Lejos de todas las especulaciones desatadas por la derecha venezolana en torno al llamado “sacudón” emprendido por el gobierno del Presidente Nicolás Maduro, y en especial por la designación del compañero Rafael Ramírez como nuevo Ministro de Relaciones Exteriores de la República Bolivariana de Venezuela y en particular por su propuesta de desarrollar una activa diplomacia petrolera, creemos justo reflexionar sobre ciertos elementos que nos pueden ayudar a entender mejor el contexto político, las ideas y a la persona en cuestión:
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Venezuela es un país petrolero, cuenta con la reserva de petróleo más grande del mundo, estimadas en aproximados 315 mil millones de barriles de petróleo. También cuanta con importantes reservas de gas natural que se estiman en más de 200 billones de pies cúbicos. En el mundo contemporáneo, denominado por algunos estudiosos como la “era del petrolero” (donde los hidrocarburos fungen como una especie de “fuente de vida” y motor del sistema capitalista mundial), quien logre ejercer el control del mismo, necesariamente, estaría marcado por un tipo de política o diplomacia que lo distingue del resto.
- Desde los primeros descubrimientos y el inicio de la explotación de petróleo y gas en Venezuela con fines comerciales (1875), hasta el día de hoy, las relaciones internacionales de nuestro país han estado marcadas por la diplomacia del petróleo. En otras palabras, los gobiernos del pasado y la actualidad han debido ser consciente de su posición en el gran tablero de la geopolítica mundial.
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Venezuela dejó de ser un peón del imperialismo estadounidense en el momento que la Revolución Bolivariana emprendida por el Comandante Presidente Hugo Chávez recuperó el control sobre PDVSA (principal industria petrolera del país) la cual yacía en manos de las transnacionales petroleras estadounidenses y europeas. Tras promulgar la Ley Orgánica de Hidrocarburos de 2001, el gobierno revolucionario fue víctima de un golpe de Estado y un sabotaje petrolero dirigido por Estados Unidos a través de sus esbirros en la industria y fuerzas armadas. Fracasada la conspiración gracias a la movilización popular, el gobierno revolucionario pudo consolidarse en el poder haciendo efectivo el control del Estado sobre PDVSA, lo que permitió destinar importantes recursos provenientes de la venta del petróleo para la inversión social en primera instancia. Y más tarde para el desarrollo de una diplomacia internacional independiente, antiimperialista, socialista e integracionista.
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Nuestra diplomacia revolucionaria, antiimperialista y petrolera ha sido, de hecho, lo característico de la Revolución Bolivariana en los últimos 15 años. Ésta concibió la creación de instrumentos como PETROCARIBE y la ALBA que permitieron forjar un bloque regional de países caribeños aliados (Bolivia y Ecuador no son caribeños, pero forman también parte del bloque ALBA). Además, nuestra diplomacia petrolera independiente permitió acercarnos a países como la Federación Rusa y la República Popular China, atrayendo inversiones de ambas potencia para el desarrollo conjunto de la Faja Petrolífera del Orinoco (lugar donde se encuentran las mayores reservas petroleras del país) y de otras áreas, lo que permitió forjar una alianza de carácter estratégico con aquellas potencias que fungen también como muralla de Venezuela en los espacios internacionales.
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Actualmente la diplomacia petrolera es Ley para el país, porque se encuentra enmarcada dentro del Plan de la Patria 2013-2019, específicamente dentro de los objetivos históricos III que refiere: Convertir a Venezuela en un país potencia en lo social, lo económico y lo político dentro de la gran potencia naciente de América Latina y el Caribe, que garanticen la conformación de una zona de paz en nuestra América.
y el objetivo IV que se refiere a: Contribuir al desarrollo de una nueva geopolítica internacional en la cual tome cuerpo un mundo multicéntrico y pluripolar que permita lograr el equilibrio del universo y garantizar la paz planetaria.
- El nombramiento del compañero Rafael Ramírez para el cargo de canciller de la República ha sido, a nuestro modo de ver, una decisión acertada. En primer lugar, porque el Ministro Ramírez reúne las cualidades favorables para ese cargo: es un cuadro con una larga trayectoria política y leal al legado del Comandante Hugo Chávez. En segundo lugar, por su larga experiencia en el sector petrolero, que representa su mayor fortaleza. El Canciller Ramírez se ha formado técnica y políticamente antes y durante la Revolución Bolivariana desempeñando labores en INTEVEP, luego como Presidente de ENAGAS, y en los últimos años asumiendo de forma simultanea altas responsabilidades como Presidente de PDVSA y Ministro del P.P. de Petróleo y Minería durante doce años consecutivos. Por su larga experiencia en el sector y en las negociaciones internacionales, el nuevo canciller comprende, mejor que muchos, la importancia del petróleo como recuso estratégico a nivel internacional y como factor clave en las negociaciones de Venezuela con el resto del mundo.
- La propuesta de diplomacia petrolera debe ser vista como una oportunidad para mantener y profundizar el posicionamiento de Venezuela a nivel internacional, que viene a enriquecer la labor que ha venido desempeñando el Ministerio de Exteriores hasta el día de hoy. Sin lugar a dudas, el enfoque de la diplomacia petrolera debe entenderse como el fortalecimiento y potenciación de la diplomacia venezolana, a través del principal recurso energético y estratégico que posee la nación (el petróleo y el gas). La exacta comprensión del nuevo enfoque podría permitir el impulso y fortalecimiento del resto de las áreas de la cooperación entre Venezuela y el resto del mundo.
- Dicen que conocer al enemigo es la mejor defensa. El Canciller Rafael Ramírez conoce bien cómo piensan y actúan los enemigos del país. Su paso por el ministerio de petróleo y la presidencia de PDVSA le permitió conocer de cerca los tentáculos de las grandes corporaciones y lobbys petroleros que en definitiva son las que diseñan la política exterior del imperialismo estadounidense.
- El Canciller Ramírez es una persona que cuenta con un alto reconocimiento a nivel internacional, lo cual es factor que reduce el nivel de incertidumbre en las negociaciones. Muchos gobiernos en el mundo, el sector empresarial productivo y financiero internacional lo conocen bien.
- El Ministro Ramírez es designado al frente de la cancillería venezolana en un contexto político nacional e internacional sumamente delicado, en el que arrecian los ataques del imperialismo estadounidense y sus lacayos contra nuestro país. Su experiencia política será de mucha utilidad para hacer frente a los nuevos desafíos.
La diplomacia petrolera antiimperialista seguirá siendo por muchos años (hasta que culmine la era del petróleo) una herramienta del gobierno revolucionario para poder alcanzar los objetivos políticos planteados.
Los constantes cambios ministeriales han sido también característicos de los 15 años de Revolución Bolivariana. El propio Comandante Hugo Chávez concebía esta acción como parte de la dialéctica necesaria de su gobierno para acelerar los cambios. Chávez insistía mucho en que nada debía permanecer quieto, y que todo debía ser objeto de revisión y cambios. Decía que en el movimiento estaba la clave la revolución.
Los cambios siempre han oxigenado al gobierno porque estos provocan nuevas dinámicas que contribuyen a golpear al Estado burocrático-burgués.