Para mí no es sorprendente que el despliegue de los movimientos sociales de la capital, esté motivado por una marcha campesina que viene desde Guanare. ¿Conmoverá a Caracas? Lo cierto es que ha conmovido pueblos por donde viene cruzando ¿Por qué no una marcha de los obreros petroleros, de los siderúrgicos? La respuesta merece una investigación seria. Me atrevo a adelantar, como una, entre otras hipótesis, que el peso de la burocracia sindical en esos sectores es muy marcado y es un freno.
Parece que en las áreas campesinas ese peso es mucho menor. Parece que el peso de la cultura petrolera, del consumismo y otros males culturales, pesan menos en el campo que en las grandes ciudades. Pero este es un tema de debate que los heroicos marchistas han puesto sobre el tapete, principalmente sobre la base de su práctica y no sólo sobre el discurso que vienen sosteniendo, que se va profundizar y radicalizar en la medida que la marcha avance y la conciencia clasista continúe madurando. No es secundario el hecho del gran número de líderes sociales campesinos que han venido siendo asesinados.
La movilización campesina podría significar un juicio a los más de 18 años de agricultura impulsada por el chavismo y a quienes la han dirigido, es decir, a los ministros y altos funcionario y a ministerios afines como el de alimentación. ¿Por qué seguimos dependiendo de las importaciones de caraotas, azúcar, arroz… incluso para las cajas Clap? Productos que llegamos a exportar.
La ANC debe ocuparse de esto y llamar ante ella a los responsables para que den explicaciones. Incluso, hubo un anuncio del presidente de la república sobre la importación de toneladas de semillas de caraotas para una siembra que nos permitiría resolver el consumo interno e incluso exportar. De ser cierta esta noticia, ¿qué pasó con esa importación? ¿Dónde están los cultivos, los sacos de caraotas que deberíamos estar consumiendo?
En documentos que he recibido de los marchistas se afirma: “Ya basta, es el momento de hacer los cambios que nos permitan avanzar… Sentimos que muchos representantes del gobierno están jugando al fracaso”.
La “marcha admirable” ha comenzado a hacer historia y yo creo que puede ser un principio del retorno del pueblo a la calle, no sólo para hacer campañas electorales. Nos atreveremos a organizar una nueva “Campaña Admirable”, emulando la que organizó nuestro Liberador, Simón Bolívar, en 1813, que saldría pacífica y cívicamente desde todos los rincones de Venezuela para liberar al gobierno bolivariano, respaldar al presidente Maduro, poniendo miles de hombres y mujeres en Caracas, contra la intervención imperial, de la oligarquía neogranadina y la derecha incrustada en el gobierno.
Con todas las fuerzas patrióticas que puedan unirse en torno a consignas antimperialistas y por la defensa de la patria ¿Nos atreveremos a organizar la nueva Campaña Admirable, también como homenaje a ese gran hombre llamado Simón Bolívar, cuya fecha de nacimiento estamos celebrando? Una campaña que tratará de consolidar la independencia y soberanía nacionales, cuyas bases fueron establecidas por nuestro libertador. Independencia y soberanía que fortalecerían los procesos de unión e integración latinocaribeñas, hoy amenazada por la ofensiva imperial en connivencia con las clases dominantes neocoloniales, neoliberales de nuestra región.
Vamos a dialogar urgentemente sobre esta posibilidad pues la amenaza imperial también puede ser enfrentada con un pueblo en la calle defendiendo la Constitución Bolivariana para rescatar y profundizar la revolución. Su primera tarea sería derrotar la guerra de precios, crear nuevas opciones para el transporte, la salud, las medicinas, la energía… en unión cívico-militar pacífica, pero dispuesta para la batalla en cualquier terreno. Combinando la acción diplomática, con la producción, la educación y levantando los valores espirituales interreligiosos e interculturales, que son el sustrato de nuestro pueblo, que logrará romper el silencio y abrir una nueva etapa del proceso bolivariano, fundada en el poder popular y siguiendo el mandato del Presidente Chávez: “comuna o nada”.
En esta nueva Campaña Admirable, sin duda, además de los trabajadores del campo, tendrán una destacada participación los trabajadores de las ciudades, los profesionales, los estudiantes y todos los jóvenes. Estos, los jóvenes deberán tratar de emular a los jóvenes de 1814, en la batalla de La Victoria y guiarse por la directiva de José Félix Ribas: En esta jornada que será memorable, ni aun podemos optar entre vencer o morir: ¡necesario es vencer! ¡Viva la República!
La oligarquía venezolana, iniciándose el siglo XXI, cuando, comenzaron a darse los primeros combates, que tienen una primera culminación en el paro-sabotaje-golpe de Estado petrolero, de 2002-2003, empezó a llamar al pueblo chavista, plena de miedo ancestral, “hordas chavistas”. Bueno, ese pueblo que reiteradamente ha dado lecciones de educación política, de profunda conciencia revolucionaria, de nuevo sabrá demostrar que está a la vanguardia de las luchas sociales, no sólo en Venezuela sino en la región latinocaribeña. Los blancos “criollos”, oligarcas de la colonia, ayer subordinados a España, que persiguieron a nuestro libertador Simón Bolívar, que la oligarquía neogranadina trató de asesinar, esa oligarquía bogotana-caraqueña, hoy, sometidos a Donald Trump, como agente de la cúpula imperial mundial, racista, xenófoba, es quien se ha convertido en verdadera horda, salvaje, cuando quema personas vivas y práctica diversas formas de asesinato.
El pueblo chavista debe darle nuevas lecciones de luchas políticas pacíficas, transformadoras. Ese pueblo está alcanzando otros niveles de educación y será quien llevará adelante y profundizará, unido a los científicos y académicos patriotas, la gran revolución científico-técnica que la República Bolivariana necesita.
Hoy, cuando se celebran 42 años del asesinato de nuestro hermano, el héroe de la patria, Jorge rodríguez, él nos estará inspirando en la organización y desarrollo de la nueva Campaña Admirable