Gasolina: no es preciso dolarizar su precio

GASOLINA: NO ES PROPICIO DOLARIZAR SU PRECIO

 

Bien valdría la pena preguntarnos que gana nuestra sociedad y el país al escuchar desde el gobierno que debe aumentarse el precio de la gasolina. Todos sabemos que es demasiado barato, somos la nación del planeta con el litro de carburante más barato y si hablamos del gasoil, esté apenas vale la mitad del actual litro de gasolina.

Pero es gasolina de lo que justamente estamos hablando y con ella no valdría la pena andar jugando. Tal y como sabemos es la estabilidad, felicidad y desarrollo de este país que hasta por sus tuétanos es bolivariano.

Justo en esta hora mundial todos los conflictos del mundo se están dando por el aumento de sus combustibles. Cerramos un año muy violento por el control de los recursos energéticos.

Veamos como la alteración de su precio ha influido: los últimos sucesos de violencia en la Europa del Este. Brasil: fuertes protestas por el acrecentamiento del pasaje después de los anuncios de extensiones en su combustible. México: Reforma energética, privatizaciones de los especialísimos campos petrolíferos, sociedad que despidió el año 2013 en medio de grandes y prolongados reproches.

Por eso no ocultaría junto a muchos el desacuerdo por seguir insistiendo en tamaño error. Desliz en estos tiempos de ilustrada indiscreción, plantearnos un acrecimiento en su precio. Todo cuando hemos tenido los más elevados desbalances financieros, cerramos el 2013 con 56,2% de inflación, muy alta para estos recientes catorce años de revolución bolivariana.

Por eso un país declarado en la vía al socialismo no debiera hacer estos anuncios suicidas para ofrecérselos a su sociedad. Mientras muchas cosas permanecen en manos de un poder empresarial inmensamente especulador, quienes solo esperan —no tan pacientemente— una ejecución inmediata al aumento de la gasolina, esto va encender la mecha para que todos los productos eleven nuevamente sus precios.

Sería muy grave ampliar su costo cuando la principal guerra librada en la calle es contra la especulación. Por eso las consecuencias al elevar su precio en un país con su costo tan bajo, sería más que una rareza dejar pasarlo por alto.

Deberían recordar que la agenda desestabilizadora de los doscientos países que integran el mundo se pone con el aumento de la gasolina y del gas. En Venezuela fuimos tristes campeones en esté delicadísimo tema en febrero de 1989.

Que es barata, por supuesto, frente al derrapado abuso de todo lo que consumimos, pues sin dudas que para la mente de muchos, más que baratísima es regaladisima. Pero aumentar su precio pareciera no detenerse para este 2014 pues ya el lobby está hecho. Sectores oficiales y privados han opinado favorablemente al respecto y cuando escribo que todos, pues son todos.

Serán nefastas las consecuencias que esto nos va a traer para la sociedad donde todo se mueve sobre ruedas. Arriba de los anaqueles colocamos lo inseparable traído por el transporte de alimentos, esto también es importante a la hora de hacer los análisis y no dejemos escapar los servicios que utilizamos y mantenemos.

Todo llega sobre ruedas. En el trasporte de cientos de gandolas viene rodando lo que se consume en el país. Y como será de esperarse, vamos a ser testigos de una nueva fractura y factura en los precios que hasta ahora con esfuerzo tratan de mantener y la mayoría van a pagar los platos que se van a romper. Van a tener que desenvolsillar dineros de sus bolsillos para hacerle frente a quienes comediantemente andan organizando el aumento en el litro de la gasolina.

No es hipocresía oponerse a esta desajustada propuesta, idea amasada, muy bien cocida. Si lo anuncian por probar, medir o tantear es otro desconectado símbolo, pues la mención abre caminos a quienes viven a diario de los desajustados aumentos, hasta de lo más inimaginable, por eso, estos anuncios resultan ser más que errores, más bien, podríamos sentirlos como muy malas estrategias.

Un Estado no es un negocio o una apuesta, pues, ¿qué vamos a ganar con aumentar el litro de gasolina?, ¡problemas! es lo más seguro. Aumentar el combustible cuando PDVSA anunció al cierre 2012 facturaciones por encima de 127 mil millones de dólares. Para tener una idea del crecimiento de la estatal nacional, para 1994 reportaron ganancias sobre 35 mil millones de dólares y 18 años después casi cuadruplicaron sus facturas.

Pero para el 2016 habrá más dinero, solo en la Faja Petrolífera del Orinoco se estarán produciendo 4 millones de barriles y para el 2019 el país entero andará en casi 7 millones de toneles más, así que yo ingenuamente me pregunto: ¿y qué vamos hacer con tanta entrada de dólares? Esto no sería ficción preguntárnoslo.



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Miguel Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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