Desde hace al menos tres o cuatro meses se han venido incrementando las facturas del servicio eléctrico residencial y eso lo hacemos evidente con los recibos que pagamos en nuestra propia casa de habitación. Somos apenas tres adultos y nuestra pequeña nietecita. Normalmente pagábamos hasta hace tres o cuatro meses recibos que oscilaban entre Bs.95 y Bs. 130, luego de transcurridos tres o cuatro días de que un funcionario de la empresa revisaba el medidor de nuestra casa, recibos esos que relacionaban igualmente los costos por los servicios de aseo urbano (recolección y relleno sanitario), los cuales siempre observé en cada comprobante que ellos representaban un porcentaje mayor al referido al servicio específico de electricidad.
Ahora sucede lo que menos en revolución se espera. Ya no visita nuestra casa el funcionario encargado de revisar el medidor y las facturas, por arte de magia, comenzaron de inmediato a venir excesivamente altas (pero esta vez sólo elevado y en un alto porcentaje el servicio eléctrico), sin aviso y sin protesto, como solemos decir frente a este tipo hechos inconsultos y que, para colmo, cuando hacemos el reclamo, sea ya por vía telefónica o por taquilla en las oficinas de Corpoelec, simplemente nos toman nota del reclamo y absolutamente nada se resuelve.
Leemos los diarios y nos encontramos con que el ministro, Camarada Navarro, le informó al país en días recientes, algo menos de dos semanas, en el programa Contragolpe que conduce por VTV la excelente periodista Vanessa Davies, que se ha descubierto un plan de sabotaje que incluye la sobrefacturación inconsulta y que ya dio instrucciones, muy precisas, para debelar el plan, el que, en su opinión, según lo dijo, sólo persigue afectar la buena imagen del gobierno, pero esta es hora que ese asunto tan delicado y de tan alto impacto, mi estimada Ministra, que ha debido ser resuelto ya, aún no se le ha puesto coto alguno.
El sabotaje en el área continúa, viene afectando a mucha gente y lo que no sabemos si es a todas las familias venezolanas. Ahora las que, como la nuestra, sufre el abuso, nos encontramos en situación de absoluta impotencia frente esa ineficiencia provocada por la “quinta columna” enquistada en nuestras instancias de gobierno, pues si no cancelamos esos recibos en los plazos estipulados, cuyos montos no son otra cosa que le repito, una inmensa estafa, que en muchos casos sobre pasa el 100% y hasta más del 150% de lo que veníamos cancelando hasta hace poco tiempo, de inmediato nos cortan el servicio.
Nos acercamos a usted ciudadana ministra, porque este abuso hay que ponerle coto de inmediato, sin mayores estudios, sobre la base de que se le cobre a los usuarios las tarifas vigentes hasta diciembre de 2011 y mientras tanto revisar lo que está sucediendo, las razones de esas alzas inconsultas, hacer los ajustes que en derecho correspondan y aplicar con el mayor rigor las sanciones que demandan este tipo de sabotajes, cuyo origen y en esto no creemos estar equivocados, son parte de los que han provocado los apagones a lo largo y ancho del país y en donde, por las investigaciones que ha venido adelantando el gobierno, no son otra cosa que acciones planeadas para generar intranquilidad, molestia al mayor y por allí intentar desestabilizar la institucionalidad de la democracia, sobre la cual nuestro gobierno revolucionario tiene la responsabilidad y la obligación de preservarla.
Hoy, 22 de noviembre de 2012, leemos con asombro en el diario Ultimas Noticias (página 22) que el Comisionado de Distribución y Comercialización de Corpoelec, Jesús Graterol, negó que se esté impulsando un aumento tarifario, lo cual indica que este señor o no sabe cómo se conduce el área bajo su gerencia o es que también está siendo víctima de ese sabotaje interno y cree que nos es cierto que está activado. Por supuesto, para nada descarto que este señor desconozca lo que está sucediendo con esa alza inconsulta de tarifas y más aún que él mismo haga parte activa de esa conspiración de la meritocracia eléctrica.
¡Ojalá y esté equivocado! Si es así que nos disculpe el Señor Graterol, pero que, por favor, no niegue más ese asunto tan grave que viene afectando mucho el bolsillo de la familia venezolana…
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