Venezuela debe ingresar al patrón monetario en oro que proponen Rusia y China, porque tiene con que hacer ese cambio, al poseer una de las reservas de oro más grande del mundo y a eso le tiene miedo el gobierno estadounidense.
Los comerciantes opositores a la Revolución Bolivariana están aprovechando la crisis, sobre todo la inflación, para comercializar el agua y otros productos en dólares, lo que pueden vender en los supermercados y abastos lo están haciendo con los incautos que salen a comprar lo que pueden con esa moneda, porque mercancía hay en abundancia, la que tenían escondida en sus almacenes clandestinos y que ahora aparece de la nada, por arte de magia, si se pudiera decir sin caer en chabacanería.
Los venezolanos están entregando los dólares que tienen a los criminales mercaderes de hambre, ahora bien, ¿Es lícita esa moneda estadounidense, que ahora circula en Venezuela? Veremos más adelante lo que todo el mundo sospecha y a gritos lo dicen los hechos, ante la salida de los billetes desde Venezuela para Colombia.
Por debajo de esa corrida de billetes hay un gran negocio que nadie le quiere prestar atención, pero de eso viven los estafadores y embaucadores del “mercado negro” de divisas en Colombia, el país sin ley, que vive a expensas de las mafias del narcotráfico, el contrabando y las falsificaciones..
Los venezolanos no deben caer en las garras de quienes se valen de las necesidades de las personas. Ese es el capitalismo salvaje, Pero todo en la vida se paga, de acuerdo a lo que Dios le depara a quienes se aprovechan de esas carencias.
El gobierno tiene que acelerar esos acuerdos con Rusia, China, India, entre otros, para cambiar el patrón de la moneda internacional, para hacer posible que se revierta el proceso inflacionario que acelera el dólar, que es una medida que toman ante el presentimiento de su caída inevitable, por ser los Estados Unidos el culpable de generar excesivo dinero inorgánico, el cual circula en cantidades apreciables a través del negocio de la droga, pero con el que se quedan los grandes “capos”.
En Colombia los billetes del cono monetario venezolano, corren como rio por conuco, los cuales se llevan por las trochas o caminos verdes, luego son utilizados, después de ser sometidos a un proceso de desteñimiento, para la producción de dólares falsos, en el país con el mejor record de falsificación en el mundo, por eso el “mercado negro” tiene grandes cantidades de esa divisa para inundar a Venezuela de dólares sin valor legal y de esa manera ir aumentando diariamente su valor nominal de cambio con respecto al Bolívar, lo que afecta a la mayoría de quienes adquieren esa divisa, por carecer del conocimiento de valedores en Notafilia con suficiente solvencia o experticia técnica.
En este caso no ocurre, lo que la oferta y demanda suele producir, porque al haber suficientes dólares, en el “mercado negro” de divisas, es fácil su adquisición pero al precio que le colocan, casi que a diario, los criminales de la guerra económica.
Eso lo vienen haciendo con mucha frecuencia porque de esa manera “lavan” los dólares provenientes de la droga, al colocar en los compradores los falsos y guardar los que les traen desde Estados Unidos, generados por el negocio del narcotráfico.
En fin, Venezuela tiene que protegerse de ese mecanismo perverso que daña la economía en su conjunto y lleva los productos de primera necesidad a precios exorbitantes y por consiguiente se van inflando indiscriminadamente los valores de cambio reales que deberían tener los bienes y servicios en un comercio sano y justo.