Probablemente este sea un caso único y nada tenga que ver con la realidad. Pudo ser un evento excepcional y paso a describirlo porque otro hecho que si es realidad, le introduce sus ruidos y fallas a la política de gas-comunal. Hace aproximadamente dos años me mudé de la comunidad donde residí por más de 25 años y quise con la mudanza, dejar un servicio de gas doméstico privado por uno público. Llamé a una oficina de gas-comunal de Barcelona y fui muchas veces a formular la petición, pero siempre había un impedimento. Fue imposible recibir el servicio. PDVSA-COMUNAL colocaban trabas para tener un nuevo comprador.
Desistí de solicitar el servicio a través de la oficina y con dos cilindros (bombonas) que tenía decidí montarme por mis propios medio el servicio de gas de PDVSA (¿autogestión?), porque quería el servicio de PDVSA-GAS y no el de Tigasco que me había servido por más de 25 años. La decisión me ha complicado un poco la vida, pero creía que con ello estaba contribuyendo con un negocio que es de los venezolanos y que estaba dándoles oportunidades a las comunidades organizadas. Las cosas se complican cuando se me acaba el gas porque debo andar rotando de punto en punto con mis dos cilindros (bombonas) de “Vengas” por toda Barcelona.
Un día que dejé de asistir al trabajo en la mañana, pasé por una estación de llenado que está en la llamada zona industrial de Barcelona y por la bombona de 18 kilos que es la que tengo, pague 7 bolívares. No he vuelto a ir porque me dijeron que sólo venden en las mañanas y la zona industrial no está muy transitable. Acudo entonces a la rotación que a veces se hace difícil porque el gas-comunal de PDVSA no aparece en los puntos de ventas que se encuentran las comunidades. Ni en las oficiales que no se ven, ni en las privadas. Comencé pagando 15 bolívares, luego 17 y el fin de semana del 26/02/2011 fui a uno de esos puntos privados y cancelé por una bombona 22 bolívares.
No sé cuánto cuesta ahora en la estación de llenado de PDVSA-Gas en la zona industrial, pero supongamos que lo vendan a 10 bolívares. Esa estación de llenado tiene empleados y otros costos importantes y supongo que hacen negocio vendiéndola a 7 u 10 bolívares. En estos puntos que llamo privados, está en 22 bolívares y el nivel de ganancia sin arriesgar nada (sólo retener los cilindros llenos) es de 72,72% por sobre el precio que venden en la estación de llenado de la zona industrial.
Si ese fuese necesariamente el precio de venta al público (Bs 22) y con ese nivel de ganancia; PDVSA-GAS o PDVSA-COMUNAL, pudiera motivar la creación de empresa de propiedad social de comercialización de gas por cada comunidad, administrada por los consejos comunales para la venta de este gas. El fin no es crear la empresa, eso es fácil, lo importante o verdaderamente importante es garantizar el gas comunal a los usuarios y a un precio donde gane los consejos comunales y gane los usuarios con una compra segura del gas.
Por el sector cerca de donde vivo, hay aproximadamente siete puntos de ventas y ningunos tiene la identificación de gas comunal. Son negocios privados, que también ayuda a las familias que los tienen pero ganan más que la empresa que extrae y envasa el gas en cilindros. Una situación muy contradictoria y casi inexplicable desde la perspectiva del proceso.
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