Reflexiones ingenuas: aumento de la gasolina ¿Ingenuidad o provocación?

Uno no sabe. A veces pienso que estoy leyendo mal la historia, que estoy interpretando erróneamente el momento histórico, que estoy desubicado, extraviado en el análisis social, que hay debilidades en las categorías de análisis que utilizo para interpretar la realidad.

He leído con preocupación varios artículos en los cuales sus autores tratan de justificar el aumento de la gasolina debido a los bajos costos de comercialización lo que hace que los mecanismos para activar la producción de PDVSA a través de la modernización y actualización de equipos, instrumental, capacitación de personal, adquisición de insumos, aumento de salarios del personal sea imposible.

Entiendo que el actual precio de la gasolina no satisface los costos de producción, comercialización y servicios para mantener la empresa flotante y que tampoco pueden mantenerse los programas sociales, misiones, construcción de viviendas, atención médica, etc. Eso es una verdad indiscutible. Pero…

Hay dos varios elementos que analizar cuando se propone el aumento del precio de la gasolina a niveles internacional.

Primero, ¿quiénes se han lucrado y siguen lucrando con la producción petrolera, tanto a nivel nacional como internacional? Los mejores contratos para exploración, explotación y transporte se les ha otorgado a empresas extrajeras tales como Chevron Texaco, British Petroleum del Reino Unido, ExxonMobil, empresas chinas, así como a empresas mixtas en las cuales el capital privado ha sido invertido para conseguir jugosas ganancias.

Segundo, si bien es cierto la producción petrolera ha servido para financiar, mantener, sostener programas sociales, precios bajos del gas doméstico, bajo precio en el combustible para vehículos automotores también es cierto que los niveles de corrupción han enriquecido a enchufados, escuálidos familiares, compadres de empleados, funcionarios de bajo, mediano y alto rango desde los inicios de la reforma a PDVSA hecha durante el gobierno del Presidente Chávez, situación que se ha hecho pública recientemente y que ha involucrado hasta el gato en este modus operandi.

Tercero, que millones de litros de gasolina son vendidos clandestina y delictivamente a Colombia a través del contrabando de extracción y en el cual están involucrados altos funcionarios del gobierno, militares de alto rango y subalternos, transportistas, lo que ocurre igualmente con otros productos tales como el gas industrial y doméstico, fertilizantes, agroquímicos que son desviados de su ruta y vendidos a particulares, lo que genera fuga de recursos propios de país y enriquecimiento ilícito para los funcionarios involucrados y encargados de dicha empresa.

Cuarto, que la economía venezolana se maneja en bolívares y el equivalente de un litro de gasolina a nivel internacional, tomando como referencia a los E.U. correspondería a la cantidad de 1.17 $ por litro lo que equivale a 79.799.50 bs. por litro y si se necesita llenar 10 litros equivaldría a la cantidad de 797.950,00 bs., cosa que, además de lo costoso, con la escasez de efectivo haría imposible tal misión. Imagínese los vehículos de mayor capacidad o mayor consumo Km/Lts.

Quinto, que debido a la falta de controles por parte del estado, dicho incremento se trasladaría en forma especulativa, tal como ha ocurrido históricamente, a los precios de los artículos de uso diario, alimentos, servicios, intercambio, medicinas lo que conllevaría a un colapso total a la economía del país, en especial a la economía familiar de los sectores medios y populares.

Sexto, aunado a los aumentos que se han registrado en las tasas de interés para operaciones bancarias con T.C., T.D., transferencias, transacciones bancarias, impuestos, costos por servicios públicos, dólar paralelo y la especulación por parte de los empresarios, productores, comerciantes, "bájate de la mula" por parte de los empleados públicos, militares, polichoros, bachaqueros, especuladores serán el caldo de cultivo ideal para una explosión social tipo sacudón.

Recordemos que por mucho menos que eso se produjo el Caracazo el 27 de febrero del año 1989 costando la vida a miles de venezolanos y venezolanas asesinados por las fuerzas policiales y militares del gobierno de Carlos Andrés Pérez.

No sé si los sesudos economistas, expertos en economía petrolera han analizado el costo social que representa un aumento del precio de la gasolina en estos momentos o si forma parte del paquete de medidas maduristas que se están poniendo en práctica para "resolver" la situación económica del país o si simplemente es una provocación, un globo de ensayo para estudiar la reacción del pueblo ante una medida de esta naturaleza.

Valdría saber si los autores de dichas propuestas han andado por las calles, visitado barrios, montado en transporte público, hecho cola para comprar medicinas, alimentos, para cobrar la pensión o sacar efectivo de un banco del estado o privado, adquirir productos del aseo personal, del uso diario, han tenido que hacer una operación en la banca pública, una trasferencia, una operación en un cajero electrónico o se trasladan en vehículos oficiales, reciben bonos de producción por parte del estado, ropa para trabajar, corbatas, zapatos, medicinas, servicios médicos, productos de la dieta diaria.

Con candela no se juega y hacer propuestas de esta naturaleza, en las condiciones que se encuentra el pueblo venezolano, con hambre, deserción escolar, desnutrición, escasez de alimentos, falta de atención en salud, inflación galopante, corrupción, delincuencia desmedida, falta de efectivo, matraqueo, alto costo de los servicios, prepotencia y abuso de autoridad y de poder por parte de los funcionarios públicos, incapacidad gerencia del estado, falta de propuestas que resuelvan la problemática de empleo, desempleo, escasa productividad, baja del ingreso en los funcionarios medio y bajos de la administración pública, falta de transporte público es algo parecido a instigar a la rebelión, al levantamiento popular.

A veces es mejor pecar por hacer silencio que morir por hacer alharaca. El pez muere por la boca.

El recuerdo del Caracazo todavía permanece en nuestras mentes y en nuestros corazones. No invoquemos a los difuntos que cayeron en tan trágico episodio de la IV República. Ojalá un suceso como ese no se repita nunca más. Ojala no.

Hasta la victoria siempre. Venceremos.



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Carlos M. Rodríguez C.

Estudió en la UCV. Docente jubilado

 carrodcas@gmail.com

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