Definitivamente Nicolás Maduro y la cúpula de su equipo de panegiristas, en especial del llamado equipo económico, sólo sirven para hablar bazofia política, y tratar de seguir ganando incautos mientras el país continúa sumido en la más profunda sima, que nos ha llevado a la destrucción agrícola, petrolera, de servicios públicos (electricidad, agua, transporte), educación, salud, y por si fuera poco, todo ello envuelto con una terrible escasez de alimentos y medicinas que se mueven bajo el aumento implacable de precios de una hiperinflación, que según diversos analistas e instituciones financieras llegará al 1.000.000% para finales de 2018.
De hecho, resulta muy curioso que el presidente de la "plenipotenciaria, omnipotente y supraconstitucional constituyente" haya preferido irse a transmitir su programa de "Con el mazo dando", máxime cuando Maduro le pide a todo el pueblo de Venezuela la "participación" en este "programa económico", pero quien según representa o debería representar la "máxima instancia" de la República hasta brilló por su ausencia, incluso en forma de videoconferencia, donde tampoco estaba el Superintendente del Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat), lo que también comprueba que la fractura y fragmentación del madurismo, aunque intenten disimularlo es cada vez más incuestionable.
En tal sentido, Maduro comenzó su verborrea de peste política y económica diciendo que el nuevo valor del "bolívar soberano", el cual fue pospuesto por segunda vez de su fecha de "circulación inicial", estará anclado al valor del "petro", una "criptomoneda" que además de no tener ninguna referencia internacional, -ni siquiera en los países aliados del madurismo como Cuba, Bolivia, Nicaragua, Rusia y China-, tampoco es empleada para el cobro de viáticos de los funcionarios maduristas. Es decir, ese petro no funciona ni para que Delcy Rodríguez o Jorge Arreaza paguen sus hoteles, restaurantes o "compras socialistas" en el exterior.
Otro barbarismo que habló Maduro fue la eliminación de cinco ceros a la moneda actual, no por lo que implique esa medida desde el punto de vista financiero, sino imaginando que esa supresión monetaria va a detener la hiperinflación, sobre la que curiosamente nada dijo en cómo sería atacada con su "plan económico". Esa medida de eliminar los cinco ceros, lo único que comprueba es que el otrora "bolívar fuerte", quedó convertido en polvo cósmico desde el punto de vista monetario, y también deja evidencia que al aplicar la instauración de otra estructura de monedas y billetes, precisamente sin detener la hiperinflación, es obvio, que su valor real quedará pulverizado tanto o más de lo que una vez fue el "bolívar fuerte", al punto que esas nuevas monedas y billetes podemos considerarlos que serán parte del juego de monopolio en los próximos meses.
O sea, podemos decir que el "bolívar soberano" murió al nacer, porque no tiene sistema de cambio en moneda extranjera. Es más, no tengo dudas en que la bienvenida que dará el mercado paralelo del dólar a ese "bolívar" será un precio que superará las ochos cifras en el corto plazo. Verbigracia, el valor del dólar será mayor en Bs. 10 millones de "bolívares fuertes" por dólar, - o Bs. 100 de la nueva moneda - días después que finalmente entre en el mercado monetario, lo que quiere decir, que si el madurismo pretendía que la escasez de efectivo podría acabarse con esta "nuevo cono monetario", por el contrario, el problema se va a complicar al eliminar de facto el anterior conjunto de billetes.
En relación con lo anterior, es fácil suponer, que habrá otro incremento de "salario mínimo" antes de la entrada en circulación del "bolívar soberano", pues Maduro y su equipo de "eruditos económicos", - no me queda ninguna reserva - llevarán esos ingresos hasta los Bs. 10 millones en el próximo "aumento presidencial", para disfrazarlos con el eufemismo de los Bs. 100 "soberanos" como ingresos mínimos de los trabajadores, que del mismo modo, al paso que avanzan los precios, apenas alcanzarán para comprar medio de kilo de queso o menos de esa cantidad, lo que también suponemos colocará al inefable ministro del "trabajo" como todo un mago de la economía.
También Maduro anunció como toda una primicia la "entrega" de nuestras reservas petroleras al Banco Central de Venezuela (BCV), con el propósito –aunque no lo hayan dicho - para que tal "instituto" se las venda de manera disfrazada a Rusia y China a través de la llamada Sociedad de Inversión y Registro de Crudo (Sirec)¹, -tal y cómo lo señalamos- pensando que con ello, recibirán dólares o divisas suficientes para enfrentar tanto los pagos de deuda externa pendientes del resto de 2018, como para tratar de recuperar la alicaída producción de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que técnicamente se ha convertido en una industria quebrada desde el punto de vista financiero como tecnológico.
Y para cerrar el ciclo de exabruptos, Maduro dijo que debía prepararse un "censo" de transporte público y de quienes tienen su "carrito", donde curiosamente no mencionó los Corolla que una vez prometió para la clase media², - suponemos que se debe a que tales vehículos junto con las camionetas Toyota quedaron reservados para la cúpula madurista, porque el pueblo apenas sobrevive – para, imaginamos, puedan recibir a precio "justo" los lubricantes, baterías, cauchos y cualquier cantidad de repuestos, que bien saben no han podido, y no podrán cumplir con tal demanda porque simplemente, no es sólo que Pdvsa ni siquiera produce aceites para vehículos, sino que desde hace mucho tiempo no se producen autopartes en Venezuela. En otras palabras, ese anuncio es parte de la demagogia y la mentira sobre la cual Nicolás Maduro intenta seguir confundiendo a la población.
En su "plan económico", Maduro no habló del aumento de los precios de los combustibles. Hizo mutis ante la crisis eléctrica del Zulia, a la cual se le ha sumado el Táchira. Nada dijo del colapso del servicio de agua potable en casi todo el país. Ignoró la crisis del Metro de Caracas y la multiplicación de las denominadas "perreras". Con su afasia se burló de los jubilados y pensionados. Y para nada mencionó a las enfermeras y médicos quienes llevan semanas en justo reclamo por reivindicaciones salariales y la quiebra del sistema de salud, mientras los militares reciben ingresos mensuales superiores a los 70 salarios mínimos en su más baja jerarquía, y paga casi 40 salarios mínimos a los pensionados castrenses³.
La entrada en circulación del "bolívar soberano" y los cinco ceros que Maduro ha eliminado al "bolívar fuerte", representan el génesis y el apocalipsis de una sociedad que con el madurismo está condenada a ser asesinada en lo social. No hay posibilidad alguna de salir del averno en que Maduro ha sumido a la población venezolana. En síntesis, podemos decir que Maduro entre el "bolívar soberano" y los cinco ceros eliminados, sus días están contados. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
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