“La historia de la humanidad es la historia de las luchas de clases” Carlos Marx.
Era de esperar, una vez derrotada política y militarmente la conspiración encabezada por los partidos de la IV republica contra la revolución bolivariana, ahora, el turno lo toman nuestros oportunistas, pequeños burgueses y anticomunistas. Así se ha repetido a lo largo de la historia en todas las revoluciones, cuando una burguesía es desplazada del poder, en tiempos de revolución, una nueva elite oportunista intenta, ahora, en nombre de la revolución, hacerse del poder.
En referencia a la pequeña burguesía, Carlos Marx explicaba: “Las capas medias, el pequeño industrial, comerciante, luchan contra la burguesía para salvar de la ruina su existencia como capas medias. No son revolucionarias sino conservadoras. Más todavía, son reaccionarias, ya que pretenden volver atrás la rueda de la historia. Son revolucionarias cuando tienen ante si la perspectiva de transito al socialismo, cuando abandonan sus propios puntos de vistas para optar los del proletariado”. A esto, Lenin agrega: “Toda revolución esta condenada a padecer de estos elementos hasta no llegar a los preámbulos de una sociedad sin clases”. De allí la urgencia del Che en construir el hombre nuevo.
¿Por qué estos elementos siguen usurpando el poder en la industria más importante de Venezuela? Para hacer un sano juicio de la situación actual en nuestra industria petrolera, debemos considerar dos puntos importantes: el primero: las contradicciones internas dentro de la industria; por un lado; la elite golpista que participó activamente en el saboteo de PDVSA, por otro lado; los grupos opuestos al gobierno, pero que marginados por la “Meritocracia”, no participaron en el saboteo y por ende siguen trabajando en la industria. En resumen, una nueva “Meritocracia” de bajo perfil político, hoy ven fortalecidos sus posiciones frente a sus compadres ideológicos desplazados y enfrentados a ellos por contradicciones circunstanciales o simple oportunismo. El segundo y no menos importante, lo representa las trasnacionales petroleras imperiales, que hoy ven afectados sus desequilibrados intereses, producto de políticas justas y nacionalistas, impulsadas por nuestro Ministro Rafael Ramirez.
Lacayos y traidores de renombre salieron al paso, en defensa de intereses foráneos. Vemos en prensa y TV al Diputado Julio Montoya exigiendo auditoria en PDVSA y la renuncia inmediata del Ministro, con la propuesta de una empresa auditora trasnacional para tal acción. ¿Por qué arremete ahora, cuando al fin se hace justicia por los inconstitucionales y lesivos Convenios Operativos? ¿Por qué ahora cuando se les exige pagar justas regalías?
Es conocido también, el constante lobby de las trasnacionales por apoderarse de los grandes campos petrolíferos del país, a esto no escapa Ceuta-Tomoporo, que localizado en Occidente, cuenta con grandes reservas en petróleo liviano. De allí se cree, que factores internos de PDVSA y políticos de la oposición en la asamblea nacional, alineados a los intereses de las trasnacionales, intentan desestabilizar la producción de Occidente, justificando para sus fines, la incompetencia de la industria para desarrollar estos campos.
Nuestra pequeña burguesía, nunca entenderá, y es natural que así suceda, que no se puede retroceder la historia, que es imposible la construcción de una burguesía nacional, que ya el mundo ha cambiado y la diatriba obliga “a unirse a la revolución o traicionar sus intereses propios y los de la patria para unirse a sus explotadores por el sueño de una nobleza imposible.
“La conciencia que siempre ha dominado a la pequeña burguesía es, la conciencia del bolsillo”.
“Los factores internos que enmascarados acompañan la revolución, los oportunistas y lacayos serán nuevamente barridos por la moral y la dignidad revolucionaria”.