A Cipriano Castro lo tumbaron las trasnacionales del asfalto que después con el poder de Juan Vicente Gómez se convirtieron en las operadoras de todo el petróleo depositado en Venezuela y el cual explotaron por más de 100 años.
Por eso la mujer de Cipriano Castro, (presidente constitucional de Venezuela desde 1899 a 1908) Doña Zoila se declaró en rebeldía en contra de su compadre Juan Vicente Gómez y para 1912 a 1914 se tomó pueblos enteros, siguiendo la gesta de su marido se convirtió en guerrilla para vengar la afrenta que le habían propinado a la patria.
Pero Gómez no desaprovechó aquel momento y violentamente hace pactos con Norteamérica, esa era su única forma política y militar de sostenerse con el poder. El mismo año del golpe —1908— la terrible Marina de Guerra inglesa cambiaba la fuerza de sus buques del carbón al petróleo, —que coincidencia— lo mismo hacían otras potencias que desde ya tenían asegurado el suministro de crudo. Por eso entró la concha —Shell— y la Standard Oil de los Rockefeller primeras trasnacionales petroleras que operaron en Venezuela.
Para ese mismo movido año de 1908 Juan Vicente Gómez sin vacilar solicita más apoyo al gobierno de EE.UU., estos enterados de la oportunidad que daban nuestras reservas de petróleo envían tres barcos de guerra a Venezuela y apenas en una semana después de haber telefoneado al gobierno norteamericano llegaron los buques y fueron recibidos los marines en La Guarirá y de allí al Palacio de Miraflores acompañados de honores militares por parte del entonces Jefe de Estado. Los marines le traían un carro de regalo a Gómez de parte de su presidente Theodore Roosevelt.
Después de una larga conversación Gómez insiste en cancelar aquel primer vehículo que llegaba a nuestro país y le ordena a su edecán darle suficiente dinero a los norteamericanos para que estos le trajera uno más.
Para ese año 1908 hubo elecciones presidenciales en Estados Unidos celebradas el 3 de noviembre. Theodore Roosevelt era presidente, y en honor a su promesa de no buscar un tercer mandato, convenció al Partido Republicano para nominar a William Howard Taft, amigo y Secretario de Guerra. Después de su agria derrota en las elecciones de 1904 con un candidato conservador, el Partido Demócrata volvió a nominar a William Jennings Bryan, el cual había sido derrotado en 1896 y 1900 por el republicano William McKinley. A pesar de sus dos anteriores derrotas, Bryan sigue siendo extremadamente popular entre los elementos más liberales y populistas del Partido Demócrata y en medio de una campaña vigorosa contra la élite de los negocios de la nación, Bryan sufre su peor fracaso en sus tres campañas presidenciales, y Taft ganó por un margen cómodo.
En el año 1909, exactamente el 19 de febrero, era embajador de EE.UU. en Venezuela el Sr. William Buchanan quien junto a Juan Vicente Gómez establecen el pacto "Gómez Buchanan". Gómez obtuvo protección militar a cambio de devolver las concesiones a las compañías norteamericanas y la no renovación entre otras cosas de la Petrolia del Táchira la cual abrió operaciones en 1882. Así le quitaron el protagonismo petrolero a los tachirenses y con esto entraron al país las trasnacionales petroleras.
El trust petrolero sabía desde entonces que Venezuela era dueña del mayor reservorio de crudo del planeta, hoy en día lo sabe el mundo entero, pero lo que no se sabe ni en nuestro país, es que nuestras reservas superan en el subsuelo el billón de barriles de petróleo, esa es nuestra verdad petrolera, aquí hay petróleo para los próximos mil años.
Si de algo somos, aparte de maíz es de petróleo. Pero desde allí viene nuestra desafección institucional al tener algunos estados del país inundados en sus carreteras de huecos.
La respuesta para una mejor vialidad y uso del asfalto esta en los números y cálculos ingenieriles de la industria petrolera nacional, sobre todo en INTEVEP, allí hay especialistas en asfalto que han desarrollado mezclas y técnicas para atender este gigantesco problema de manera integral.
En algunas ciudades del país debe revisarse el Plan de la Feria del Asfalto, pues la mayoría de las carpetas corridas ya presentan daños y ondulaciones, otras están a medio terminar. En los programas nacionales de asfalto lo que verdaderamente se necesita son mega jornadas de bacheo.
Durante horas y horas pudiese narrarles cómo las trasnacionales inocularon la perfecta separación administrativa, técnica e ingenieril en el manejo del asfalto en nuestro país, contra esto llevamos casi siglo y medio luchando y de seguro el país lo seguirá haciendo, pero mucho ingeniero para los análisis sociales no es en nada provechoso, hace falta inyectar el tema del compromiso de la conciencia espiritual del petróleo en esos técnicos e ingenieros y hacer surgir el espíritu del asfalto.