El Presidente Maduro ha presentado con bombos y platillos el programa de recuperación económica, crecimiento y prosperidad y a juzgar por las primeras manifestaciones de economista adictos al Gobierno, así como muchos "opinadores" en materia económica, que han expresado, aunque algunos con sus reservas, grandes esperanzas en que el mismo, cuando menos alcanzará un éxito apreciable, que deberá incrementarse y que servirá de arranque para salir del peligroso hueco donde se encuentran nuestras posibilidades económicas y la profunda zanja donde está sumergida la capacidad adquisitiva de la población en general, que viene pasando penurias para adquirir: alimentos, medicinas, artículos de higiene y uso personal, además de vestido y calzado, por la inmensa escasez real o inducida que se ha reflejado en precios inalcanzables para el grueso de la población.
Me uno incondicionalmente a la pléyade de seguidores y apostadores al éxito del programa, pero infortunadamente analizando de los alcances de las providencias hasta ahora anunciadas, encuentro que al menos de que se tomen medidas audaces con la urgencia del caso, pudiera presentarse en pocos meses una crisis en el sector productor, en el primario, pero especialmente en el sector productivo industrial, si no se le busca una solución real al problema del inmenso pasivo laboral que se genera con el sustancial aumento de los sueldos, aun del salario mínimo.
Es el caso , que pensaremos en una empresa que sólo tenga empleados con salario mínimo que es en Bs.S de 1800 es decir ½ ¨Petro, que a su vez es igual a ½ barril de petróleo, que estimado a $ 60/barril, nos arroja un monto de sueldo en dólares de $ 30 dólares, que frente al pírrico y miserable salario de los últimos meses, que era de menos de 1 dólar, nos deja un aumento de 30 veces el sueldo y proporcionalmente un aumento de las prestaciones sociales, conforme a lo dispuesto respecto a las liquidaciones de trabajadores, que constituyen un pasivo real e ineludible por el concepto citado, que en muchas ocasiones no podrá ser afrontado por las empresas, que caerán en quiebra técnica y real, por su desbalance activos-pasivos.
Hagamos un ejercicio de números: Una empresa con 2.000 millones de bolívares fuertes de patrimonio, (en coloquial el monto de dinero que sería realizable luego de descontar las deudas), hablando en nuevo cono monetario, sería de 20.000 bolívares soberanos. Esta empresa cuenta con sólo 10 empleados y un promedio de servicio de 10 años. De acuerdo a lo dispuesto en la LOTTT para el cálculo de las prestaciones sociales, a cada trabajador le correspondería 30 días por año de servicio (despreciando los dos días por cada año adicional.) que representaría para cada empleado, 300 días que relacionado con el sueldo de 1800 Bs.S nos da 60 Bs.S por día, que multiplicado por los 300 días el total de la liquidación, de un solo empleado, serían 18.000 bolívares soberanos, casi igual al patrimonio neto de la empresa y el pasivo laboral de la totalidad de los trabajadores sería, la astronómica cifra de 180.000 bolívares soberanos, cantidad que seguramente no podrá cubrir ni con todo su patrimonio personal ahorrado en toda su vida.
Por lo expuesto es necesario y urgente que se adopte una medida compensatoria TEMPORAL por una sola vez, que podría ser: la liquidación parcial de las prestaciones sociales hasta la aparición del Bolívar Soberano, y que se comience a disfrutar de la nueva bonanza económica producto del desarrollo satisfactorio sin suicidios, personas arruinadas que trabajaron honestamente toda su vida, con decenas de miles de empleados desocupados por la desaparición de las empresas donde laboraban y lo que sería más grave todavía, el fracaso por todo lo manifestado, del auspicioso programa de recuperación económica, con crecimiento y prosperidad en paz de toda la sociedad venezolana, que necesariamente requiere del apoyo y empuje de todos sin distingo.
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