Lunes, 23 de junio de 2014.- Es necesaria la activación de una coordinadora intersindical de emergencia de los trabajadores de las empresas del Estado.
En muchos de estas empresas existen situaciones irregulares relacionadas con la producción, comercialización, la administración y la sostenibilidad financiera, lo cual se traduce en el incumplimiento de las metas, del compromiso de esas empresas con el proceso de diversificación y articulación de la economía nacional y de la garantía del empleo y mejoras condiciones de vida a sus trabajadores.
Muchas de estas empresas además, tienen un impacto particularmente fuerte en sus regiones, por lo que esas dificultades repercuten negativamente en la dinamización de esos espacios socioeconómicos y la generación de empleos directos, indirectos e inducidos a nivel local.
Un factor adicional, de particular importancia en términos del proyecto alternativo de país, es que en las empresas públicas (así como en el conjunto del Estado), predomina la gestión tradicional de arriba-abajo, que ignora consecuentemente la importancia del saber obrero y técnico acumulado en dichas empresas, que bien coordinado puede contribuir a mejorar sustancialmente la planificación, operación y elevación de la productividad a través de diferentes vías de participación, las cuales se engloban bajo la denominación del control obrero.
A lo que debe añadirse, por razones eminentemente prácticas, la relación de consulta y compromiso con proveedores y clientes, tanto públicos como privados.
En Venezuela, el sector público suele ser sinónimo de corrupción, indolencia, clientelismo partidista (y sindical), nepotismo, así como de una gerencia arrogante dominada por la embriaguez del mando y la echonería.
Los trabajadores deben darle un parao a esa rochela, colocando en sintonía la auto-organización de la clase, el bienestar de las mayorías y la vertebración creciente del aparato productivo nacional.
Si las élites políticas (y algunas expresiones sindicales ) , no pueden , o no quieren, si todavía creen que hay tiempo para seguir retrasando la transformación a fondo del sector público de la economía, decidámoslo entonces: empujemos la construcción del socialismo desde abajo.
César Henríquez Fernández
Junio 2014