Mercenarios del petróleo

Sin Resolución aprobada ni nada que se les parezca los grupos terroristas van actuando. Nunca les ha hecho falta logística y protección de terceros países cuando de impunidad se trata. Llevan adelante conflictos utilizando cualquier medio para hacer posibles las ahora llamadas guerras modernas de Cuarta y Quinta Generación. Han formado legiones de mercenarios y cada intento apunta a la creación de un nuevo modelo de combatiente. En el mismo terreno están las empresas privadas de seguridad: Black Water, uniéndoseles de América Latina: salvadoreños, chilenos y colombianos. Las nuevas relaciones internacionales se imprimen a la fuerza.

A esto se suman sus experiencias en Siria, Irak, Líbano y la misma Irán. Son lugares donde una vez trasladados estos combatientes de Al-Queda, Yihadistas, Dáesh, Estado Islámico, y toda esa locura tras la cual han estado los gobiernos de Estados Unidos, Londres, Francia y Arabia Saudita.

A esto se le suma el nuevo ingrediente; Canadá, vecina de Norteamérica. Ha entrenado a no menos de treinta y tres mil mercenarios y los ha puesto sobre el terreno en Ucrania. Nación constituida por cuarenta millones de habitantes con casi seiscientos mil kilómetros cuadrados, quienes mantienen con la Federación Rusa una frontera activa de casi mil novecientos kilómetros.

Mientras, Rusia el país más grande del planeta con mas de diecisiete millones de kilómetros cuadrados, y casi ciento cincuenta millones de habitantes, defendiéndose tras el anuncio de toda esta amenaza y habiéndolos combatido sobre el terreno en Siria ha desarrollado un poderosísimo avance militar, sumado a su desarrollo e independencia en hidrocarburos: petróleo y gas. Diariamente produce diez millones de barriles de petróleo siendo la mayor parte exportado. Sus colocaciones en gas van hacia un enorme compromiso en Europa por cientos de ramales en miles de kilómetros en tuberías, dependiendo algunos hasta en un 52% de sus envíos.

Como una interminable lista de quienes dependen del gas ruso tenemos: Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca, Estonia, Letonia, Lituania, Bielorrusia, Polonia, Reino Unido, Irlanda, Alemania, Ucrania, Moldavia, Rumania, República Checa, Eslovaquia, Hungría, Austria, Francia, Suiza, Eslovenia, Bosnia, Serbia, Bulgaria, Italia, Georgia, Turquía, Grecia, Albania, Maceo, Portugal, España.

De esa lista vemos a no menos de la mitad de toda Europa y muchos de ellos también miembros de la OTAN. Ósea que están en doble riesgo que desde el Kremlin sean severos con algunos.

Mientras en las rutas marítimas donde trabajan oleoductos, poliductos y gasoductos van siendo el trasfondo de todos los conflictos. Hablamos de Alemania con el embargo impuesto por EE.UU. al Nord Stream 2 el cual es el gasoducto de todo este conflicto. Mientras la OTAN que reúne a treinta poderosos países se han empeñado en seguir creciendo y adelanta la inclusión de Ucrania, otro de los principales puntos de la guerra.

Pero no toda la OTAN ni toda Europa desean incorporarse a la guerra, ni estar en el medio de este terrible conflicto el cual están decidiendo miles de mercenarios, pues con cada día que pasa se van agregando situaciones mucho más delicadas.

Hablamos de un pivote geopolítico. Un área geográfica importante para las potencias desde que Mckinder lo estableció, así lo aprendieron en Estados Unidos. Un sistema político cercado, desde el cual se ofrece un reflejo para ser global su alcance.

El "pivot área" de la visión global esta identificada en Eurasia. Innavegable pero históricamente conquistada en las batallas de quienes décadas atrás fueron caminantes y hoy ven que la zona esta a punto de ser un enjambre de ferrocarriles. Pues es un área de una intensa movilidad y sus proyecciones no lo alejan de lo anunciado pues privan finanzas y ejércitos en lo que podría ser a gran escala.

Mongolia con su antiguo y extenso imperio ha sido traspasado por Rusia, pero en ese "inner crescent" están atrapados Alemania, Australia, India, China y Turquía. —este último sueña con ser no menos que potencia pues viene de ser imperio— Pero ese mismo cinturón como lo es interno igual lo es externo —outer crescent— y en él están Inglaterra, Australia, Sudáfrica, EE.UU., Canadá y Japón —estos tres últimos lo que bien podríamos llamar: protobloques—

Por la razón que vamos a contar esta zona es ahora inevitablemente un área la cual abarca una gran región que involucra a no menos de la mitad de los países del planeta. Todos quieren llegar a ella. Todos desean desarrollar la huella de lo que han sabido hacer Oriente y Occidente: negocios, dependencia, ganancias y mercados.

La ambición particular en esta geopolítica mercenaria y de guerra en un Estado pivote el cual esta a punto de crearse es ver quien de todos estos nombrados lo van a controlar. Ese nuevo poder naval y el de un imperio moderno será el nuevo ciclo sistémico —Giovanni Arrighi— que nacerá para gobernar por lo menos un siglo más.

Anteriormente —finales de 1800— se pensó en las tesis del historiador y estratega naval estadounidense Alfred Thayer Mahan. Desarrolló la doctrina marítima en su libro The Influence of Sea Power upon History 1660—1783. Para la época de 1890 esto tuvo una enorme influencia para que Norteamérica creará una potente Armada.

Las relevantes influencias de Mahan fueron de tal calado que fue él quien para 1902 en un artículo titulado The Persian Gulf and International Relations por vez primera se conoce el término Medio Oriente.

Todo lo que ha seguido detrás del control de mares y océanos son las enormes reservas de petróleo a través de los medios de comunicación marítimos. Por eso la pelea de hoy es territorial, prueba de ellos es Rusia quien se va a quedar con Crimea y va cerrar el paso al conocido Mar Negro. Kilómetros abajo está el Mar Caspio, las quintas partes mundiales de petróleo del planeta.

En la zona del conflicto de quien ha originado la vía a una III Guerra Mundial —Ucrania—están unas muy ricas extensiones, importantes de una tierra llamada Tipo Cinco, tierras negras, muy productivas, contienen elementos orgánicos muy buenos con el tiempo de sembradío y se obtienen resultados de lo que allí se coloque a corto plazo y con buena calidad.

Es el área por donde los alemanes ya intentaron invadir a la Unión Soviética en la II Guerra Mundial. Lo hicieron por los mismos caminos que hoy se propone el triunvirato Ucrania, OTAN y EE.UU.

Esa zona ya era parte del territorio ruso solo que en la división de la entonces Unión Soviética en 1989 se desmembró y aceptó que ella y otras siete nuevas naciones formaran nuevos Estados. Pero esta es una zona estratégica y esta apenas ha desarrollado una parte de su plan.

Internacionalmente representan un objetivo codiciado trayendo consecuencias lamentables porque los Estados Unidos con su astucia, sin mover un soldado en el terreno, pero ya con bases cercanas han dominado, controlado la estructura de decisión de la OTAN.

Ahora han avanzado sobre el territorio ucraniano y desde allí desean balcanizar como lo hicieron con la ex Yugoslavia y dividir en partes a la Federación Rusa. Su segundo y codiciado enemigo a vencer es China con quién Rusia tiene unos once mil kilómetros de frontera. Por tanto, la pelea seguirá entre los mercenarios del petróleo…

Hasta más pronto…



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Miguel Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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