El dúo BCV y Asamblea Legislativa

El Estado entrega billetes a la banca privada y ésta se los presta onerosamente.

Las decisiones del Banco Central de Venezuela se hallan por encima del Poder Ejecutivo, pero no así por encima del Poder Legislativo. Toda una autonomía de 2 poderes, uno político y otro económico, capaces de enfrentar las posibles inconveniencias de un Poder Ejecutivo rebelde frente a aquellos, autonomía que quedó anidada en la presente Constitución heredada de la IV República y la suya de 1961.

En la Deuda Pública Nacional suele aparecer la posibilidad de que ella se contraiga con la banca privada nacional. Entonces, el Estado queda endeudado con su propia moneda que no le costó nada a esa prestamista.

Cualquier la mala conducta de la banca privada queda amparada por el mismo BCV y el Poder Legislativo que sea ajeno a los intereses del Poder Ejecutivo.

Tales curiosidades financieras desembocan en una fea realidad: que desde hace muchas décadas el papel del banco central ha sido servirle a la burguesía en general, fabricantes, intermediarios y particularmente a los financistas asociados en bancos.

Así, púes, de poco sirve la supuesta autonomía y "superioridad" del Poder Ejecutivo. Esto lo hemos visto, lo estamos sufriendo.

Para colmo de males, el BCV sólo está obligado a rendirle cuentas al Poder Legislativo. He aquí una explicación de su pasividad ante los desmanes e irregularidades que presenta esta institución, según lo recoge el Art. 319 (CRBV).



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Manuel C. Martínez


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