PDVSA no es un centro de poder, es la médula de servicio que sirve de engranaje al financiamiento casi total del país. También a veces parece que en Venezuela entráramos y saliéramos con total facilidad de la glaciación neoliberal y algunos no lo entienden. Muchos debieran deponer la fascinarse intención mantenida desde hace algunos años de andar justificando el aumento del litro de gasolina.
En esto el Ministro Ramírez tiene razón en algo y es que en Venezuela sobran los análisis para justificar no uno sino varios aumentos del precio de la gasolina, porque nadie puede ocultar que de verdad es baratísima, pero eso no sería prudente, muy al contrario, preexistiría un mega catastrófico daño social para la nación entera y en cinco minutos se caerían como un gran castillos de naipes todos los intentos que la revolución ha hecho en el gobierno en casi década y media.
Ministro uno no sabe quién lo asesora en esta materia ni tendríamos porque saberlo, pero le propongo que se esfuerce en crear una especie de instancia donde se constituya con especialistas y personal de diversos ministerios una especie de Consejo Nacional Energético, donde esas ideas sean discutidas y seguro estoy que las prioridades para el país serán otras y no la propuesta de sincerar el precio de la gasolina.
Es inentendible después de escucharlo explicar detalladamente todos los acuerdos, alianzas, cercanías, proyectos, ganancias y nuevas estrategias alrededor del tema energético nacional e internacional, y ahora venir a justificar la necesidad de aumentar el precio del combustible lo consideró muy delicado e este momento y de seguro en otros.
Como medio especialista que soy en el tema político por mi carrera, creo impensable llegar algún día a justificar un escenario de gran apoyo social en torno al aumento de la gasolina.
También cómo lograr entender, cuando el país realza los mejores acuerdos energéticos a nivel mundial sobe la base de nuestra producción de crudo, entonces se justifique este indeseado aumento.
Seguir esgrimiendo que una botellita de agua de esas que venden por ahí sin control de calidad y que al uno tomarla da dolor de estómago, que la misma es más cara que un litro de gasolina y por los componentes llevados en el combustible es injustificable su aumento de precio, es seguir deslumbrándonos sin brillo, aquí todos saben que el agüita esa que nos venden en envases plásticos es muy costosa y que tampoco en nada se justifica su elevadísimo precio, así como tampoco compartimos los eminentes aumentos desmedidos de los productos de la canasta básica, nada se escapa, inmuebles, línea blanca y marrón más todas las líneas las cuales se han escapado de la mano a quienes un día colocaron a fiscalizar sus verdaderos precios justos y reales. En este país los artículos de consumo, disfrute y comodidad están elevadísimos en sus precios.
En este país no ha valido PVP, PMVP, Indecu ahora Indepabis, Consejos Comunales, fiscales, todo sube y lo creado para detener la especulación va fallando, fracasando, pero lamentablemente nada pasa.
Muchos en PDVSA no son exactamente suicidas, ni se parecen a algunos de los locos e irresponsables ministros (as) que hemos tenido en el gobierno, acuérdense de Guaicaipuro Lameda y de otros personajillos y personajillas que andan por allí, hagamos memoria, ministro usted es una persona a todas luces ponderada, póngale un parao a los que le andan tocando el hombro tratando de convencerlo de cosas que no son y exíjales a muchos de los mantenidos desde su ministerio que se pongan a trabajar y que dejen de andar perdiendo su tiempo queriéndolo convencer de la tamaña locura que algunos repiten de vez en cuando.
No vale la pena seguir cancelando miles de bolívares en remitidos nacionales justificando que el litro de gasolina es más barato que una botellita de agüita, más bien muchos en la industria petrolera debería preocuparse entre otras cosas por el desastre existente en muchas estaciones de servicio de gasolina donde ya ni aire para los neumáticos existe y ni que hablar de agua para un carro recalentado, menos seguridad o baños limpios, sepan que las estaciones de gasolina están bajo la responsabilidad de PDVSA y quienes tienen esas concesiones ya ni trabajan de noche, sólo por sabotear la nueva Ley Orgánica del Trabajo, la que tanto le costó al país y a esta revolución.
Preocúpese porque muchos gerentes y ejecutivos de la industria a la cual les dan un salario al menos digan la verdad en lo inconveniente que sería esto para el país. No pretendo dar una clase de política para que entiendan todo lo que se trasporta sobre ruedas y como una explosión todos nuestros productos aumentarían. Miren con cuidado lo que está pasando con el aumento del dólar de 4.30 a 6.30 las cosas están aumentando.
Pienso que no necesitamos cobrar más por la gasolina que ustedes venden dentro de todo el territorio y la cual se da casi regalada, mantenida con un amplio subsidio, pero no sigan repitiendo que su insólito precio conduce a un absurdo derroche del recurso.
Pero debo reconocerles su sinceridad, no como la del presidente del Banco Central y de su colega de Planificación, quienes le juraron al país que no habría devaluación pero hicieron todo lo contrario y eso nos va a costar bien caro, más bien carísimo.
Nosotros creemos en Chávez y él nos digo que en su gobierno no habría aumento de la gasolina y con la suerte de los venezolanos no se puede jugar, bueno eso a secas será al menos que ustedes crean que porque Chávez se está recuperando ahora los dueños del país son de nuevo los neoliberales, seres acostumbrados a hacer con la economía lo que se les plazca.
Aumenten la gasolina y se caerá el gobierno. Háganlo y verán lo que aquí va a pasar. Esta terrible amenaza no cesa desde 1989 cuando la locura neoliberal de Carlos Andrés Pérez disparó estruendosamente los precios de la gasolina y en esto hay que andarse con mucho cuidado en lo que se declara desde PDVSA.
Desde que se anunció el aumento del dólar no dejan de descansar mensajes anunciando que el precio de la gasolina también aumentará, pero en vez de tranquilizar los rumores, más bien desde La Campiña se hace lo contrario, declaran que el país no necesita los recursos excedentarios que se generarían por aumentar la gasolina pero que su actual precio debe revisarse por cuanto la gente está malgastándola.
Eso también es cierto, aquí existe despilfarro de gasolina, pero este no es el momento para andar planteando su aumento en estas discusiones abiertas y públicas, menos ahora después del aumento del dólar.
Aquí hay que prestarle sumo cuidado a la especulación y lo referente a nuestro ahorro de combustible debe darse en una campaña de consenso trasparente. No debe seguir activándose la mala política de echarle la culpa al pueblo, esa es una postura que se sale del espíritu revolucionsrio.
Recuerden funcionarios del gobierno que sobre ustedes primeramente recae el gobierno que tenemos y en este gobierno también somos responsables todos y más de lo que aquí pueda suceder tras algunos anuncios bien estruendosos y que bien podrían ocasionar grandes tragedias sociales.
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