Los accionistas clase “B” de SIDOR exigen a los representantes y las comisiones que se han designados para gestionar y diligenciar el pago de las acciones por parte del Estado venezolano, que deben unirse y organizarse en una sola voz y trabajar conjuntamente para lograr los objetivos planteados. No se pueden dividir a los accionistas ni estigmatizarlos en blancos, azules y rojos. Es un reclamo equitativo y legitimo y el gobierno nacional debe hacer justicia social. Lo Importante es que el grupo designado para conversar con las autoridades competentes, la Procuradora General de la Republica, el Ministro de Industrias, el Ministro de Finanzas, el Presidente de la CVG, la Asamblea Nacional tengan la intención de lograr el pago de las acciones, en otras palabras los accionistas exigen no ser manipulados por intereses partidistas y que sin demagogia y burocratismo se les informe la verdad sobre los avances o estancamientos de las negociaciones.
Asimismo, nadie puede descartar las acciones de calles, ante la demora y negligencia de parte de los entes del gobierno nacional para atender el justo y legitimo reclamo de más de quince mil accionistas clase “B” de SIDOR, los accionistas tienen que presionar por las vías que nos brinda la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela. Se debe hacer la planificación y trazarse metas para logar el pago de estas acciones. Se debe trabajar con un cronograma y que los representantes del gobierno nombren la Comisión negociadora con la participación de representantes escogidos por los accionistas.
El presidente Chávez, líder de este proceso, de una gran sensibilidad social y humana debe conocer la desesperante la situación de más de siete mil accionistas de SIDOR clase “B”; a pesar de sus enfermedades ocupacionales y sus carencias económicas se mantienen en pie de lucha, esperando que el gobierno nacional tome la decisión de honrar el compromiso para el reembolso o compra de las acciones. Este peregrinar para lograr concretar la venta de las acciones, tiene más de un año y aún no hay nada definido, solo la esperanza y la fe que esta situación llegue a un feliz término. La situación es tan crítica y triste que algunos accionistas ante la falta de dinero y al no tener una pensión o jubilación se ven obligados a recoger latas de aluminio en las vías públicas para vender y poder subsistir. No cuentan con pensiones ni jubilaciones, además la mayoría padecen enfermedades ocupacionales. Después de su salida de SIDOR han muertos más de 400 extrabajadores accionistas clase B de SIDOR; por la exposición al Calor, altas temperaturas, Radiaciones (ionizantes y no ionizantes); Ruido y vibraciones; Contacto con metal caliente; Polvos de (Hierro, Sílice, Manganeso, etc.) e inhalaciones de gases. Producto de estas exposiciones quedaron padeciendo innumerables enfermedades ocupacionales que eran ocultadas por la empresa.
Como sabemos, la enfermedad profesional, se define medicamente como el daño, la patología médica o traumática, provocado por la presencia en el medio ambiente laboral de factores o agentes físicos, químicos o biológico que merma la salud del trabajador o trabajadora. La patología de las enfermedades profesionales de los trabajadores puedan desarrollar es previsible si se conoce la actividad que realizan, mas si los patronos y los organismos encargados por vigilar la seguridad social de los trabajadores, cumplen con la función de garantizar las condiciones de seguridad, salud y bienestar en un ambiente de trabajo. En las enfermedades profesionales los síntomas se manifiestan de manera lenta y progresiva, comúnmente tras un largo periodo de latencia que algunos casos pueden durar años, lo que a menudo dificulta la identificación del momento concreto que se ha causado.
Son más de 7 mil ex trabajadores que anteriormente vivían del pago de los excedentes de caja, excedentes que eran pagados en medios de fraudes contables para escamotearles este beneficio a los accionistas de parte del Consorcio Amazonia de TECHINT. Este dinero recibido era para ser utilizado en la alimentación de la familia, estudios de los hijos y medicinas para paliar las enfermedades ocupacionales que merman la salud y fuerza de los accionistas de avanzada edad, hay más de 500 camaradas accionistas que han muertos en su mayoría por las enfermedades que les ocasionaron las condiciones críticas de trabajo. Además no piden limosnas, ni dadivas ni regalías, reclaman lo que les pertenece, lo que pudieron arrancarle al capitalismo salvaje en los tiempos de la cuarta republica, ni son concesiones otorgadas por el puntofijismo, estas acciones les fueron vendidas a los trabajadores a un precio de 47 mil bolívares cada una de las acciones. Es justo y legitimo que el gobierno nacional se las reconozca al mismo precio que le pago a la trasnacional. El gobierno nacional debe comprar estas acciones para hacer justicia social con estos ex trabajadores. Al valor constante de 442,00 bolívares por acción, precio estipulado para mayo de 2012 ( no incluyendo la inflación del mes)
Los accionistas clase “B” de SIDOR apelan al humanismo, al amor por prójimo y la solidaridad del gobierno del presidente Chávez para resolver su problemática, son 15.200 accionistas, entre lo que se encuentran 7.500 accionistas que son ex trabajadores, no gozan de pensión ni jubilación a pesar de los años de servicio de SIDOR y la mayoría padecen de enfermedades ocupacionales por haber laborado en condiciones ambientales criticas, varios cuando jóvenes trabajaron en Acería en los hornos Martin-Siemens y en Hornos Eléctricos de Arco, Laminación, Planta de Electrodos, conocida como la Planta de Pasta Electródica; departamentos que se trabajaban en condiciones infrahumanas.
Seguimos dando nuestro voto de confianza a todo aquel que de buena fe, quiera ayudar y tendrá nuestro reconocimiento por sus esfuerzos y voluntad, con tal que esa disposición sea solidaria y verdaderamente humanística y que esa solidaridad se demuestre haciendo entender al gobierno nacional, que la petición de los accionistas es justa, legitima y apegada al ordenamiento jurídico venezolano, es un derecho que están reclamando. Confiamos en los diputados revolucionarios y representantes de las comisiones designadas, y pedimos que sus actos no lleven el matiz demagógico ni con cálculos electoreros y que sobre las diligencias pertinentes.
jlrlinares@gmail.com