La clase obrera de Guayana, referencia para Venezuela vivió sus mejores momentos en la década de los 70 y 80, al inicio de los noventa comenzó el declive por los vicios y corrupción. Después del triunfo de Andrés Velásquez en la gobernación del estado Bolívar a partir de 1989, En esa fecha vino el declive y se inscribió el RIP en la pesada cruz de la clase obrera; porque después de ser críticos a la conducta del buro sindical adeco y del Frente de Trabajadores Copeyanos, se repitió la vieja práctica de discutir la contratación colectiva en cenáculos cerrados, entre dirigentes de Causa R, funcionarios de la gobernación y los patronos. Algo parecido a la encerrona de Macagua entre algunos dirigentes esquiroles de SUTISS, gobernación y dirigentes sindicales nacionales de una organización sindical provisional llamada Central Bolivariana Socialista de Trabajadores (CBST) y el gobierno nacional en los que hacen llamar contrato colectivo de SIDOR.
En el poder el Presidente Chávez a partir de 1999, la clase trabajadora venezolana estuvo oportunidad de convertirse en vanguardia del proceso político, sin embargo, no fue posible por las contradicciones del movimiento y la falta de conciencia política, jamás entendieron que los movimientos de los trabajadores debe ser autónomo y tener libertad de acción y no convertirse en un apéndice de los partidos políticos de los gobernantes de turno, la clase obrera debe ser clasista y defensores de los intereses económicos, políticos, culturales y sociales, si de las reivindicaciones económicas porque siempre hemos tenido en el país una economía de mercado y neoliberal con una alta inflación. También las contradicciones del propio gobierno y sus funcionarios designados para dirigir las empresas básicas, las improvisaciones, el burocratismo, la ineficiencia e incapacidad de las gerencias, la falta de recursos para realizar las inversiones en la adecuación tecnológica, a todos estos males hay que agregar la viveza criolla del sindicalismo venezolano, la falta de organización y unidad y lo más importante la carencia de conciencia social y la falta de solidaridad entre los trabajadores los hace presa fácil de la demagogia el burocratismo y la corrupción.
Porque se tuvo las herramientas y los instrumentos para avanzar, pero no se logró progresar ni consolidar el apoderamiento de los trabajadores con los medios de producción. Una de estas herramientas fue el Plan Guayana Socialista, en su informe del año 2010 dirigido al presidente Chávez, manifestaban: “Nuestras empresas son, tecnológicamente, dependientes de las empresas transnacionales, no diseñamos ni construimos equipos, piezas, máquinas, repuestos y partes en general y se establece como política principal la simple sustitución de éstos comprados a transnacionales. Lo que amerita una nueva organización donde el trabajo la formación y la investigación se unifiquen para lograr el desarrollo científico-tecnológico soberano y fortalecer el mantenimiento, operación, modificación, fabricación y diseño consciente de nuestros trabajadores (as)”. Ver Informe:
http://controlobreroal.files.wordpress.com/2010/09/informe-plan-guayana-socialista-al-presidente.pdf
Igualmente el Plan Socialista de Guayana, actuaban dos fuerzas, los sectores reaccionarios y los otro, los más progresistas, esa fuerzas en pugnas, la más activa ha sido la reaccionarias, representadas por los sindicatos, los sindicalistas ven en peligros sus prebendas y negociados; hay que decirlo, hay sindicatos que dicen ser del proceso revolucionario y en la práctica no actúan de esa manera, era enemigo del Plan. Igualmente en las mismas instituciones públicas también encuentran resistencia. "El mismo Estado ofrece resistencia al cambio. Por eso es necesaria una nueva institucionalidad. Al final se impuso la burocracia, la irresponsabilidad y la ineficiencia y la corrupción
Los trabajadores, Control Obrero y la dirigencia obrera honesta, consecuente y clasista debe unirse, organizarse y pedir el cumplimiento de los lineamientos del Plan Guayana Socialista, exigir que se aprueben los recursos para la adecuación tecnológica de las empresas, resolver el problemas de las deudas financieras entre ellas, realizar un trabajo de concientización para elevar la mística de los trabajadores y que estos tengan sentido de pertenencia para hacer esas empresas productiva para la creación de más empleo y beneficios para los trabajadores y el pueblo.
Al final se fue olvidando el Control Obrero y el Plan Socialista Guayana, su gran enemigo triunfo, la corrupción y la ineficacia, porque nació infiltrado y con un gran enemigo los sindicatos, que plantearon que esos nuevos organismos planteaban la eliminación de los SINDICATOS., como instrumento de organización de los trabajadores.
Mientras se continuaban las discusiones estériles, se realizaban informes, que tal vez reposan en algunas gavetas de los entes gubernamentales y se aplaudían los discursos y arengas; se llegaron a creer que la clase obrera llegaba al paraíso y asumía el poder, no nos dimos cuentas del continuo deterioro y el abandono de las empresas básicas de Guayana, que el caos y el desorden estaban posesionados.
Grave es la situación de las empresas básicas de Guayana, tienen baja producción, por falta de suministros de materias primas, por deudas entre empresas y la falta de adecuación tecnológica por la falta de inversiones, esta es una cadena que tiene efecto dominó e involucra a cada una de las empresas de Guayana y del país.
Las empresas no pueden producir a su capacidad instalada, lo máximo y siendo optimista, un 35 por ciento, la falta de mantenimientos, insumos, stocks de repuestos, deudas de pasivos laborales toda esta situación ponen en peligro la estabilidad de los trabajadores y la continuidad operativa de las mismas, entre ellos la falta de inversión para la adecuación tecnológica.
La raíz del problema de las empresas básicas se ha agravado ante la alta rotación gerencial y de juntas directivas, además la falta de planificación para fijar el curso concreto de acción que ha de seguirse, estableciendo los principios que habrán de orientarlo, la secuencia de operaciones para realizarlo y la determinación de tiempo y números necesarios para su realización., Los cambios permanentes de ministro de Industria, presidente de la CVG y de las empresas va creando una especie de parálisis ejecutiva en las operaciones de la empresa, porque el que llega no le da continuidad a la gestión del anterior, porque todas las directrices y recursos se tramitan y mueven en Caracas y el burocratismo no hace avanzar en las tomas de decisiones. La improvisación es lo normal, realizar acciones sin tenerlo previsto, preparado o planeado.
Mientras no se diga la verdad. El gobierno nacional y los entes involucrados directamente MIBAM y ahora Ministerio de Industria con la CVG; como primer responsable de la situación de las empresas básicas de Guayana, por no haber logrado ni aplicado la planificación ni organización ni control y no haber hecho las inversiones necesarias para la adecuación tecnológica y no tener conocimiento en el manejo del recurso humano, ahora tenemos esta gran debacle por no haber actuado en el tiempo preciso.
No podemos seguir ocultando las verdaderas causas de la eterna crisis en las empresas básicas, nos vamos avanzar, seguiremos estancados y subdesarrollado, generando enfermos ocupacionales más que aluminio, acero y oro, la mentalidad monetarista, mercantilista y arcaica del sindicalismo venezolano que quiere controlar los negocios de los seguros de HCM, vehículos, la compra de juguetes y funerarios, además de integrar las mafias de los cupos de aluminio, oro y productos acabados de SIDOR, que imponen crediticias para desangrar a los trabajadores y su familia, negocios para resolverse. Que quieren ser contratistas, proveedores e imponer gerencias para manejarla a sus intereses personales y económicos y otra de sus prebendas Mientras estos no entiendan el papel del Sindicalismo seguiremos en esta ruleta maldita. El reto que tienen es la estabilidad laboral, sueldo justo y aportar ideas para salir de esta profunda crisis financiera y económica.
Las políticas erradas son producto de la corrupción; la falta de conocimiento y compromiso, mala administración y una visión atrasada y arcaica sobre la realidad de una empresa, Ausencia de seguimiento periódico y mejoramiento del proceso de planificación, ninguna de las empresas básicas presenta una solvencia económica y financiera. La producción y productividad en caída libre, en muchas de ellas se ha perdido la mística en los trabajadores, debido a la desidia, corrupción y negligencia de la alta gerencia y de la dirigencia sindical. En cada quincena los trabajadores tienen la incertidumbre y el dilema si recibirán su pago oportunamente. No hay planes serios ni los recursos llegan para iniciar la adecuación tecnológica, además cuando el gobierno nacional anuncia la aprobación de recursos, en vez de discutir un plan de inversiones, se comienza una lucha fratricida para ver qué grupo se queda con un gran porcentaje de los recursos.
Los trabajadores, el control obrero y la dirigencia obrera honesta, consecuente y clasista debe organizarse y pedir el cumplimiento de los lineamientos del Plan Guayana Socialista, exigir que se aprueben los recursos para la adecuación tecnológica de las empresas, realizar un trabajo de concientización para elevar la mística de los trabajadores y que estos tengan sentido de pertenencia para hacer esas empresas productiva para la creación de más empleo y beneficios para los trabajadores y el pueblo.
Aquí hacemos un análisis de siete empresas emblemáticas de Guayana, con cifras y datos que nos harán buscar nuestras propias conclusiones: SIDOR, VENALUM, ALCASA, BAUXILUM, CARBONORCA y MINERVEN.
http://juanlinaresruiz.blogspot.com/2014/09/datos-y-cifras-de-las-empresas-basicas.html#more
Como fuentes de este trabajo están las memorias presentadas por las empresas en el periodo comprendido 2008 – 2011; información aportada por trabajadores de las empresas y por información de la prensa regional.
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