Observando al economista Victor Alvarez el domingo 08 de junio, en una entrevista con el periodista Alejandro Ferrer, dedicado al aumento del precio de la gasolina en Venezuela, percibo con verdadero asombro su análisis económico, político y social entorno a su propuesta de subir de Bs. 0,097 a Bs. 3,0 el precio del combustible, es decir un aumento de 30 veces, acompañada de un conjunto de adjetivos como que los venezolanos somos derrochadores, que culpa de ese precio somos el país de América latina cuyas ciudades emiten la mayor suma de gases contaminantes, que por culpa del bajo precio de la gasolina el país pierde miles de horas de trabajo por causa de los atascos del tránsito, entre otros argumentos absolutamente falaces, como el de comparar el precio de la gasolina con una lata de cerveza, o frasco de agua mineral, etc.
Ya no abrigo dudas acerca de la desviación neoliberal del pensamiento de muchos economistas venezolanos, involucrados en el manejo de la economía venezolana; Alvarez tiene su cuota de responsabilidad de manejarla bajo la etiqueta de socialista, una economía extraviada en los caminos del neoliberalismo.
Bajo un pensamiento estrictamente capitalista, radicado en la ley de la oferta y la demanda: “si yo ofrezco un precio superior de la gasolina, baja por tanto su consumo y por ende desestimulo la compra de vehículos y disminuyo el contrabando de extracción de ese líquido.” Alvarez dicit ingeniose intelligentia
Es el mismo pensamiento que orienta las acciones del monopolio (FEMSA-Cisneros) del agua mineral, articulo necesario que ya desapareció de los anaqueles, para presionar al gobierno a un reajuste de precio al alza –ya de por sí alto- de las botellas de 275 cc¸ 660 cc y 940 cc, cuyos envases de plástico contienen el 94% de agua, líquido elemento extraído totalmente gratis por las embotelladoras de la burguesía y boliburguesía de esta Venezuela, tierra de gracia, que también contiene en sus entrañas 370 mil millones de barriles de petróleo, a la espera de ser saqueadas.
Alvarez hace la propuesta de manera muy oportuna para la conspiración fascista, en momentos del disparo inflacionario que padece Venezuela por esa absurda, agresiva y anti-nacional super devaluación del BOLIVAR FUERTE, devaluación que promedia los Bs. 30 por dólar. Agrediendo y burlándose del propio pensamiento y discurso del presidente Chávez al banalizar los hechos del Caracazo en 1988, que entre otras cosas fueron causados por el aumento abusivo de los pasajes, por causa del aumento de la gasolina, para luego añadir de manera contumaz, que Caldera aumentó con creces el precio de la gasolina y nadie protestó, concluyendo tan brillante análisis.
Pónganla a Bs. 3 y luego pregunten a un mototaxista porqué puso la carrera corta en Bs. 200 (hoy cuesta Bs. 60). Pregúntele a Jessie porqué tuvo que ajustar el precio de la electricidad; pregúntele a la cámara venezolana de alimentos CAVIDEA, porque aumentaron el precio de los productos alimentarios que distribuyen nacionalmente, finalmente, pregúntele al grupo Polar, porqué tuvo que subir el precio de la cervecita citada por Alvarez en su entrevista.
Auméntenlo y verán nuevamente arrecho al pueblo venezolano, pero esta vez habrá un cambio cualitativo, no es la misma gente que se alzó en el 89 en Guarenas-Guatire y movimiento que se generalizó a otras partes del país, siendo ferozmente aplastado con saldo de miles de muertos que aún hoy se investigan. Hoy el pueblo tiene más conciencia, es protagonista de su propia revolución. Alvarez propone un referéndum de consulta si se aumenta o nó la gasolina. Pues debe comenzar por informar verazmente. Debe hablar con la verdad!! Es falso que el costo de producir un litro de gasolina cueste Bs. 2,50. Es falso también que se encuentra subsidiada!!
Lo hemos dicho antes y lo repetimos para refrescar la memoria: un barril de petróleo refinado cuesta catorce dólares (USD$ 14,00). Siete dólares por extraerlo y siete dólares por refinarlo. En bolívares, tasa oficial devaluada de 6,30 ese barril refinado cuesta hoy, Bs. 88,20, por tanto un litro de refinado cuesta Bs. 1,97, no los Bs. 2,50 anunciados por el Ministro Rafael Ramírez. Pero ésta no es la cuenta, porque sucede en la realidad otra suma mucho más compleja.
De un barril (1) refinado mismo resultan 174 litros de sub-productos comerciales en distintas proporciones: gases etano y propano; nafta o gasolina de distintos octanajes, diesel, kerosene y kerosina (aviación), aceites lubricantes de variada densidad, grasas lubricantes, asfalto y coque. Nueve sub productos, de los cuales PDVSA internacionalizó a un promedio de noventa dólares (USD$ 90,00) desde el 01/01/2012, los precios de siete de esos sub-productos, dejando sin aumentos el precio de las gasolinas y diesel para el transporte terrestre y aéreo que circula en el territorio nacional. Por ejemplo, un litro de aceite lubricante PDV, cuesta en cualquier tienda Bs. 63,00. Con dos que se vendan se cubre con creces (comercialización Bs. 126 vs costo Bs. 1,97) el costo de todos los nueve sub productos que en 174 litros genera un barril de petróleo (156 litros) extraído en cualquiera de los campos petrolíferos de Venezuela.