Definitivamente el madurismo es una cúpula sin ideas. La bradifrenia es el signo que les caracteriza. De hecho, sus "teóricos" deberían inventar un equivalente al premio Nobel, porque si son tan efectistas para inventar cualquier cantidad de organismos paralelos, en especial, alcaldías y gobernaciones que no les son afectas, les sugiero que vayan creando un país paralelo, pero sólo para ellos, porque la realidad que vive la inmensa mayoría del país está sumido en la más profunda crisis resumida en dos palabras: hambre y miseria.
Y es que el anuncio realizado por Nicolás Maduro, en el cual por cierto deja en evidencia la violación constitucional al principio de autonomía del Banco Central de Venezuela (BCV), al no ser éste órgano quien anuncia los cambios en política monetaria, sino el soberbio, prepotente y egocéntrico mandatario nacional, sobre el hecho de que tendremos un "nuevo cono monetario" a partir de junio, lo cual además deja como un hecho que los resultados de las elecciones "presidenciales" para el 22 de mayo ya tienen las cifras digitalizadas en el "mejor y más seguro sistema de votación electoral del mundo".
El madurismo ha inventado una forma muy peculiar para seguir engañando a la población. Ahora reedita la reconversión monetaria que se hizo del otrora bolívar fuerte, cuando se eliminaron tres ceros a la moneda nacional, cuya debacle inicial había comenzado con la devaluación de 1983. O sea, que cuando Chávez realizó el proceso de eliminar tres ceros al bolívar, necesitó que transcurrieran 24 años para que se hicieran inviables las operaciones financieras. Ahora bien, para el autodenominado "hijo de Chávez", sólo le bastó una década (11 años exactamente) para enterrar la reconversión de su padre, y ahora colocarle un nombre que termina por humillar a Bolívar como Libertador, cuando irónicamente lo llama "bolívar soberano".
Y preguntamos: ¿"soberano" de qué? ¿Será que por arte de magia van a aparecer los alimentos, las medicinas, las autopartes, los repuestos y los insumos que necesita el país para ser una nación auténticamente soberana y productiva? ¿Será que en lo sucesivo, los venezolanos seremos "soberanos" con nuestros salarios o ingresos para vivir dignamente?
O por el contrario, esa "soberanía" seguirá siendo un espejismo al ver que no podemos importar los insumos necesarios para reactivar años de destrucción de nuestra economía, incluyendo el declive de producción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que se encuentra en los más bajos de su historia contemporánea. Es decir, pretende Maduro seguir engañando al pueblo, mientras observamos que los anaqueles no sólo continuarán vacíos, sino que se agudizarán los problemas sociales, cuando por ejemplo, decida aumentar el precio de la gasolina hasta niveles internacionales, tal y como lo han propuestos sus asesores y expertos petroleros "constituyentistas"¹.
De verdad piensa Maduro que vamos a creerle que con otra "reconversión" monetaria, va a detenerse la inflación, incluyendo una impuesta comercialización que su gobierno piensa aplicar de manera dictatorial con el uso del "Petro" en la compra de bienes y servicios, mientras la inmensa mayoría apenas si puede comprar un kilo de queso con el salario mínimo. ¿Acaso va a imponer el Petro en los espacios en donde han entregado el mal llamado arco minero a transnacionales donde que explotan de manera inmisericorde los recursos de la mayor biodiversidad del planeta, los mineros viven en condiciones infrahumanas, expuestos a cualquier tipo de enfermedad como el paludismo o la tuberculosis, y en cuya zona geográfica lo que impera es el uso del efectivo por todas partes o en su defecto dólares o euros?
Por cierto, por allí hay unos cuantos desesperados porque comiencen los últimos 10 días de Maduro. Sólo les digo ¡No se afanen! ¡Duerman tranquilos²! Creo que en vez de preocuparse por mis "pronósticos" deberían estar preocupados por lo que hace Maduro, quien desde 2013 viene asegurando desde entonces que en cada año "viviríamos" el período de la "recuperación económica", y lleva casi seis años de fracaso en fracaso
Maduro nos sigue viendo la cara de pendejos. Por lo pronto, sus recientes anuncios "monetarios" sólo han terminado por convertir a Bolívar en bazofia histórica al ver desangrado su concepto de libertad y fortaleza para América del Sur y el resto de la humanidad. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea
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