Hoy en estos días de cambios y transformaciones políticas, sociales que vive nuestro heroico pueblo de Venezuela en toda su extensión y contexto de la realidad nacional, donde en contra parte de aquella situación que guardaba la historia conservadora cuales sujetaban los partidos derechistas-entreguistas del puntofijismo, conforme a sus políticas detractoras y de dominación regidas por sus leyes opresoras expuestas hacia las grandes mayorías del pueblo y el derecho a disentir frente a la opulencia violenta del capitalismo, el imperialismo y sus disímiles lacayos apátridas entre los apaciguados contrarrevolucionarios, siendo estos mismos los oportunistas que todavía se resisten a seguir sumergidos en la estructura del Estado.
En esta oportunidad abrimos un paréntesis haciendo el mejor ejercicio reflexivo abriendo los ojos a la critica constructiva, ante la lamentable situación que se torna, en el campo de la (educación y la escuela) que requerimos los y las participantes, los y las estudiantes de hoy y las nuevas generaciones; quienes creemos y seguimos los principios de la Educación que tiene y debe ser Liberadora, aclamamos la Educación Liberadora que enarbola el inmenso acumulado histórico deliberado en la corriente del pensamiento pedagógico emprendida en las obras de las y los maestros Luís Beltrán Prieto Figueroa, Belén San Juan, Simón Rodríguez, Paulo Freire, José Martí entre otros grandes mujeres y hombres de la Patria Grande de Bolívar, quienes dedicaron su vida a la digna labor de la educación liberadora del pueblo.
Haciéndose preciso llamar a esa juventud rebelde que existe y que no acepta la imposición de una patria sometida a los mezquinos intereses del capitalismo, esa juventud que por esencia se rebela contra la dominación imperialista encontrando la formación en el querer de la patria, es esa juventud que hace vida en la universidad, que estudia, trabaja y a la vez es sustento de su familia, que es del barrio, de la cultura popular, es deportista y haya fuerza, coraje y decoro en las banderas de la esperanza, la dignidad y la resistencia contra los embates de la globalización neoliberal.
Es esa misma juventud que lucha consciente por una Educación con enfoque educativo liberador que lleve consigo formar sujetos de conocimiento y de acción, actores transformadores y constructores de nuevas realidades. Los verdaderos educadores trabajan en la perspectiva de concebir y tomar a la Educación Liberadora como herramienta de construcción del nuevo hombre que esta llamado a construir y transformar su entorno social.
Por la necesidad de construir una Escuela Liberadora y no la “Escuela Tradicional”, esa que esta sujeta a una concepción apolítica de la vida, cual coarta a la participación del sujeto en su espacio social y se opone a crear un ambiente político dentro y fuera de la Escuela.
Porque existe la real necesidad de acabar con los vestigios de esa oscura “Escuela Tradicional” que socava los conocimientos cavando depósitos en las memorias entre la actividad del saber y no los lleva a la práctica. Escudándose en su apologética estratificación jerárquica para no propiciar el desarrollo de un pensamiento critico a partir de la práctica sistemática, de nuestras realidades, de la reflexión y el debate critico.
Es por ello que ante la situación que estamos padeciendo en las Casas de estudios, las universidades que deben estar a la vanguardia de la educación pedagógica como la (UPEL) y la (UNESR) puestas al servicio de la ideología para la liberación y no la opresión, denunciamos lo que esta ocurriendo en nuestras universidades donde se hace intolerable, puntualmente la actitud demagógica que asciende esta mencionada casa de estudios que lleva el nombre de nuestro ilustre maestro Simón Rodríguez, cuando en este preciso momento se habla de (inclusión, participación, de promoción al debate y a la discusión cuanto al tema de una nueva sociedad donde se termine de desechar los valores reaccionarios cuales nos ha inyectado en nuestra sociedad el detestable sistema capitalista), y en este esfuerzo la llamada Academia de las luces robinsonianas, demuestra públicamente saldos políticos y organizativos hacia su instancia directa de dirección del Estado (MES) y al pueblo, en reconocidos rasgos positivos que la convierten en referencia sustancial, en la promoción de estudiantes de nuevo ingreso, en aumento de sus nominas en todos sus núcleos a nivel nacional, cuestión que no se hace suficiente en la escena que apuesta a la dialéctica de lo que define la andragogía (del griego andrós, hombre, varón, y de ago, guiar o conducir) como disciplina educativa que trata de instruir y educar permanentemente al hombre en cualquier período de su desarrollo psicobiològico en función de su vida cultural, ergológica y social.
Concepto sobre puesto en los márgenes del contenido que lleva la teoría hacia la práctica no entre cuatro paredes que marquen la institucionalización y los estamentos de la currícula de estudios y sus atrasados “Reglamentos” burgueses implementados como instrumentos de opresión sistemática empleados y dirigidos hacia las y los estudiantes en esquemas cuales obedecen a la disciplina educativa conservadora eurocentrica del siglo XV, militar o en otro caso de carácter reaccionario, de una educación automatizada para generar una conciencia que gira en torno a teorías y visiones estáticas que buscan resolver las problemáticas con recetas y formulas descontextualizadas que persiguen controlar las actuaciones y las formas culturales del ser humano y su idiosincracia, tratando de colonizar la vida, el pensamiento y los pueblos.
Cuando contenemos para la labor y el impulso del desarrollo de la nación a la que deberían estar sentidamente casados en su accionar, los fundamentales centros de dirección política e ideológica del nuevo Estado revolucionario que inscribe la revolución bolivariana, como lo es el papel guía del “Proyecto Nacional Simón Bolívar”, cual nos traza líneas de gran profundidad de desarrollo económico y social de la nación, donde la Educación juega un papel primordial para la formación no solo académica del individuo sino en el plano político, social, cultural y la transformación de una sociedad mas justa, solidaria con valores patrióticos y humanos.
Esos cambios se han venido cosechando en la concepción de la educación pública favoreciendo el carácter popular, democrático y gratuito de nuestra educación. Las Escuelas Bolivarianas y los Liceos Bolivarianos, son un eje fundamental para la transformación de nuestra educación. Son mas de tres mil instituciones donde se imparten clases a doble turno, garantizado alimentación a los escolares e incluyendo nuevas características al contenido de los programas de estudio, añadiendo componentes culturales y deportivos a la formación integral del niño, niña y los jóvenes.
Destacando por sobremanera que uno de los espacios fundamentales en el que el proceso revolucionario bolivariano le ha dado un vuelco profundo al terrible pasado del sistema educativo excluyente, reaccionario y fascista ha sido a la Educación en todos sus niveles, desde la educación primaria con el grandioso aporte emprendido por las misiones educativas (Misión Robinsón, Misión Ribas y Misión Sucre), el trabajo del nuevo currículo del Sistema Educativo Venezolano, la programación de la eliminación de las pruebas internas en las universidades publicas y nacionales del país, así como la Prueba de Aptitud Académica, métodos que mantenían en el destierro de la exclusión a ese gran sector de estudiantes de la educación superior.
Es presente la abierta lucha de clases, la burguesía dominante acostumbrada a mantener las relaciones sociales de dominación bajo el control de los principales medios de producción, así como los medios de comunicación y la odiosa resistencia que mantienen los actores conservadores de la Academia en el Estado, estos pretenden aferrarse a los principios de la lógica que rigen los patronos del modo de producción capitalista de los que por supuesto se niegan repugnantemente sus principales actores que se encuentran acostados en puestos claves e importantes de las instituciones del Estado, quienes le hacen grave daño y obstaculizan el desarrollo y los alcances que se están realizando en diferentes contenidos que sujetan la superación por el bienestar social de toda la nación sin distinción de clase en todos sus estratos de la sociedad.
De tal forma que en materia de educación se hace imprescindible el papel de los sujetos en la estructura de la Academia que esta convencida en destruir los “Reglamentos de la educación tradicional burguesa” y convertir a la educación en liberadora, creadora de la mujer y el hombre critico, razonable de su existencia y la realidad social en donde gira su vida día a día, de la que forma parte integral el ser junto a la comunidad, la sociedad en fin la humanidad que buscan otro modo de producción y relaciones que expresen mayores niveles de inclusión y participación social en donde el Poder le pertenezca no solamente a una elite sino sea de todo el pueblo.
La educación Superior constituye el último y más avanzado nivel de educación formal (no la de la formalidad al vestir o al exterior de cada persona) el cual debe funcionar bajo estrictos criterios de Calidad y Equidad, en todos sus programas, estar abierto a todas las corrientes del Pensamiento Universal e inspirado en los principios universales de justicia social, Libertad, Solidaridad, Democracia y respeto a la disidencia, como única forma de garantizar la mayor objetividad científica posible en el estudio sociocultural y técnico-científico del país y en el desarrollo de cada una de las actividades que le son propias, con solo las limitaciones que dan la subjetividad humana y los valores generales de la humanidad.
Pues la demostración de las correlaciones de fuerzas por parte del amplio sector que apoya y contribuye al proceso revolucionario bolivariano deja sobre el tapete la contundencia mayoritaria que agrupa a la clase proletaria, a los trabajadores y al pueblo consciente de asumir los avances de superación en el que transita la transformación de la sociedad venezolana en todos sus ámbitos.
Pues no es esa “Academia”, ni mucho menos sus “autoridades universitarias” que se oponen a las transformaciones necesarias que deben darse en las Universidades y el resto de Instituciones superiores, tratando de maquillar y esconder sus irregularidades administrativas y el atrasó a los cuales han llevado a la educación superior, escudándose bajo la figura de los (Reglamentos Universitarios y la Autonomía Universitaria), manipulando su significado esencial para la cual fue creada. De tal hecho especulando con lo que dice ser una cosa, cuando en su realidad hacen y practican otra cosa totalmente distinta a los preceptos cuales en teoría menciona y señala abrazar ante la fecundidad del saber, las luces para el conocimiento amplio del universo y la llamada formacion del participante en las aulas de estudio de la educación superior donde no existen las mezquindades individualistas, ni los complejos pequeño-burgueses sobre la inscripción de los principios que inscribió el maestro Simón Rodríguez para el futuro de la Patria de Bolívar y de las nuevas generaciones quienes soñamos una Venezuela de igualdad y justicia social.
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