De la "Venezuela potencia" han hablado muchos funcionarios públicos y, básicamente, fue un término que comenzó a sonar en los espacios discursivos de la politiqueria hace ya veinte años.

Pareciera no ser mucho "veinte años" para emprender un proyecto nacional pero China en el mismo lapso y como nacion ha hecho muchas transformaciones avanzadas que en nada se compara a los últimos veinte años de particularidad venezolana.

Quienes desde las altas esferas de la política han comentado sobre la "Venezuela potencia" quizás no tengan en claro los objetivos, ni las estrategias, ni el propósito para hacerlo pues no se observan ni políticas, ni incentivos, ni acciones concretas, reales o sinceras destinadas a cumplir con lo que anuncian.

Según los últimos "Censos agrícolas", que en Venezuela se realizaban cada diez años, en el pais se disponen de más de treinta millones de hectáreas con vocación agrícola; de allí que, indiscutiblemente, el sector agrícola posee un recurso fundamental y valioso para contribuir con la dinámica económica nacional y/o el Producto Interno Bruto.

El Presidente, la Vice presidenta y casi todos los Ministros hacen un llamado sobre la necesidad de diversificar el modelo económico y rentista basado en la explotación petrolera.

Esos llamados y esas exhortaciones en poco contribuyen si no se establecen las bases fundamentales para orientar tales llamados.

Si se desconocen los objetivos fundamentales, los estudios de prospección, los estudios de mercado, los rubros potenciales, las tecnologías disponibles o necesarias; muy difícil será que la iniciativa privada, sobre todo la agrícola, pueda acompañar estas ideas iniciales que emanan desde los altos dignatarios.

En materia agrícola, animal y vegetal, es mucho lo que Venezuela puede ofertar.

Quienes somos egresados de las universidades conocemos que en cierta medida tales estudios existen y que pasan a ser un valor agregado que actualizados y fortalecidos o enriquecidos por otros en mucho pueden aportar para lo que constituye un gran reto nacional; además de imperiosa necesidad.

Necesariamente, deben considerarse las alianzas políticas y económicas de Venezuela para que estudiados los mercados de aquellos países ("socios y aliados" al decir de la diplomacia occidental) se conozcan las oportunidades en donde puede participar el sector agrícola venezolano.

Mucho se repite en lenguajes discursivos del "ejemplo Chino" en lo que respecta a la reduccion de los niveles de pobreza de su población y su definitivo enrumbamiento económico en el contexto mundial, pero no consideran nuestros burócratas que para que aquella nación se desarrollase fue fundamental que se establecieran las bases o las líneas estratégicas dictadas por el alto gobierno.

El unico sector que puede sumar aportes significativos después del sector petrolero, salvando las distancias, es precisamente el sector agrícola, por varias razones:

Suficiente disponibilidad del recurso suelo.

Una larga tradición y/o vocación agrícola.

Abundancia de recursos hidricos.

Una diversidad de condiciones agroecologicas propicias para propuestas diferenciadas.

Una relativa estabilidad climática no propensa a heladas, huracanes u otros factores climáticos intempestivos.

Disponibilidad de diversidad de recursos humanos, de tipo profesional, expertos académicos y egresados de universidades meritorias, potencialidad en recursos fitogeneticos nativos, entre otras.

En resumen, el cambio contributivo para reducir la vulnerabilidad de nuestra economía, exclusivamente, rentista y el hecho cierto que significa considerar al sector agrícola para avanzar hacia una economía mixta dependerá de la claridad que muestren los dirigentes nacionales; y puedan ver las fortalezas de la Nación, así como las oportunidades que necesariamente los dirigentes del País puedan vislumbrar en los nuevos mercados internacionales de cuyos países se hacen llamar aliados.

Los profesionales del agro, sus gremios y sin duda que las Universidades son los mejores aliados; con quienes con toda seguridad cuenta el país.

Solo basta conocer realmente qué tan serias y responsables son los llamados de nuestros gobernantes para emprender acciones que apuntalen al sector agricola privado venezolano para la concreción de ese logro tan urgente y necesario.