Diálogo del petroleo

La manera de crear diálogos en pos de objetivos petroleros comunes implica el perfecto conocimiento de los valores culturales. Son entrevistas de trabajo con nichos culturales que no nacieron ayer. Afortunadamente una geogerencia petrolera habrá de tomar las debidas previsiones para el entendimiento entre los países como es el caso de Petrocaribe, de la misma manera como debe llevarse a cabo con Mercosur, para citar un ejemplo.

Además, las bóvedas culturales intercambian constantemente información de índole singular —acuerdos, pactos, alianzas, fijación de lapsos, entre otros— de suerte que no existe por principio un nicho aislado por muy resistente que sea a la permeabilización de los códigos informativos. Este perpetuo fluir de signos y señales estimula la creación de un cuerpo ético institucional. Y es sobre esta fundamentación donde debe arrancar entre todos los países que la integran.

En cada nicho cultural coexisten pequeños sistemas de valores que pueden ser entendidos en términos comunales. Estos micro sistemas alimentan ideas y proacciones, son inseparables del tejido de vasos comunicantes que entran en juego, incluso decisorios a la hora de firmar un acuerdo o convenio.

Aunque lo que es conveniente para determinado nicho no lo es para otro hasta cuando se alcance el nivel de complementariedad, intercambio y equilibrio. Como se ve, el planteamiento de lo complejo siempre está presente.

Lo cual explica muy bien el amplio espectro de sus creencias. Modula su propia conformación ética y se rige por ella. Sin embargo, en el intercambio se origina un cruce de información cuyo objetivo, entre otros, es acordar un código ético con una mayor amplitud de acción y consenso.

En Petrocaribe coexisten códigos sociológicos, psicológicos y, por supuesto, éticos y estéticos. Se sabe que en el caso del médico, su código ético parte del juramento hipocrático. Sin embargo, el juramento —un código estatuido e inmodificable— se enfrenta si se desea ante la comunidad de una clínica en donde de continuo están emergiendo, convergiendo y divergiendo sistemas veritativos y valorativos, en suma, una ética no estática. El caso de Petrocaribe es desde todo punto de vista ejemplarizante. Contiene —o alberga en su seno— una diversidad cultural: ingenieros con diferentes asignaciones y rangos, trabajadores con la misma calificación ya citada para el personal técnico-operativo, personal administrativo, áreas de producción, seguridad y mantenimiento, áreas de negociación, sin olvidar que este conglomerado humano se expresa en diferentes idiomas como ya se ha dicho. Resulta obvio que todos estos sean solidarios pues su visión y misión lo expresan dentro de Petrocaribe. El rol de intercambio ejerce, en cuanto a jerarquía, una importancia decisiva. Esto significa que todos los diálogos del petróleo son culturales y están presentes en Petrocaribe y deben girar en torno a la relación entre ellos mismos y hacia afuera, off shore Aún más, emerge, como un todo, exhibido en Petrocaribe.

Y la concreción de este desiderátum —voluntad constructiva de hacer de Petrocaribe una sola voz que responda por todas las voces— creará condiciones propicias para avanzar en una cultura organizacional de la empresa, punto de arranque para el manejo de sus rasgos identificatorios, los cuales una vez proyectados, de forma controlada y no espontánea, se mostrarán ante el mundo y los integrantes de los diversos escenarios (OPEP, ALBA-TCP, la misma PDVSA, Petrosur y otros) como una representación o imagen bastante fiel a la identidad de Petrocaribe con miras a una consolidación radical de sus objetivos, metas y proyectos.

Ahora bien, el paradigma cultural que nutre a Petrocaribe se evidencia en y dentro de su complejidad, en la pluralidad dialógica que se suscite entre sus dialogos. Mientras mejor se imbriquen entre sí, mayor capacidad operativa poseerá la empresa. Sin la existencia de imbricación dinámica no estable en Petrocaribe no puede por principio generar ningún tipo de decisiones, bien sean estas macro decisiones o micro decisiones.

Como se puede notar, un ponderado sistema de jerarquías consiste en un engranaje armonioso de las diferentes instancias que constituyen a Petrocaribe y que de conjunto dinamizan a la empresa.

El así llamado credo corporativo tiene mucho que ver con la eficiencia de la totalidad la cual a su vez implica la dinámica y la presencia de sistemas jerárquicos, dentro de la gran masa cultural, que actúan en este nuevo bloque de integración regional.



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Miguel Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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