No es hipocresía oponerse al aumento de la gasolina

Muchos deberían de recordar que la agenda desestabilizadora de los doscientos países que integran el mundo se pone con el aumento de la gasolina y del gas. En Venezuela fuimos campeones en esté delicadísimo tema, febrero de 1989 dice mucho de eso.

Que la gasolina es barata, por supuesto, frente al derrapado abuso de todo lo que consumimos, pues sin dudas que para la mente de muchos es más que baratísima, más bien digamos que es regaladisima.

Pero está bien, aumenten el litro de la gasolina, después de todo muchos no lo podríamos detener, pues ya el lobby está hecho. Ya todos los sectores, oficiales y privados han opinado favorablemente al respecto y cuando escribo que todos, pues sí, todos.

Pero traten de hacer memoria, al menos mucho antes de las nefastas consecuencias que esto va a traer. Nuestra sociedad se mueve sobre ruedas, arriba de los anaqueles colocamos todo lo que el transporte de alimentos importa y traslada, esto también es importante a la hora de hacer los análisis y pongamos también los demás servicios que consumimos y mantenemos.

Todo llega sobre ruedas. En el trasporte de cientos de gandolas viene rodando lo que se consume en el país. Y como será de esperarse, vamos a ser testigos de una nueva fractura en los precios y la mayoría van a pagar los platos que se van a romper. Van a tener que desenvolsillar de nuevo sus dineros para hacerle frente a quienes comediantemente andan organizando el aumento en el litro de la gasolina.

Por eso no es hipocresía oponerse a esta desajustada propuesta o idea más que amasada, más bien cocida. Si lo anuncian por probar, medir o tantear es otra desajustada idea, pues el anuncio abre los caminos a quienes viven a diario de los desajustados aumentos de todo lo que consumimos, hasta de lo más inimaginable, por eso estos anuncios resultan ser más que errores, más bien, podríamos sentirlos como muy malas estrategias.

Pero en el alto gobierno debe haber muy buen asesoramiento sobre las terribles consecuencias que vamos a sufrir, si le siguen haciendo caso a unos cuantos que miran el desarrollo del país desde las lindas oficinas de algunos ministerios. Esos insinceros, disimulan las gravísimas consecuencias que sufriríamos frente a la venta de esta idea descabellada.

Un Estado no es un negocio o una apuesta, pues que vamos a ganar con aumentar el litro de gasolina, problemas, es lo más seguro. Aumentar el combustible cuando PDVSA anunció en el cierre 2012 facturaciones por encima de 127 mil millones de dólares. Para tener una idea del crecimiento de la estatal nacional, para 1994 reporto entradas por 35 mil millones de dólares y 18 años después casi cuadruplicó sus facturas.

Pero para el 2016 habrá más dinero, solo en la Faja Petrolífera del Orinoco se estarán produciendo 4 millones de barriles de petróleo y para el 2019 el país entero andará en casi 7 millones de barriles más, así que yo ingenuamente me preguntaría: ¿y qué vamos hacer con tanta entrada de dólares? Esto no sería hipócrita preguntárnoslo.



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Miguel Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

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