores populares luego del 23 de enero de 1958. Pero veamos la estrategia del demócrata irreprensible para tomar esta medida sin sobresaltos.

El día 4 de agosto de 1959, suspendió todo derecho a reunión pública mediante Decreto N° 107 y en el mismo día y acto, promulgo el Decreto N° 108 eliminando el mencionado Plan. Con tal motivo se registraron algunas reuniones de pueblo las cuales fueron violentamente reprimidas con centenares de presos y varias personas muertas a balazos por la policía de la democracia, ese mismo día y para sellar las acciones represivas se dirigió al país expresando: “En el curso del día de hoy se han producido en la ciudad de Caracas motines promovidos por individuos descalificados…digo categóricamente que se trata de actos promovidos por gente sin responsabilidad política, ni sindical y por tanto intolerables”. Más adelante manifestó: “Debo ser enfático al decir que el gobierno no tolerará paros, y que no se limitará en el futuro a declararlos ilegales, sino que a sus promotores se les aplicarán las disposiciones punitivas pautadas en las leyes de la República. Así como el gobierno no tolerará que un empresario clausure su fábrica o su empresa, tampoco lo tolerará cuando la actitud provenga de los trabajadores”  Supongo que en esta fuente aprendieron estos mariposones esperpénticos a “encabezar una manifestación para sacar al delincuente de Miraflores” o quizás sería en esta doctrina democrática en la que aprendieron a paralizar durante 64 días la industria petrolera y otras industrias productoras de bienes y servicios de primera necesidad.

Esta misma actitud fue sostenida por Betancourt a lo largo de los siguientes días y semanas contra lo que en su peculiar administración del verbo llamaba: “la fauna de añoradores del paraíso perdido el 23 de enero de 1958”, reprimiendo a plomo limpio todo intento de reunión o manifestación política. El 21 de enero de 1960 fueron detenidos y salvajemente golpeados 23 civiles acusados de reunirse ilegalmente para “conspirar” contra el gobierno nacional. Ese mismo día se dirigió a la nación llamando a los jóvenes de su propio partido “cabezas calientes” y en esa misma exposición al referirse a las medidas de seguridad tomadas para resguardar el orden y la ley, expuso: “Contra este bandidaje ya no cabían medidas civilizadas. Y por eso se impartieron a las Fuerzas Policiales y a las Fuerzas Armadas de Cooperación (Guardia Nacional) para que dispararan, y no al aire, contra cualquier persona o grupo de personas que se localizase en el momento de lanzar o depositar explosivos (bombas molotov) en cualquier sitio de la ciudad. No se ha encontrado a nadie con las manos en la masa, pero debe quedar claro ante el país que las órdenes impartidas continúan… La orden es esta: sobre quien sea ubicado por un cuerpo armado lanzando una bomba (molotov) se aplicará la última ratio de una descarga”.

¿Qué sería de esta gente si sus GUARIMBAS se las hubiesen hecho al Padre de la Democracia?, ¿Qué habría pasado si en sus marchas en lugar de enfrentar, escupir, disparar, apedrear, lanzar molotovs, quemar chaguaramos, incendiar el Guaraira, amén de otras perlas, se hubiesen encontrado con las democráticas Fuerzas Armadas de Cooperación de aquella “democrática” época en lugar de la cruel, asesina y represiva Guardia Nacional Bolivariana de la actual dictadura del régimen?

Todas y todos lo sabemos. No pienso que debamos ser como ellos pero si estoy persuadido de que ser revolucionario no es ser pendejo.

¡CON LA VERDAD VENCEREMOS!



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Martín Guédez


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