La servidumbre y el amo

Cuando el venerable Hegel escribió sobre la dialéctica del amo y el esclavo no consideró dos aspectos que vamos a tratar acá, porque no venían al caso en ese momento; y tal vez porque no eran pertinentes. El primer aspecto, es que la servidumbre busca al amo. ¿Cómo es posible hacer semejante afirmación?

Esto lo hemos visto a raíz de los dos apagones que han sucedido en la ciudad (Caracas). Los apagones han sido generales, esto es, han ocurrido en toda la ciudad y han dejado a ésta a oscura e inservible. No obstante, a la mañana siguiente del apagón y aún con el sistema eléctrico sin funcionar hemos visto a la gente ir a sus trabajos. ¿Es qué acaso no se han dado cuenta que no hay electricidad y que nada funciona?

El sistema del Metro no funciona porque no hay electricidad, el único desplazamiento posible es a píe o en el transporte colectivo —el cual es muy escaso— Entonces, si nada funciona ¿Por qué esta gente está yendo a su lugar de trabajo? ¿Qué los atrae al mismo? ¿La amenaza de ser despedidos?

¿O es qué tal vez en sus casa la situación es peor? ¿O es qué prefieren salir a la calle para, por lo menos, ver otro paisaje? No debe haber una explicación racional para este comportamiento, en una situación como la de un apagón general, lo más sensato sería quedarse cada quien en su casa, para estar atentos a la familia, a los vecinos.

¿Cómo ha llegado esta gente a su lugar de trabajo? ¿Se han venido caminando o se han montado en un colectivo atestado? En caso que el local de trabajo abriera sus puertas no podrían hacer nada, porque no hay electricidad. Si son locales comerciales es imposible. Alguien podría decir es que tienen planta eléctrica propia, está bien. ¿Pero cómo hace una transacción comercial si el sistema bancario no funciona?

En un apagón hay una inoperatividad general. Entonces ¿Por qué el empleado va a su trabajo si no hay posibilidad de laborar? ¿Qué lo mueve a trasladarse? ¿El miedo o el sometimiento? ¿A qué o a quién? Es difícil decir algo sensato cuando uno observa una situación de este tipo. Es en verdad un comportamiento extraño, no quedarse en un lugar resguardado a la espera que todo se normalice.

¿Acaso esta gente carece de un lugar de resguardo? ¿Será que aun cuando viven en algún sector éste no ofrece ninguna garantía de protección? De ser así, la condición humana debe ser demasiado precaria para estos seres laborantes. Ya que el lugar de trabajo sería su zona de protección.

El segundo aspecto que deseo mencionar es algo que oí en la serie televisiva CSI La Vegas. En varios capítulos, en particular en los que apareció el personaje de Lady Heather, Gil Grissom (el investigador de la series) señalaba que en la relación dominante-dominado el ganador siempre era el dominado1. Creo que nunca explicó por qué.

A partir de lo dicho por el personaje Grimssom tenemos que en la relación amo-servidumbre, el segundo siempre es ganador. Debe ser por el aguante, tal vez. Podríamos pensar que el segundo es algo «duro de matar», para usar el título de aquella película de Bruce Willis. Y esto, en parte, es cierto. La servidumbre es resistente, tiene aguante.

Este aguante a la larga lo favorece, aunque de la misma relación salga hecho chatarra humana. Incluso la servidumbre en número ocupa mayor cantidad. Por eso es que el amo no se preocupa por la mano de obra, hay de sobra. Aun cuando la mano de obra sea intelectual igual sigue habiendo en cantidad. Lo que necesita la servidumbre es aguante, repito.

Esto le dará la opción ganadora. Aunque en el trayecto tenga que llevar lo suyo. El dominado busca al dominante, aunque Hegel diría que se buscan mutuamente y tiene razón. ¿Cómo entrelazar la primera afirmación y el segundo aspecto?

Si ¿Cómo interpretar el hecho de que la servidumbre busca al amo? Y, por otra parte, ¿El hecho de que el dominado en la relación dominante-dominado siempre gana? La primera parece ser la necesidad de conseguir algo para vivir, es decir, por ser un asalariado necesita que alguien le pague ese salario. Por lo que tiene que convertirse en la servidumbre de un amo.

En el segundo, la cantidad y el aguante lo hace sobrevivir y tal vez esto lo convierte en un precario ganador. ¿Ganador de qué? No sabemos decirlo. Tal vez, de seguir con vida y poder disfrutar un existir. Tal vez, de poder presumir que él es un sujeto útil, y así se siente importante.

 

1 Para lo que me interesa expresar en este escrito le quito el carácter sexual que tiene esta relación en el ámbito de la mencionada serie televisiva.

 



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Obed Delfín


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