El reto del nuevo ministro

 Sin lugar a dudas, la entrada del nuevo ministro nos da aliento y esperanzas, ante la creciente complejidad reinante tanto en los mercados como dentro de PDVSA misma. Ambas aristas necesitan de atención, conocimiento y acción decisiva. En lo geopolítico el nuevo ministro posee credenciales que le han permitido cultivar credibilidad y abrirse paso sagaz e inteligentemente entre sus contrapartes de la OPEP. La debilidad del barril amenaza con agudizarse y con permanecer por largo tiempo. Pero quizá lo más importante de sopesar es que la magnitud de la crítica coyuntura que atraviesa el mercado energético, no solo podría tener sus raíces y principal estímulo, sino también el interés real precisamente desde dentro mismo de la OPEP.

Cinco del total de sus miembros controlan 61% de la producción y más del 52% de las reservas actuales del cartel, sin contar que Irak por si sola posee unas expectativas de reservas probadas de al menos 180% adicionales a los 143.000 millones de barriles que ya hoy posee. Esos 5 miembros junto a Libia permanecen sin lugar a dudas, bajo el control hegemónico de occidente y constituyen una amenaza latente para la estabilidad de los mercados y particularmente para Venezuela, por las ingentes reservas de crudo y gas que posee sin desarrollar. El caudal de reservas probadas controladas por esos 5 miembros, que de paso sea dicho, corresponden a crudos de bajo costo de levantamiento y excelente calidad comparativa a los crudos criollos, debe encontrar un punto de drenaje; colocación oportuna en los mercados antes que el tiempo de la energía fósil de ese giro irreversible, desplazado por el acelerado avance de la energías alternativas-renovables.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Para tal efecto, KSA, EAU, Irak, Kuwait y Qatar han incrementado vertiginosamente su actividad operacional de manera consistente y sostenida a un promedio de 300% desde 2005, precisamente a medida que se incrementaba la producción de lutitas (shale) en norteamérica, mientras Venezuela permanecía rezagada atendiendo la FPO, encareciendo sus costos, descuidando y perdiendo producción de crudo Premium de entre sus áreas tradicionales.

La velocidad a la cual esos países extraen sus reservas actualmente, es al menos 400% superior a la que presenta Venezuela. Como consecuencia, el tiempo de vida de sus reservas probadas actuales promedia cerca de 90 años, mientras que las criollas montan 367 años.

No por casualidad Arabia Saudita anunció recientemente la diversificación de su patrón de consumo de energía, hacia renovables, así como la salida de una porción de “Aramco” a los mercados de inversión, por un valor estimado entre $500 billones y $2 trillones. Ellos están claros de la necesidad de maximizar la pronta colocación de las mismas, así como de convertir esas reservas en capital líquido lo antes posible. Lastimosamente esa no parece ser esa la visión de PDVSA. El gobierno nacional parece no haber percibido, no importarle, o no haber sido informado de esa inminente amenaza.

El nuevo ministro debe asegurarse que PDVSA eleve de tal forma su actividad, eficiencia y rendimiento, que proyecte la meta de producción a una tasa anual de extracción equivalente de al menos 1%, desde el 0.23% que actualmente posee, de manera de reducir el tiempo de vida de las reservas probadas hacia el umbral de los 100 años. Debe retomas con seriedad la exploración y búsqueda de crudo liviano/mediano, prácticamente abandonada por la presente gestión.

Ciertamente una labor titánica que conllevaría un sinnúmero de retos, limitantes y cuellos de botella. Que implicaría elevar drásticamente el nivel de riesgo, de actividad operacional, industrialización, manufactura y la necesidad de FFHH calificada, a niveles sin precedentes en nuestro país e industria. Pero ninguno de estos retos debería frenarnos de apuntar hacia dicho objetivo.

PDVSA también debe pensar en liberar hacia los capitales privados aquellos segmentos y negocios menos rentables; segmentos aguas abajo así como activos remotos aguas arriba. PDVSA a partir de 2008, ha descendido desde una envidiable producción de 3.2 MMBD producto del esfuerzo post-sabotaje, a un nivel crítico y riesgoso para la sostenibilidad y solvencia financiera del país a un nivel incluso inferior a los 2 MMBD. A medida que aumenta sus reservas de hidrocarburo PDVSA pierde producción. La causa principal, no parece ser la baja inversión como podrían algunos pensar, sino mas bien, la mala inversión y la vertiginosa ineficiencia.

 

La explicación a tal afirmación es simple; la caída de producción viene desde la época del barril galopante; del barril a más de $80 y $100; precisamente desde 2008 (salvo un breve periodo en 2009). Es decir, flujo de caja, circulante e ingresos sobraban para entonces.

Pero el nivel de fragilidad de PDVSA sigue en incremento. El desplome de producción alcanza hoy día una abismal caída de alrededor de 980.000 MB/D netos desde 2008, habiéndose agravado en lo que va de 2017. Las operaciones en la FPO lucen estancadas, complicadas y disminuidas al igual que costa afuera.

Para colmo, la nueva junta directiva y alta gerencia de PDVSA adolecen del componente necesario de experticia en exploración, yacimientos, operaciones y producción. Con más de 150.000+ empleados, PDVSA hoy día produce alrededor de un 33% menos de lo que producía con 38.500 empleados en 2004-2005. Mientras que en otras empresas nacionales del mundo, el rendimiento por empleado es superior a 128 B/D por empleado, en PDVSA este se reduce a 17 B/D por empleado; es decir menos de un 13% de aquellas.

El plan siembra petrolera incluyó proyectos aunque estratégicos, costosos y totalmente en asincronía con la realidad de los mercados. Los costosos e inconvenientes proyectos allí conceptualizados y vendidos en 2005-2006 y la inhabilidad de PDVSA a ajustarse al cambiante tablero energético mundial, han sido los motores principales del mal rumbo que ha tomado la industria desde 2008.

Los logros alcanzados por la nueva PDVSA a partir de 2002 a partir del sabotaje petrolero fueron tirados por tierra desde 2008. El plan siembra petrolera incentivó la desaceleración de la producción de crudos Premium de mayor valor comercial y encareció sustancialmente los costos de producción. Ese plan fue pensado con un barril en alza, que no preveía los altibajos de un mercado petrolero que se dirigía inevitablemente hacia el colapso, con el desvanecimiento de la influencia global de la OPEP y la entrada del control hegemónico de occidente, sobre la mayor porción de las reservas globales de crudo de MENA.

PDVSA debe ser sujeto de un nuevo rescate. Un rescate que nada tendría que envidiar a aquel del que fuimos testigo y actores durante 2002-2003 a partir del sabotaje petrolero de 2002, donde Nelson Martínez, junto a Félix (el gallito) Rodríguez, y Luis Marin; a nuestro entender y mas allá de lo que los detractores de oficio puedan decir, profesionales admirables, comprometidos con el país y con PDVSA; profesionales con credenciales irrebatibles, facilitaron e impulsaron lo que seria el más grande rescate jamás pronosticado de industria petrolera alguna; contra todo presagio. Hoy, 15 años más tarde, le toca de nuevo a Nelson Martínez, repetir aquella labor ardua y compleja de 2002. Tenemos las mejores expectativas y confiamos en que sin lugar a dudas sabrá sacar a PDVSA nuevamente adelante.

El autor es: Experto Internacional en Petróleo y Gas Upstream / Estudios de Especialización a nivel de doctorado en flujo de fluido en medios porosos – The University of Oklahoma, 1991 / Master of Science Petroleum Engineering – The University of Oklahoma, 1990 / Ingeniero de Petróleo Universidad de Oriente, 1979). Ha publicado y presentado en diversas revistas y conferencias internacionales mas de 12 trabajos especializados en materia de Petróleo y Gas. Ha sido citado como experto en materia de petróleo y gas en: Soberania.org, aporrea.org, NoticiasVenezuela.org, Plattsblog, Oilpro.com, las armas de coronel, The Slush Pit (Oklahoma Oil & Gas News) Energy Economist y Los Angeles Times.

 emillan7@hotmail.com
@EinsteinMillan

 



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Einstein Millán Arcia

Asesor Petróleo y Gas "Upstream" & RE SME/Estudios de Especialización a nivel de doctorado en flujo de fluido en medios porosos – The University of Oklahoma, 1991 / Master of Science Petroleum Engineering – The University of Oklahoma, 1990 / Ingeniero de Petróleo Universidad de Oriente, 1979. Ha publicado y presentado en diversas revistas y conferencias internacionales más de 12 trabajos especializados en materia de Petróleo y Gas. Ha escrito más de 300 artículos de opinión y sido citado en materia de petróleo y gas en: spglobal.com, aporrea.org, NoticiasVenezuela.org, Plattsblog, Oilpro.com, las armas de coronel, Vanguardia de España, segurosybanca.com, The Slush Pit (Oklahoma Oil & Gas News), Energy Economist, Kaieteur-news & Stabroeknews Guyana, Sputnik-news y Los Ángeles Times.

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