Desde hace algunos años surgió la propuesta de instalar portones para controlar el acceso a la Ciudad Universitaria de Caracas (UCV). La idea, si mal no recuerdo, la impulso por primera vez el ex rector Trino Alcides Díaz, como medida para frenar a los encapuchados que en los 90 tuvieron una presencia importante en la UCV. En ese momento la comunidad universitaria, mayoritariamente confrontó las intenciones de las autoridades y de los portones solo quedaron sus bases. Para ese entonces, la Ciudad Universitaria (UCV) no había sido declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad.
A favor de los portones se exponen dos argumentos centrales:
1. La inseguridad: Los portones evitarán que entren los ladrones, y de entrar, al momento de un robo, ante la alerta, estos se cerrarían para evitar su salida. De esta manera se persuade a la delincuencia a actuar dentro de la UCV.
2. Los portones eran parte del proyecto original de Carlos Villanueva al diseñar la ciudad Universitaria,
En cuanto al primer punto, la inseguridad, debemos comenzar por señalar la diferencia entre robo y atraco. El primero se hace en silencio, sin que nadie se percate, por lo que no existiría alerta posible que cierre los anhelados portones. Hace un año en la escuela de mecánica, frente a los ojos de todos los estudiantes presentes me robaron una moto a las 5 pm. Para sacar la moto tuvieron que pasar por la garita de vigilancia la cual accedió a levantar la barra de seguridad. Es decir, sean puertas, barras, garras de tigre o rambos armados, sino se percatan del robo no hay funcionalidad posible de los portones.
Ahora, si se trata de atracos, en donde se detecta la acción vandálica por una o más personas, se puede bloquear, como actualmente se bloquea, la entrada con los brazos de metal y evitar que salga en vehículo. Si se trata de un robo a pie, perfectamente los vigilantes con las motos, mas la propia comunidad universitaria puede frustrar el atraco.
En cuanto a las violaciones, situación muy penosa que desde que tengo memoria se presenta en la UCV, las mismas se han realizado dentro y fuera de campus, para lo cual el portón no tiene ningún efecto. Quizás más efecto tendría mejorar el sistema de transporte para evitar que tantas estudiantes tomen colas en Plaza Venezuela, por ejemplo, lo cual es causante de un importante número de violaciones.
Entonces ¿Cómo evitarán los portones que se realicen robos, atracos o violaciones dentro de la UCV? La única explicación lógica es controlando el acceso, es decir, permitiendo solo el acceso a aquellas personas que la vigilancia, bajo ordenes de las autoridades, consideren inofensivas y de confianza para entrar al campus. Esta es la verdadera razón de los portones, impedir el acceso público al patrimonio Cultural, escúchese bien, de la humanidad.
La segunda razón de peso que exponen es que los portones eran parte del proyecto arquitectónico de Villanueva y por tanto completan su estética. Según esto, Villanueva concibió un campus universitario separado de la ciudad, con controles de acceso. Es decir, Villanueva pasó 16 años de su vida diseñando y construyendo arquitectura, no para la sociedad en su conjunto, sino para una parte privilegiada de esta. Veamos que nos dice Villanueva:
"La arquitectura es acto social, por excelencia, arte utilitario, como proyección de la vida misma, ligado a problemas económicos y sociales y no únicamente a normas estéticas. Para ella, la forma no es lo más importante; su principal misión: resolver hechos humanos".
Hay que señalar además que Villanueva solo hizo un croquis en un momento donde la dictadura de Marcos Pérez Jiménez desaparecía a la disidencia. Jamás fue un proyecto. Además, ese croquis dibujaba unas puertas la mitad del tamaño que se construyen las actuales.
Por otro lado la UNESCO (2000), al declarar a la ciudad universitaria como patrimonio histórico de la humanidad, señaló que la misma "...constituye un ejemplo de los más altos ideales del urbanismo, la arquitectura y el arte, representativo de la utopía moderna, que expresa el anhelo por alcanzar un mundo ideal de perfección para una sociedad y un hombre nuevos". ¿Será que la UNESCO se refería como mundo ideal a un mundo aislado para privilegiados?
Luego, si la Ciudad Universitaria es patrimonio de la humanidad y, además, universidad pública, es decir, del Pueblo, mantenida por este, ¿puede un puñado de profesores elegidos por una parte muy pequeña del Pueblo (y mucho mas insignificante de la humanidad) decidir quien puede o no entrar al patrimonio de la humanidad?, ¿Pueden hacer esto con un espacio público de todos los venezolanos?
A ver, si un padre obrero quiere llevar a sus hijos a pasear por tierra de nadie, a conocer el patrimonio histórico de la humanidad (solo a pasear y conocer, porque los hijos de obreros en la UCV son menos del 1% actualmente), al mayor museo vivo de Venezuela, a la síntesis de las artes, ahora, por decisión de las circunstanciales autoridades, el y su familia, por no ser profesores, estudiantes, empleados u obreros, no pueden entrar.
Y déjenme decirles que eso es lo que está pasando actualmente, sin portones. A cientos de personas se le impide el acceso a la universidad por no ser “de la comunidad universitaria” en estos días presencie como detenían a dos muchachos que iban a pie a unos cursos no se de que cosa, y como no tenían carnet de estudiantes le prohibieron la entrada. Claro, se trataba de negritos. Cuando los muchachos osaron protestar verbalmente llegaron muchos fisiculturistas disfrazados de vigilantes y le propinaron, sin son ni ton, una paliza a los muchachos y se los llevaron detenidos. Varios estudiantes presentes trataron de filmar los hechos y los amenazaron con romperles los teléfonos si lo hacían.
Hace pocos años, en tierra de nadie, los vigilantes mataron a palos a un muchacho, solo por no ser del campus universitario. No se encontraba robando, ni dañando nada. Su delito fue no tener un carnet de la UCV.
Saliendo de las anécdotas racistas y volviendo al tema urbano, la Ciudad Universitaria debe integrarse urbanamente al resto de la ciudad, al punto que existen rutas de transporte público y sistemas de salud dentro de ella. ¿Qué se pretende, hacer un gueto?, ¿No está suficientemente aislada, groseramente aislada, ignominiosamente aislada la universidad del Pueblo como para aislarla aún más?, ¿No sienten un tantico de vergüenza por pretender imponerle esto a los Venezolanos que financiamos su funcionamiento en nuestra casa de estudio?
Si en todo el país se está luchando por el rescate del espacio público de la delincuencia, de las construcciones ilegales, de la economía informal, en fin, del aprovechamiento particular, entiéndase privado del espacio público, ¿van ustedes, Cecilia Arocha y cia, a cerrar un espacio público por excelencia que es la UCV?. Es una contradicción, hasta académica.
El himno de la UCV dice en su V estrofa:
Alma Mater, abierto Cabildo, donde el pueblo redime su voz
¿Como redimirá el pueblo su voz si no lo dejan entrar?. ¿No será esa la intención ahora que lo pienso?.
“Quieren cerrarte a tu Pueblo, con llaves de oscuridad… La Sra Burguesa, quieres que juegues canasta de espaldas al Pueblo…”
Alí Primera
Estudiante de Química de la UCV
Proféticas las palabras de Alí, insigne estudiante de esta casa de estudio.
La delincuencia, que todo el Pueblo padece no se resuelve encerrándonos, creando guetos. Pienso que la UCV debe tener mucho más que aportar en esa materia. Que triste sería tener que concluir que la UCV no tiene respuesta científica a la sociedad sobre el tema de la inseguridad más allá del “sálvese quien pueda”. Entonces, según Cecilia y cia, la inseguridad se resuelve con herreros.
Digamos las cosas como son, hablemos con franqueza Cecilia, la verdad es que ustedes saben perfectamente, porque tienen departamentos, investigadores e instituciones, que esos portones no controlarán en lo absoluto el problema de la inseguridad, que solo se controlará, en primera instancia, con la vigilancia activa de la propia comunidad, y en segunda instancia, con el trabajo y aportes mancomunados que todos hagamos contra la inseguridad a nivel nacional, empezando por suprimir la violencia y el fomento a la vida fácil que se promueve todos los días desde la TV que saca todas las declaraciones que tu das. La verdad es que la concepción que manejan ustedes de universidad no es la de buscar la verdad y afianzar los valores trascendentales del hombre. La verdad es que ustedes conciben una universidad de élites, de privilegiados para reproducir el mundo de los privilegios en la sociedad, no para imponer la justicia. La verdad es que con estas puertas ya no entrará el Pueblo a la UCV, ni los negritos, ni los pobres, ni los campesinos, ni los obreros, ni los turistas, ni las busetas, ni los mensajeros, y terminarán de convertir una universidad del Pueblo y pública en privada, para seguir alquilando el Aula Magna y los estadios para conciertos, para cobrar los fines de semana por entrar a la UCV y estacionar el carro (como se hace actualmente), para cobrar cada vez más por la pruebas internas, para impedir una auditoría administrativa y académica a la institución más oscura del país. Di la verdad.
Afortunadamente, la decisión de los portones no está en sus manos. Está en manos del Instituto de Patrimonio Cultural que fue quien hizo la solicitud a la Unesco del reconocimiento de la Ciudad Universitaria como patrimonio y de la Alcaldía de Caracas, y ambas instituciones ya han dicho que es ilegal pues viola el libre transito, y que es inmoral porque impide el acceso libre de la humanidad a su patrimonio. Acceso libre, de libertad, de igualdad social, de justicia, banderas que no llegan a comprender aunque las manoseen permanentemente. Cecilia & cia, digan la verdad.
(*) Ing. Egresado de la UCV
sergiocmb@gmail.com