PDVSA esta adentrada en una severa espiral destructiva a lo largo y ancho de toda su cadena de actividad, donde hoy no se produce diesel, ni gasolina. Donde escasea el gas y donde quizá también en algún momento se dejará de producir crudo de manera rentable para la nación.
Las operaciones de la industria continúan causando a diario contaminación en nuestras aguas, tierras y medio ambiente, con la liberación irracional e irresponsable de gases y efluentes tóxicos. Destruyen operaciones, infraestructura y procesos, en medio de un festín de manejo irresponsable, donde la vocación, la preparación y el conocimiento son reemplazados por una camisa roja y un carnet de la patria. El madurismo ha probado ser alérgico a conocimiento, a la eficiencia y la probidad.
Mientras nuestros campos petroleros y gasíferos yacen abandonados, sin vigilancia, donde el saqueo y el raterismo pululan libremente y mientras destruyen nuestros campos, pozos, refinerías e infraestructura, devaluando cada día una corporación que apenas en 2008 produjo 3.260.000 BPD, exportaba 2.228.000 BPD y le ingresaban sobre $125.000 millones brutos, con un patrimonio superior a $71.500 millones, en las grandes ciudades de esa Venezuela a la merced de un madurismo irresponsable y ahora neoliberal, se hacen negocios con una PDVSA desvalida, devaluada y lanzada a menos, amparados en la oscura, inconsulta y espuria ley antibloqueo, sin que nadie desde las instituciones haya movido un solo dedo para señalar, ni haya dicho nadie una sola palabra al respecto.
Negocian a sabiendas que están en posición de desventaja, ya que el patrimonio de PDVSA hoy día ronda $40 mil millones y sus ingresos brutos para el cierre de 2020 apenas sumaron a duras penas unos $3.400 millones, mientras la producción apenas supera los 500 MBD. A quien se le ocurre negociar en tal posición de fragilidad?
Dado que la gasolina ha dejado de ser un "negocio" atractivo para las antiguas mafias del contrabando hacia Colombia, el caribe, Brasil y Guyana, para tornarse en negocio de esas mismas mafias, pero hacia dentro de Venezuela, hoy el diferencial de precios del diesel entre ese mal vecino colombiano y nuestra patria, ha florecido amparado por los cercanos al poder, mientras que el resto es enviado a cuba, sin importar dejar a toda Venezuela y los Venezolanos, sin combustible y hasta quizá sin alimentos. Pero nadie hace nada y desde las AN y demás instituciones nadie levanta la voz.
CIFRAS:
Un fracasado vicepresidente del área económica hoy convertido en ministro petrolero, que unos meses atrás juraba ante Maduro que PDVSA produciría 1.508.000 BPD para el cierre de 2021 y aseguraba falsamente que la industria iba dirigida a su normalización [https://www.aporrea.org/energia/a300319.html], hoy por el otro lado una a una de sus mentiras va quedando nuevamente al descubierto, tal como la fabula del misil de Amuay.
Más allá de las sanciones que como sabemos han sufrido una sensible distensión facilitando movimientos de crudo y derivados, nuestra industria petrolera esta siendo atacada desde adentro mismo sin contemplación. Las refinerías se siguen paralizando una a una, la producción de gasolinas se desvanece [https://www.lapatilla.com/2021/03/13/argus-pdvsa-detiene-la-produccion-de-gasolina-en-la-refineria-cardon/] y ahora la producción de diesel [https://elpais.com/internacional/2021-03-13/la-escasez-de-diesel-paraliza-una-vez-mas-a-venezuela.html] también, mientras la oferta de gas continua en picada [https://apuntoenlinea.net/2021/03/01/en-falsas-promesas-quedo-solucion-de-escasez-de-gas-domestico/].
Por el lado de la producción de crudo, la promesa de T. Aissami y A. Chávez de llegar a producir 1.508.000 BPD para finales de 2021, es una oferta engañosa e imposible de cumplir. No hay manera de lograrlo durante el año en curso, dado que la brecha entre la aceleración de producción requerida para llegar a dicho objetivo y la producción real abonada se continúa agravando.
Partiendo de la premisa que el plan de aumento de producción ha sido implementado desde 01-Enero-2021 y conociendo que al cierre del mes de Diciembre’2020 se producían 441.000 BPD (directo), para cumplir con la meta fijada para fin de 2021 de 1.508.000 BPD se requerirían añadir unos 89.000 BPD por cada mes. Desafortunadamente para el cierre del mes de Enero solo se acreditaron 47.000 de los 89.000 BPD requeridos, en consecuencia la brecha para el cierre del mes de Febrero se incrementó hacia 128.000 BPD.
Durante el mes de Febrero solo se abonaron 50.000 BPD de los 128.000 BPD necesarios para balancear la necesidad de incremento de producción comprometida, elevando en consecuencia el requerimiento para el cierre del mes de Marzo hacia 234.000 BPD, tornando de hecho la meta para fin de año realmente irrealizable.
De acuerdo a nuestras estimaciones basadas en algoritmos desarrollados a partir de big data, PDVSA estaría cerrando el mes de Marzo con 521.000/502.000 BPD según formato OPEP directo/secundario [https://twitter.com/einsteinmillan/status/1370023497968193541?s=11]. De cumplirse nuestra proyección, la necesidad para el mes de Abril rondaría los 300.000 BPD, desnudando lo irreal y engañoso de la oferta-juramento hecha por Aissami a Maduro.
Hasta los momentos, no hay indicios sobre un crecimiento apreciable de la actividad de taladro en Venezuela, tal que se traduzca en expectativas realizables de incremento de producción, limitándose a trabajos menores y actividad sin taladro, que en si no aportan grandes volúmenes de producción-sustentable.
Hasta la semana pasada, los grandes inversionistas tal y como antes advertimos, no han hecho presencia en PDVSA. Todo apunta a que se estarían constituyendo pequeñas asociaciones de capitales de origen desconocido, cuyas credenciales no garantizan resultados de corto plazo. En si, toda una anarquía y desorientación en tormo a nuestra única y principal industria, venida a menos de manos de directivos incapaces.
Los que deben dar un paso al frente y asumir la responsabilidad en toda esa catástrofe que hoy ensombrece nuestra industria petrolera, no son otros que el ministro de petroleo y el presidente de PDVSA, quienes ya acumulan 13 meses de fracaso y destrucción en su haber. Pero no nos hagamos ilusiones, ya que no habrá acciones de cambio, ni menos consecuencias para ellos, como no las ha habido tampoco con M. Quevedo, dado que a nadie en el gobierno madurista en realidad le duele Venezuela.