Durante la primera semana de Octubre Venezuela despierta sabiendo, que uno de lo activos de PDVSA en el exterior fue llevado a la quiebra, por el grupo de Leopoldo López, Juan Guaido y representantes de la extinta "mitocracia". Monómeros, la filial de Pequiven en suelo colombiano que antes de ser usurpada, no solo producía ganancias sino que se posicionaba entre las primeras empresas de [ https://www.aporrea.org/actualidad/a306623.html ] mejor desempeño del vecino país fue finalmente llevada a la bancarrota.
Dada la hecatombe financiera y social que envolvió a Venezuela luego de la pronunciada caída del barril de 2014, promovida por la falta de previsión de un gobierno incapaz, la corrupción desenfrenada y el inclemente gasto público que ha caracterizado la política de dadivas y utilización del hambre y la dependencia para control social desde el estado, se decide poner mano al oro y a ciertos activo solventes en el exterior para obtener fondos en divisas.
A medida que cedían los ingresos de PDVSA, las ventas de oro aumentaban, pero por la naturaleza del negocio, tenia sus altibajos, obligando al gobierno a poner mano a nuestros activos en ultramar.
Entre 2014 y 2016 se negocian sobre 241 toneladas de oro, con un valor nominal de mercado que excedía en total ~$9.000 millones. Pero no todo el oro vendido era el mismo que se encontraba registrado dentro de las arcas del Banco Central de Venezuela (BCV), sino que además había un volumen presumiblemente no declarado, dado que las cifras oficiales de BCV no concuerdan con las migraciones registradas en los mercados, postulando una brecha de cerca a 7 a 10 toneladas de oro entre dicho periodo. Pero mientras las sanciones arreciaban, el hambre de divisas se exacerbaba. Ya el oro no era suficiente para cubrir la creciente brecha en el ya decadente presupuesto Venezolano.
Hasta inicios de 2016 Citgo era una empresa solvente; sin deuda. Corporativamente, una relación deuda patrimonio de hasta 40% se considera en términos generales como una situación financieramente sana. Citgo para algunos posee un valor de $7.500 millones, mientras que para otros, como el suscrito, su valor real oscila en el entorno de $13.500 millones. Es decir, bajo la perspectiva del gobierno y PDVSA holding, era acertado llevar el nivel de deuda de dicha corporación hasta el entorno de $3.000, para el caso de un valor de $7.500, o $5.400 para el caso de $13.500 millones. De hecho luego de las dos transacciones de 2016 y 2018, la deuda total era de $2.900 millones en términos nominales y por lo tanto la situación de Citgo era aun saludable.
Lo que se le critica al gobierno y no a la dirección de PDVSA holding de entonces, fue la manera desproporcionada en la que decide finalmente arriesgar el control de Citgo al ceder una porción importante del control, por muy poco a cambio.
Es así como para 2016 el gobierno decide poner mano a la joya de la corona, colocando el 50.1% como colateral a la emisión de bonos por un valor de $1.400 millones con vencimiento 2020. Es decir, Maduro arriesga el control accionario (>50%) por menos de 20% del valor total. No hacia falta ser un erudito para saber que era una transacción nociva para el país y de allí que la asamblea nacional para entonces en manos opositoras, levantó las alarmas.
El desespero de Maduro; quien a la postre es el nivel superior de aprobación de la transacción, era el desplome de su aparato de demagogia y populismo sostenido a punta de gasto, en vísperas de un proceso electoral y crecientes sanciones. Es así como para 2017, el gobierno termina por comprometer el restante 49.9% a la petrolera Rosneft, en intercambio por un préstamo de $1.500 millones. Para entonces Citgo ya sostenía compromisos de deuda cercanos a ~$2.900 millones.
Juan Guaido y la Usurpación Adhoc:
Reconociendo dicho endeudamiento, es menester también reconocer que hasta 2018 y previo al autonombramiento de Juan Guaido, Venezuela había cumplido con sus compromisos de pago, a pesar de los constantes augurios de la bancada opositora y sus allegados, de un inminente incumplimiento de los compromisos de pago.
Sospechosamente en Marzo’2019, a apenas días luego de llegada la usurpación, Citgo asume una nueva deuda por $1.200 millones, supuestamente para financiar operaciones y gestión de deuda [ https://www.larepublica.co/globoeconomia/citgo-consigue-credito-de-us1200-millones-para-financiar-operaciones-y-gestionar-deuda-2845166 ]. Y decimos sospechosamente, porque la esencia de dicho préstamo era en realidad otra. El monto por el cual negocian devela que en realidad estaba dirigido a financiar el pago del Bono2020 por $913 millones que se vencería en Octubre del mismo año.
Difícilmente un remanente marginal ($1.200 - $913) de alrededor de ~$290 millones, pudo haber servido para financiar operaciones y gestion de deuda a la vez, en una corporación de $13.500 @ $7.500 millones, a tal punto que dicho remanente ni siquiera podría en realidad cubrir los costos corporativos (G & A) de Citgo.
A partir de la llegada de Juan Guaido y el grupo usurpador de PDVSA Ad Hoc, Citgo ha sido recurrente en los refinanciamientos de deudas, que no es más que operaciones de creación de deuda sobre deuda, donde se gastan varias decenas de millones en papeleos y donde los intermediarios pueden poner mano en comisiones de entre 2% a 6% del valor total negociado.
Al día de hoy, la deuda propia de Citgo ronda los $5.000 millones, mientras que enfrenta litigios por el orden de $7.000 millones, según "BancTrust & Co". Eso significa que bajo la sombra de la usurpación Lopez-Guaido-PDVSA Adhoc, se ha generado deuda equivalente superior a $2.100 millones en dos paños y prácticamente sin poseer capacidad alguna de pago.
Desde que en 2019 toma posesión la usurpación de la mitocracia ad hoc sobre Citgo, los resultados financieros han sido nefastos, mostrando consistentemente cifras en rojo respecto a las logradas previo a la usurpación. Debemos sin embargo admitir que es my probable que para el 3er reporte financiero de 2021, las cifras caigan en territorio positivo debido a: reintegros fiscales por $550 millones y el efecto de los elevados precios de los refinados en el mercado local, pero de ninguna manera por efecto de una mejor gestión. De hecho, la usurpación ad hoc no ha sido capaz de procesar a un nivel superior a los de sus predecesores, incluso ante mejor escenario de precios.
Los usurpadores han tratado de justificar su pésimo record aduciendo que era la consecuencia natural de las condiciones de mercado. Pero ni los precios del barril (excepto 2020), ni la demanda interna (excepto 2020), ni los resultados de las gestiones previas a la usurpación, ni la gestión de sus contrapartes en el mercado local, le dan la razón. De hecho, desde 2019-2020 Citgo fue la operadora de peor desempeño en dicho segmento dentro de los EEUU, habiendo mostrado la mayor caída relativa en su ingreso neto [ https://twitter.com/einsteinmillan/status/1423701639085572098?s=11 ].
Pero dichos resultados eran de esperarse, ya que el objetivo real detrás de la usurpación de Citgo, es llevarla a la quiebra, tal y como lo han hecho con Monómeros, para entregarla a los capitales que mecen la cuna; los capitales que están detrás de todo ese tinglado desde antes de 2017, cuando se comenzaba a tejer el plan conspirativo para poner [ https://twitter.com/einsteinmillan/status/1423701639085572098?s=11 ] mano a nuestros activos en el exterior.
No olvidemos que para 2017, la puja en los mercados sobre Citgo no solo apostaba, sino que aupaba el "default" en nuestros compromisos de deuda. Los mayores representantes de ciertos capitales de riesgo estaban a la caza de nuestra corporación en suelo norteamericano, de allí que la aparición de Luisa Palacios al frente de Citgo, no fue un hecho aleatorio, sino planificado con un propósito claro en mente; asegurar la entrega de nuestra corporación a las manos de dichos capitales. La aparición de Palacios en nuestra filial Citgo no fue coincidencia. Su nombramiento debió haberse anticipado como una amenaza, o por "lógica corporativa elemental", como un movimiento sospechoso; poco ético. Pero ni el gobierno de Venezuela, ni la directiva de PDVSA supieron o pudieron anticiparse. Es la desgracia de estar en las manos equivocadas, tanto del lado del gobierno, como del lado de una oposición igualmente ladrona, incapaz, antipatria y entreguista.
Lo que debe hacer Venezuela:
Algunos economistas han propuesto un intercambio de crudo por deuda, para dar cara a los compromisos de deuda que enfrenta Citgo en el entorno de $7.000 millones [ https://twitter.com/einsteinmillan/status/1452655394577334280?s=11 ], desde el espacio de las múltiples demandas y la gestión propia.
A nuestro juicio dicha propuesta es ilusa y no procede, dado que la corporación no genera suficiente flujo neto para amortizar deuda y a la vez garantizar de manera efectiva su propia operatividad, tal que genera ganancias para Venezuela. Seria sostener una empresa en suelo norteamericano, para pagar impuestos y sostener el servicio de la deuda.
Existen otras alternativas como por ejemplo combinar reducción de deuda mediante la racionalización de sus activos y estructura; incluido el desprenderse de algunos de ellos, conservando los más rentables, para luego poder enfrentar los compromisos remanentes. Para ello hace falta que Citgo regrese a PDVSA holding y expulse a los usurpadores de manera de poder integrar la cadena de valor, con cifras más amigables, pero reconocemos por asombroso que suene, que políticamente existen cuellos de botella.