El problema de la geopolítica petrolera trae consigo una geoestrategia que no la ha dejado avanzar. En ambos casos debieran estar dirigidas por el modelo de la geografía gerencial, es decir la geogerencia. Esa sería una propuesta eficaz, idónea, proactiva en el permanente negocio de los hidrocarburos que son de naturaleza gerencial. Pero no puede investigarse el petróleo sin todas sus ramificaciones tomadas en cuenta por sus espacios—hasta hace poco ausentes— en las actuales coordenadas sociales.
Es decir, en efecto es una problemática de dimensiones ceñidas a la historia bajo la observación analítica del petróleo venezolano el cual ha estado estrechamente relacionado a fenómenos de cambio y amenazas, ahora todas estas situadas en la banda de la integración geoespacial, interregional y por ende geopolítica y con lo cual se busca impulsar una nueva área económica —sudamericana y caribeña— la cual sea tan estratégica como para decidirse en la aventura de una nueva zona de seguridad y defensa pero bajo un modelo geopolítico gerencial.
A partir de este movimiento podría inferirseun respeto concebido fuera del límite del negocio petrolero y decómo venía interpretándose, donde ahoraondea un nuevo planteamiento en esta área geográfica la cual forma parte importante en el riesgo de un bloque de diecinueve países —caso de Petrocaribe— los cuales van hacia el rodaje equilibradodel presente reto.
Esta original forma social de ver el tema petróleo con sus aportes deintegración no desestiman el novedosísimos y recién depositadoacuerdo pues su protección, negociación y sobrevivencia del bloque definen la terminología de la nueva área caribeña.
Son aspectos nuevos con elementosintegrados en la seguridad—defensa —entre otros—obedeciendo a resultados que garantizarán un revestimiento en la pericia de espacios dentro de una naturalezade alianzas por zonas que siempre estuvieron allí, pero que hoy pretenden ser asumidas bajo alianzas desde Venezuela para increpar e implementar una periciaautonómica que sin dudarlo podrán llevar a la sostenibilidad del desarrollo futuro de las próximas décadas dentro de áreas iguales.
No obstante esta aproximación que yacería sobre unas unas operacionesbásicas se propone descubrir una nueva visión en esta parte del mundo (Sudamérica el Caribe) la cual siempre estuvo solo bajo estado de observación. Ahora todo su futuro va hacia la instalación denuevas bases de operaciones en infraestructura energética desde Venezuela con la región y de allí hacia buena parte del mundo.
Por ellos es que la creciente problemática de la energía petrolera necesita ser analizada desde una perspectiva cuyo abordaje multidisciplinario implique la clara percepción de la integración, la corresponsabilidad de los actores en el escenario geopolítico y geoeconómico —o para decirlo en un concepto: lageogerencia— tal como como debiera ser presentada de modo significativo e impactante en esta década.
En efecto, los primeros años de este nuevo siglo XXI comenzará a dejarse escuchar la intencionalidad que apunta hacia una integración energética, la cual ha sido solidaria desde diversos puntos de mira, sin excluir los mayores y omniabarcantes puntos energéticos frente al modelo globalizante que conforman una visión de mundo(Weltanshauung) renovada. Casi todos los nódulos seminales de estas propuestas coinciden en estar sustentados en la solidaridad de los recientes habilitadores con su complementariedad y corresponsabilidad en el uso justo y democrático de los hidrocarburos.
Esta nueva base se concentra en un epicentro: la nueva complementariedad interregional de integración con una reciente base social y jurídica versus la amenaza de una guerra geoenergética y geofinanciera. Al descubrir el nuevo concepto de liquidez internacional, sobre la base de los hidrocarburos caribeños, debemos articular las diferentes ópticas que se han presentado, tanto para el análisis y la crítica constructiva en una sola que, a su vez, dé cuenta de la diversidad en la unidad.
En el caso de Petrocaribe, debe enfatizarse un abordaje que exponga, explique científicamente y justifique los modos y procedimientos en el uso, aplicabilidad y una metodología de la preservación geoenergética del cual dispone el Caribe, sin descartar sus proyecciones de crecimiento. En este sentido, deviene a título en la revisión de los nuevos modelos de integración valiéndonos de renovadas relaciones, cooperación y fases de operatividad con la finalidad de orientar acuerdos en lo atinente no solo a la defensa del vasto universo de la energía petrolera en el Caribe, como sí a la creación de un sistema que implique el logro de la nueva geopolítica petrolera en eta sola región.