De niños en nuestra infancia campestre, alejados de la modernidad de las ciudades, en nuestros juegos nocturnos con lámparas, fósforos o directamente husmeando en los fogones comenzamos a oír aquella vieja conseja “no jueguen con candela porque se queman”. Se referían nuestros padres a los riesgos que corríamos los de menos edad al relacionarnos con el elemento de la naturaleza fuego, ese mismo que ha tenido una significación providencial para el hombre desde la época de las cavernas a nuestros días.
Ya más crecidos fuimos aprendiendo que esa candela a la que nos enseñaron a temerle, no era más que la reacción química de la oxidación violenta de una materia combustible que genera desprendimiento de llamas, calor y gases. Lo que quedó grabado de manera indeleble es el temor al fuego y los riesgos de manipular indebidamente los productos que lo generan.
Lo antes dicho nos permite contextualizar el planteamiento que ha asomado el gobierno del Presidente Maduro acerca del debate que se debe abrir para considerar el aumento del precio de la gasolina. Siguiendo la pista de las voces gubernamentales que se han pronunciado sobre el tema es fácil entender que ya ellos abrieron el debate por tanto lo que se discutirá es a partir de cuándo se hará efectivo el incremento y qué esquemas se aplicarán, para evitar impactar lo menos posible al pueblo pobre.
El Presidente Maduro ha manifestado que no es por razones fiscales que se plantea el asunto, tendríamos que decir que creemos que efectivamente es así, muy al contrario de lo que la derecha vocifera a los cuatro vientos.
Valdría la pena plantear qué pasó con el gran proyecto que puso en marcha el Gobierno del Presidente Chávez de reconversión del parque automotor venezolano de gasolina a Gas, Proyecto al que el Presidente Chávez le hizo tanta promoción y que ahora nadie vuelve a mencionar. Sería bueno que el Ministro Ramírez expusiera a la opinión pública qué ocurrió con eso y por qué estamos dejando de lado un planteamiento que contiene un alto valor revolucionario para Venezuela y el mundo entero.
Los Especialistas y Técnicos hablan de las razones y argumentos que justifican y hacen inevitable el incremento de la gasolina con una convicción que deja sin palabras a quienes como nosotros solo sabemos que ciertamente la gasolina en Venezuela es la mercancía más barata del mundo y sólo nos dejan la inquietud de porqué no planteaban esa vaina así cuando Chávez, seguros estamos éste les mataba sus argumentos y su sapiencia con la respuesta de la implicación política que tiene el tema y de que las condiciones no estaban dadas para llevar a cabo cambios en la materia.
Hablemos entonces de las condiciones políticas para llevar a cabo lo que el gobierno de Maduro plantea. Me disculpan los optimistas, los que creen que después del 8D el país cambió radicalmente y que ahora el chavismo llegó al punto de no retorno, los que creen que derrotado Capriles, y la derecha en su locura plebiscitaria, la estabilidad política tan deseada pero nunca alcanzada por Chávez, surgirá ahora como por arte de magia. Esa tal “luna de miel” de los enemigos de la revolución con el Presidente Maduro, que ahora no lo señalan de ilegítimo pero para ellos no dejará de ser un “usurpador”, como lo fue Chávez desde 1998 hasta el 5 de marzo de 2013, es un cuento que solo los ingenuos creen.
Que no se equivoque el Gobierno y los que apoyan la Revolución, la estabilidad política aún está lejos y no puede un gobierno y un liderazgo que apenas emerge creer que porque logra respirar tranquilo después del 8D, las tiene todas consigo. Debe garantizar ese gobierno que esas mentadas medidas de precios justos son reales y no puro show mediático.
Pedimos al Presidente Maduro y a su equipo de gobierno que no jueguen con combustibles porque podemos quemarnos todos, la gasolina es demasiado volátil y muchos en el país quisieran verlo incendiado, no le demos argumentos porque ellos están dispuestos a encender cualquier chispa que desate un fuego sin fin.