Para septiembre de 2013 Venezuela a través de su estatal petrolera: Petróleos De Venezuela, Sociedad Anónima, PDVSA está produciendo 7 mil millones de pies cúbicos de gas por día.
El alumbramiento del pozo Perla IX ubicado en La Península de Paria, estado Sucre, ha logrado posicionar al país dentro de los mundialmente reconocidos por las inmensas reservas de gas.
Venezuela, espera prontamente que sea decretada como la cuarta nación de todo el planeta con más reservas de gas. Indudablemente que esto abrirá inversiones, reconocimientos, proyectos, trasferencias de tecnologías y por supuesto muchas más amenazas.
Hay un aspecto muy interesante que debe recalcarse y destacarse. En la dura situación vivida por Venezuela en el 2002 cuando el golpe de Estado y el paro petrolero, empezó a configurarse el nuevo arco gasífero en la región del Océano Atlántico. Trinidad y Tobago fue el primer país que vino en nuestra ayuda para salir de aquella terrible situación vivida.
Este nuevo trato de la geodiplomacia del gas llevó recientemente al Estado venezolano a la firma de un acuerdo con Trinidad y Tobago para la explotación de gas en el campo Manatí, ubicado en la Plataforma Deltana.
Esto vino a configurar una seriedad aun mayor por parte de Venezuela. La cercanía geográfica entre estas dos naciones, exactamente del lado venezolano ubicada a la salida de Pedernales, hacia el Atlántico en el Delta Amacuro, desde donde logra visualizase de costa a costa tanto el reflejo de las luces de Trinidad y Tobago como las de nuestro país.
Esta cercanía materializó la firma del acuerdo gasífero en el cual Venezuela es propietaria de un 70% del gas depositado en esa región a favor de nuestra nación. Trasladando parte del mismo hacia el estado Sucre para los recientes proyectos gasíferos en favor de la población.
Trinidad y Tobago es un país modelo en sistemas de gas, lo cual nosotros desde Venezuela debemos copiar. Donde gran parte de sus servicios son alimentados por el vaho del metano.
Colombia que es una nación sudamericana, tiene 55 ciudades conectadas a sistemas de gas. En aquel país esto puede ser considerado como una conciencia energética, la cual también sin dudas forman un ejemplo frente a Venezuela.
Pero desde Venezuela no pasamos de unas 6 ciudades conectadas a sistemas de gas. Esto para nosotros es un atraso, una atrofia. La nación es tímida y está muy apartada de innovar verdaderamente hacia las potencialidades de este nuevo y durmiente servicio.
El proyecto más ambicioso desarrollado en Venezuela está ubicado en el estado Sucre, desde donde recientemente se ha puesto a funcionar el gasoducto más grande que se está construyendo a nivel Sudamericano el cual tendrá capacidad de llevar gas directamente a los hogares de más de 600 familias.
Pero muchas cosas están por hacerse en esta materia. Las inversiones deben orientase con fuerza y premura hacia el gas vehicular y paralelo a esto las necesarias inversiones directamente a cientos de hogares.
Pero la principal crítica está ubicada en el deficiente servicio de entrega de gas doméstico. Cientos de habitantes tienen que hacer una verdadera peregrinación para obtener el preciado servicio el cual es tan necesitado en cada uno de nuestros hogares.
En algunas plantas de llenado controladas por el estado se les prohíbe a otras empresas venir y cargar, teniendo estas que trasladar sus vehículos a otras ciudades donde puedan llenarse. Y quien paga, a quien someten a la peregrinación del gas: al pueblo.
Los nuevos alcaldes y concejales deberían tomar la palabra en el Consejo Federal de Gobierno y en el proyecto de la nueva Ley de ordenación del Territorio y atreverse a proponer que al menos una plaza pública sea alimentada con gas, tenemos 335 municipios, esto sería innovador.
Tendríamos 335 plazas en todo el país funcionando con gas. Si estos ediles propusieran que solo un porcentaje de los futuros centros comerciales, escuelas, liceos y universidades funcionaran con gas, seriamos otro ejemplo a nivel de esta región.
Pero faltan muchas ideas, talentos y esperanzas...