Un avalúo profesional nos lleva a la convicción de que hasta ahora el mercado sigue en ofensiva eficiente, mientras el gobierno sigue sin contar con un plan económico capaz de contrarrestar dicho mercado.
El gobierno cuenta, ciertamente, con el llamado Plan de la Patria y los patriotas, pero este es un plan político a largo plazo que requiere implementación y el debido acompañamiento de soluciones inmediatas y contundentes-eficientes, no tentativas-al problema de regular una economía que dada día se desprende más de cualquier injerencia estatal.
Mientras la empresa privada tiene como adeptos suyos a los asalariados, el gobierno, a lo sumo, sólo cuenta con algunos funcionarios públicos y gente socialista. Son muy pocos los asalariados sumados a los patriotas.
Así es la Economía burguesa que no sólo tiene los medios de producción, sino a sus ejecutores
El caso es que una lucha política sin poder económico no funciona, de allí que la economía tienda a estancarse y el malestar social a crecer inevitablemente, porque el Estado, que carece de poder económico sobre los principales centros económicos, banca, fábrica y canales de distribución comercial, y no contrata asalariados-sólo tiene funcionarios públicos en buena parte cuadrados con la antirrrevolución, tampoco funciona con eficacia; sus tentativas estarían destinadas al fracaso porque el poder económico se refiere a la propiedad de los medios de producción principales y con trabajadores a quienes se les pueda cesantear al menor indicio de incumplimiento de sus funciones y se muestre desleal con su patrono.
Mientras los asalariados son fieles al patrono privado, los empleados públicos se burlan descaradamente del Estado empleador.