Todos los venezolanos debemos tener derecho preferencial a invertir en nuestra industria petrolera, en bolívares, en los instrumentos que el gobierno escoja (bonos, acciones, fondos mutuales,...), desde Bs. 500, en un programa accesible fácilmente desde cualquier parte del país, con rendimientos por encima de la inflación, condiciones mínimas y seguridad absoluta. Este gobierno revolucionario debe hacer realidad este importante logro, con un programa de alta calidad, del cual todos podamos sentirnos orgullosos.
Luego de 100 años de explotación petrolera, los venezolanos, a fecha de hoy, no podemos invertir en nuestra industria petrolera. O mejor dicho, sólo pueden hacerlo los especuladores cambiarios que están en capacidad de aportar un mínimo de $3.000 (Bs. 12.900 + comisión + cuenta en el exterior + suerte) para comprar los bonos que emite PDVSA, con la finalidad de enriquecer aún más a los que más tienen, a través del mecanismo perverso de la devaluación, que nos empobrece a todos.
El tiempo ha llegado. Por un lado, el Proyecto Magna Reserva de PDVSA ha certificado que tenemos 300.000 millones de barriles de petróleo depositados en la Faja Petrolífera del Orinoco (no era bitumen). Por el otro, para desarrollar este inmenso yacimiento, la cuantía de las inversiones es tal que PDVSA necesita de todas las fuentes de financiamiento posibles, sin comprometer nuestra soberanía, para asegurar esta riqueza a las futuras generaciones.
Son muchas las ventajas que se derivan de la creación y funcionamiento de este gran instrumento de inversión:
1. Aumentaría exponencialmente el nivel de ahorro de los venezolanos. En la actualidad existe una alta propensión al consumo, debido a que las tasas pasivas, las que pagan los bancos en las cuentas de ahorros y depósitos a plazo, están muy por debajo de la inflación (12,5% y 14,5% vs 27%).
2. PDVSA tendría una fuente de financiamiento adicional, que debería resultar en producción adicional de petróleo, mayores ingresos, mayores ganancias, mayor capacidad de inversión, mejor calidad de vida para todos.
3. Disminuiría la demanda especulativa de dólares en Cadivi, Sitme y bonos, que se traduciría en un aumento de nuestras reservas internacionales y en una disminución del cambio bolívar/dólar. El dólar está sobrevaluado porque el bolívar no tiene oportunidades de inversión por encima de la inflación.
4. Comprometería a los venezolanos con su industria petrolera. A pesar de los avances logrados por PDVSA, todavía nuestra industria petrolera sigue siendo ajena para muchos venezolanos. Eso de que “la industria petrolera es nuestra” se haría realidad.
5. Disminuiría la inflación, en buena parte causada por el constante aumento de la paridad bolívar/dólar y el consiguiente aumento de precio de los productos que importamos, que son muchos.
6. Evitaríamos las continuas devaluaciones, mecanismo financiero perverso que enriquece a unos poquísimos y empobrece a la inmensa mayoría de los venezolanos.
Dada su importancia, invito a otros profesionales con mejor información y mayor especialización, a escribir sobre este tema, a definir cuál debería ser el instrumento de inversión, montos, plazos, rendimientos, garantías, condiciones, a cuantificar los probables impactos de este programa para PDVSA e inversionistas, a diseñar la organización que se requeriría para llevarlo a cabo, etc. Será necesario también que las fuerzas políticas promuevan estas y muchas otras ideas relacionadas, plasmadas en un proyecto, en las instancias correspondientes. Sin interés técnico y político nada se hace realidad por atractivo que parezca.
*Master en Administración Pública, asdrubalchirinos@gmail.com
