Con el ajuste que aprobó el Presidente Maduro = 50% a partir de enero-2017 sólo benefició al patrono privado, habida cuenta de que el monto actual con dicho ajuste incluido apenas llega a Bs.F 40.000/mes lo que deja al salario mínimo (sm) a un nivel abismalmente por debajo del precio de la cesta básica, y esto es inconstitucional y no sólo perjudica al trabajador de la empresa privada, sino también a los jubilados y pensionados que tienen estas reivindicaciones tasadas por ese sm.
Sabemos que la culpa es de la propia empresa privada, pero sería aconsejable que el Presidente vaya estudiando dejarle a esa misma empresa privada la fijación del salario, y respetar todo lo concerniente a salarios a las relaciones obrero-patronales. El Estado se reservaría vigilar y determinar las condiciones de los sitios de trabajo.
Hasta ahora, la regulación del salario mínimo ha estimulado al patrono a la suba de precios sin freno alguno, lo que perjudica a todos sus trabajadores. Este salario mínimo definitivamente es competencia de la empresa privada y no debemos confundir las remuneraciones burocráticas del servidor público con las remuneraciones salariales.
Si a ver vamos, los funcionarios públicos no reciben salarios mínimos porque sencillamente no son asalariados. Los ajustes que debe hacer el patrono a los salarios de sus trabajadores siempre tienen el respaldo del plusvalor que el trabajador les deja a diario, pero ese patrono carga como coste de producción dichos incrementos salariales para luego rescatarlos del consumidor.
De manera que todos, absolutamente todos, los beneficios salariales del trabajador privado terminan financiándolos o cargándolos sobre sus hombros los mismos trabajadores en su condición de consumidores. En cambio, el gobierno se ve obligado a reducir los ajustes salariales por cuanto las pensiones y jubilaciones, ahora se tasan al salario que, además de mínimo se halla muy minimizado.
Pensamos que cuando el patrono se vea obligado a negociar con sus trabajadores el montos del salario mínimo ya no le serán tan fácil ni conveniente seguir elevando los precios de la cesta básica porque necesariamente se le traducirán en reclamos de parte de sus mismos trabajadores y in excusa alguna para endilgarle al gobierno la culpa de dicha suba de precios.
Si el gobierno deja en manos privadas la fijación del salario mínimo, con precios que dejen de subir y hasta bajar de monto, el gobierno podría mejorar el monto de las pensiones y jubilaciones.
P.D.: Estimado Señor Gobernador de Carabobo,
opte
por dotar de canchas deportivas a muchos liceos privados de Valencia que carecen de ellas.