Para nuestro país este ha sido uno de los años más importantes en la participación del seno de la Organización de Países Exportadores de Petróleo. Nuestra “Diplomacia del Crudo” ha permitido impulsar nuevos acuerdos, junto al mantenimiento de las excelentes bandas de precios, han hecho en contra de todos los pronósticos que el precio de la cesta petrolera venezolana haya promediado durante todo el año su valor en cien dólares.
La certificación aprobada por parte de la OPEP en reconocer las nuevas reservas venezolanas las cuales estaban ubicadas en doscientos diecinueve mil barriles de reservas, ahora en el crepúsculo de los hidrocarburos superando ampliamente los doscientos noventa y seis mil barriles, colocan a nuestro país como la primera potencia mundial en reservas petroleras.
Esta cifra es sólo el 20% que nuestra tecnología permite extraer de los pozos, seguramente con el pasar de una década los nuevos avances permitirán extraerle más petróleo a estos pozos ricos en nuestro denominado internacionalmente como el crudo merey.
Igualmente, Venezuela haciendo lo que tiene que hacer en política petrolera, ha convocado a una nueva cumbre de Petrocaribe en medio del anfitriónico lanzamiento de la Celac. Esto, consolidando aún más la reciente propuesta, donde se envían diariamente noventa y ocho mil barriles diarios de crudo.
Los beneficiarios son la cadena de dieciocho naciones, quienes bajo un criterio de corresponsabilidad, solidaridad y complementariedad, posicionan un nuevo espacio de seguridad y defensa y una nueva inter regionalidad geopolítica.
La reciente firma de nuevos acuerdos con la República Popular China, nos permiten compromisos comerciales superiores a los trescientos cincuenta nuevos acuerdos, pues todo indica que en esta década será el país más poderoso de toda la economía mundial, recibiendo de Venezuela un millón cuatrocientos mil barriles para el venidero 2014.
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