La OPEP publicó las cifras oficiales correspondientes al mes de Diciembre’2021. En lo que respecta a Venezuela-PDVSA, no hubo sorpresa alguna, al mostrar un nivel real de 871.000/681.000 BPD; según fuentes directas/secundarias, muy lejos de lo que tanto el ministro de petróleo, como el presidente Maduro, habían vociferado y celebrado con bombos y platillos [ https://twitter.com/einsteinmillan/status/1483420067777888258?s=11 ].
Con dicho cierre, el promedio-año 2021 se ubicó en 636.000/554.000 BPD (fuentes directas/secundarias), con ingresos brutos que podrían estar en el orden de $8.300 millones, descontando lo correspondiente al consumo interno.
Es decir, aun en medio de un alza del barril de cerca del 400% desde Abril 2020 hasta el presente, al haber pasado de cerca de $17 a $84 cada barril, el juramento del ministro T. Aissami de producir 1.508.000 BPD solo fue satisfecho en un 42%, y a punta de importaciones y reciclaje de inventarios, no de mejora estructural alguna en su desempeño. El millón de barriles del ministro de petróleo resultó un juramento en falso, tal y como nosotros lo habíamos asegurado [ https://www.elnacional.com/opinion/el-falso-millon-del-ministro/ ].
Haber desaprovechado la oportunidad de cabalgar sobre un barril extraordinariamente elevado, en medio de un claro relajamiento de las sanciones de parte de EEUU, solo refleja el grado de improvisación y desconocimiento, de quienes hoy tienen la responsabilidad de dirigir la industria que debería estar proveyendo fuertes ingresos en divisas para Venezuela dada la conjugación de factores coyunturales que prevalecen desde prácticamente entrado el 2021.
Venezuela sigue sin actualizar sus cifras de taladros activos y el promedio’2021 reflejado en la OPEP sigue siendo 25 T/A, sin embargo las fuentes Baker indican que no existe ningún taladro de perforación operativo en ese país. En realidad PDVSA opera con equipos menores sus pozos particularmente en la FPO, donde por cierto se han multiplicado los accidentes, incidentes operacionales y derrames desde entrado Noviembre’2021, por el abundante grado de improvisación y poco respecto por la disciplina y apego a las normas de seguridad requerida.
Ya mirando hacia el 2022, es poco probable que puedan "sostener producción" a un nivel cercano a 1.000.000 BPD tal y como están; ni siquiera mencionar 2.000.000 BPD. El contar con unos cuantos operadores atomizados por la FPO y sacados de la manga, no sirve para lograr el objetivo que se trazan. Hace falta músculo tecnológico y capital que ellos no poseen. Es probable por el contrario que para el primer trimestre de 2022 ceda la producción.
No será posible elevar producción sustancialmente sin contar con seguridad institucional y jurídica, sin contar con personal calificado, sin poseer actividad de taladros de perforación, acceso a tecnología, logística y equipamiento, sin contar con seguridad en campo, y sobretodo, sin tener acceso a los recursos financieros necesarios.
No olvidemos que del total producido por PDVSA, cerca del 61% está representada por crudos pesados y extrapesados de la FPO y por consiguiente, la demanda de rotación operacional exige la entrada de al menos 1.5 a 2 pozos por día, solo para compensar la declinación natural de producción por cada millón de barriles producidos.
Pero ello no es todo. El importar tal volumen de crudo iraní (2.100.000 BPM o 70.000 BPD), para producir prácticamente lo mismo, es un mal negocio para PDVSA, ya que lo obliga a pagar en especies sobre 100.000 BPD, al considerar el diferencial de precios entre lo que recibe de Irán (condensado) y lo que entrega a cambio (Merey/mezcla pesada). En esencia, el ministro de petróleo quiso crear una ilusión de mejora que nunca existió y por el contrario, le podría estar originando un grave daño tanto al país como a PDVSA.
