Para mí no hay dudas que en la actualidad Guayana es el epicentro del fortalecimiento de la clase obrera venezolana como clase combativa, organizada y revolucionaria, sin menosprecio de las luchas de los trabajadores y trabajadoras en otras regiones del país.
Sabemos de la importancia de nuestro estado no solo por el número de trabajadores y trabajadoras que hacen vida en él, también por la importancia que reviste el evidente fortalecimiento de la clase obrera como clase vanguardia de los cambios sociales hacia el socialismo pero además porque acá se sintetizan todas las tendencias que se expresan en este complejo proceso político de la actualidad venezolana; en los conflictos de Guayana están presentes la derecha opositora, los sectores de derecha inmersos en la revolución bolivariana y los sectores consecuentemente revolucionarios, como es lógico triunfará el que consiga acumular la fuerza suficiente para imponerse en la lucha de clases.
Sirve para explicar lo anterior tomar aleatoriamente cualquier empresa importante de nuestra región, con sus particularidades, todas expresan estas pugnas por el control del proceso bolivariano y otras por su liquidación; por ejemplo, Alcasa lleva más de 25 días de paro por decisión de una cúpula de la dirigencia sindical asociada a la FSBT coincidiendo con la agenda conspirativa de la derecha opositora sin que hasta ahora ninguna autoridad se haya pronunciado, en Venalum hubo un paro que movilizó a Guayana hasta al Canciller Nicolás Maduro y en cuestión de horas el mismo se resolvió, por Alcasa ni pasaron; pudiésemos hablar de Friosa dónde la Junta interventora se ha dedicado a perseguir a los trabajadores y trabajadoras que luchan por el control obrero y a desmantelar esta empresa recientemente nacionalizada; en Orinoco Iron está un señor, de no muy grata recordación en Alucasa, y al que los trabajadores han denominado el Rey de la Cabilla, la empresa privada Sural está en efervescencia por violación a los compromisos laborales y por expulsión de un trabajador que sufrió accidente laboral, podríamos enumerar muchos otros casos en que la burocracia estatal que hace vida en las empresas básicas está colaborando con la agenda conspirativa de la derecha y el imperialismo contra nuestro proceso al volverlo ineficiente, corrupto y corruptor, al fortalecer la dinámica del capital y al provocar decepción en las masas de trabajadores y trabajadoras al actuar igual o peor que los patrones de la cuarta o a los patrones capitalistas privados.
Pero ante todo esto hay un signo muy importante que quiero resaltar, el fortalecimiento de una clase obrera cada día más combativa, más clara políticamente, con mayores niveles de participación y organización, con claros pasos hacia la unidad de clase con el concurso de todas las corrientes, partidos políticos y movimientos sociales revolucionarios que hacen vida en el estado Bolívar y que está luchando contra el burocratismo, contra la corrupción, por un sindicalismo clasista despojado de los vicios propios del capitalismo, clase obrera que está en lucha además por el avance del Control Obrero, por la conformación en todos los centros de trabajo de los Consejos Socialistas de Trabajadores y Trabajadoras y por dejar atrás aquellos vicios inoculados en las empresas básicas que hicieron de nuestra clase obrera una expresión más de la desfavorable despolitización de los trabajadores y trabajadoras llamados a ser vanguardia en un proceso de cambios antiimperialista que apunta hacia el socialismo.
Y cuando decimos fortalecimiento de la clase obrera en el estado Bolívar, podemos dar muestras de ello: articulación de las corrientes y frentes consecuentemente revolucionarios para elaborar un plan de trabajo y movilización común, exigencia de los propios trabajadores y trabajadoras de superación de la lucha economicista por una lucha con profundo contenido político, fortalecimiento de la UNETE, preparación de un encuentro nacional sobre Control Obrero, movilizaciones en defensa del Control Obrero y el socialismo, contra la corrupción y burocracia estatal y reconocimiento de la necesidad de superación del actual estado burgués.
La mayoría de los trabajadores y trabajadoras de Guayana defienden al presidente Chávez, al proceso bolivariano, pero no están dispuestos a permitir más corruptos ni más farsantes que tanto daño le hacen a la revolución y quienes por sus prácticas están colocando las banderas políticas y reivindicativas de la clase obrera en manos de la oposición apátrida representante del imperialismo y de Fedecamaras.
Sepa Venezuela que en el estado Bolívar la clase obrera se está fortaleciendo, organizando, participando y defendiendo al socialismo.
(*) Militante del PCV