Ninguna mercancía en los depósitos fabriles e inexistentes en los exhibidores comerciales integra las estadísticas de la oferta-demanda. EEUU, ¿hace dumping, acumula reservas o ambas cosas?
Ya hemos adelantado algunas hipótesis al respecto, ahora pretendemos ajustarlas a la dinámica del caso. La próxima reunión en la transcontinental Qatar, fijada para el próximo abril, buscará una vez más un precio justo del petróleo internacional, cuya caída indudablemente inducida por EE UU nos viene perjudicando a todos, aunque más a países como el nuestro, habituado a su monoexportación de crudos petroleros y a precios irrisorios durante todo el siglo pasado inmediato, precios recuperados por iniciativa del presidente Chávez de consuno con los países exportadores.
La resurrección de la OPEP fue un hecho, pero de unos pocos años para acá, particularmente desde el fallecimiento (asesinato...) del Presidente Chávez, los carroñeros no han hecho otra cosa que acudir al banquete que supuestamente les ofrecería esa lamentable defunción.
Como sabemos, los ataques al actual Presidente Maduro no se calman un segundo ni nacional ni internacionalmente en unas comunicaciones de una mediática derechista y aburguesada abiertamente controladas técnica y clasistamente por EE UU.[1] En tal sentido, los estadisticólogos vienen haciendo de las suyas puesto que además de sacarle billete al manejo inescrupuloso de una data manipulada interesadamente, se suman a los enemigos de políticos y económicos la presente Administración Pública.
No es impensable que EE UU acumule buena parte del petróleo suyo extraído por la vía cracking (fractura hidráulica) y del importado, sobre todo los más sanos, menos pesados; lo haría en sus enormes depósitos naturales, o sea, en las cavernas dejadas por la extracción de petróleo ya consumido. Tales cavernas se convierten en depósitos a cielo cerrado. Digamos que EE UU está conservando mucho petróleo para demandas futuras.
En consecuencia, si eso es lo que ocurre, mal podemos sostener que haya excedente de ofertas que deriven en bajas de su precio. Sólo unas estadísticas comerciales lo hacen. Es que las mercancías en conservas impiden que bajen sus precios.
Se conoce por esos mismos medios internacionales de la propia prensa burguesa que EE UU declara e incluye estadísticamente datos que no se corresponden con la verdad, y sobre esa base no es sería raro que entre esa data se incluya como oferta los volúmenes de extracción por cracking al lado de los que, por ejemplo, importa de nosotros. Sin embargo, extraer petróleo para luego depositarlo como reservas en otros lugares no puede considerarse como sobrante de oferta sobre la demanda.
Extraer petróleo para luego depositarlo son dos acciones que configurarían un choque de oferta-demanda anulatorio ya que semejantes movimiento revelarían un equilibrio que deja los precios incólumes. Se trata de un artilugio con aviesos fines de mostrar una supuesta sobreoferta que justificaría la presente baratura de los precios del petróleo. Esperamos que en esa próxima reunión de Qatar se ventile el verdadero destino de la producción por cracking, de tal manera que esas estadísticas petroleras sean más transparentes.
Además: con toda esa ocurrencia del mercado queda confirmado cómo los precios de venta de nuestros recursos siguen en las manos directas de los comerciantes y que el Estado poco pinta en su fijación. Sólo reuniones como la próxima de Qatar es la vía alterna en esta materia.
[1] No perdamos de vista que cuando un sistema se generaliza, ocurre lo que las empresas en holding, o sea, ceden su autonomía financiera a quienes hayan comprado el mayor número d e acciones del grupo correspondiente. Los accionistas particulares ni las empresas del holding toman decisiones por sí mismas. Los países engranados en el capitalismo en última instancia dependen de decisiones tomadas hoy por EE UU: De allí su aparente servilismo como si los asuntos económicos fueran algo subjetivo, que para nada lo son.
