Hace muchos años llegó a mis manos un librito del Profeso Paulus Verdes, Director del Pedagógico Nacional de Mozambique en los tiempos de Samora Machel, totualdo “La Matemática como Herramienta para la Construcción del Socialismo”. Como estudiante de matemáticas y luego de educación matemática nunca había oído hablar de algo similar. Es más, siempre vimos las matemáticas como una ciencia que no tenía nada que ver con la realidad. Lo cual muchas veces se entendía como que los matemáticos no se involucraban en cuestiones de política. Muchos profesores citaban a Einstein para reforzar estas ideas. El gran físico dijo: “"Cuando las leyes de la matemática se refieren a la realidad, no son ciertas; cuando son ciertas, no se refieren a la realidad". Allí encontraron una gran excusa para evadir discusiones acerca de las relaciones entre las matemáticas y la realidad. Después de leer le libro de Gerdes, estudiar investigaciones en el campo de la etnomatemática y entrar en contacto con profesores de matemáticas estadounidenses que trabajan el tema de la justicia social y las matemáticas, mi percepción sobre el asunto cambió por completo.
La
discusión sobre el Currículo Nacional Bolivariano, en particular el
reclamo del oposicionismo por un currículo aséptico, me obliga a tratar
el tema de las matemáticas y la justicia social en un nuevo contexto. El de la transformación del currículo nacional. Hasta
ahora las discusiones sobre las relaciones entre la identificación de
situaciones de injusticia social, el uso de las matemáticas para
comprenderlas y la movilización para transformarlas se había hecho casi
clandestinamente, al margen del currículo oficial. Por
ejemplo, el caso de los profesores progresistas de matemáticas
perseguidos en los Estados Unidos por grupos conservadores (ver http://www.aporrea.org/educacio
Es cierto que no se plantea explícitamente en el Currículo Nacional Bolivariana el uso de las matemáticas como herramienta para develar, comprender y transformar situaciones de injusticia social. Sin embargo, considera tímidamente el uso de técnicas estadísticas para el estudio de situaciones problemáticas en el entorno de la escuela. Y además, tampoco niega la posibilidad de incluir la discusión sobre la injusticia social en la clase matemáticas o en la consideración de temas de matemáticas para la realización de proyectos. Es más, el propio proyecto podría ser una “investigación para la transformación” o investigación transformación participante. La cual enfatiza el compromiso político del que realiza la investigación dirigida a la transformación de una situación de injusticia social. Dicho sea de paso, no estoy a favor de la “investigación acción” tal como viene empaquetada del Norte. Más bien me inclino a las proposiciones surgidas en países donde el pueblo triunfó después de cruentas luchas de liberación. Dedicaré un artículo algún día a ese último asunto.
El punto es que los profesores de matemáticas progresistas, revolucionarios, socialistas, etc., en fin comprometidos con el proceso revolucionario, se preparen para introducir en sus proyectos, en la enseñanza de las matemáticas situaciones de injusticia social de manera tal que los estudiantes puedan comprenderlas mejor y prepara acciones para transformarlas. Estas situaciones no tiene porque listarse a lo inmediato temporal y geográficamente. También es necesario pensar en situaciones más amplias o globales. Seguiré desarrollando este tema. Por ahora invito a mis colegas profesores a que se reúnan, discutan estos asuntos y propongan actividades y proyectos que permitan actuar en esta dirección, es decir, la del uso de las matemáticas para comprender mejor y prepararse para transformar situaciones de injusticia social.
Julio_mosquera@hotmailcom