Hacia inicios de Marzo’2022, el ministro de petróleo; y a los efectos presidente de PDVSA, T. Aissami, dijo que PDVSA estaba preparada para producir 2,000,000 BPD para el cierre de año [Venezuela quiere producir 2 millones de barriles de petróleo por día - El Espectador de Caracas], añadiendo "estamos listos para ensanchar el horizonte de la industria petrolera, nos hemos propuesto este año llevar a PDVSA a dos millones de barriles por día, tenemos el plan, tenemos los recursos aprobados, tenemos la experiencia y tenemos la tecnología que además es soberana»...
Cuando ya el calendario apunta hacia el sexto mes del año, la producción petrolera Venezolana sigue no solo estancada, sino en franco retroceso, habiendo mostrado para el cierre del mes de Mayo unos 735,000/717,000 BPD versus 775,000/719,000 BPD al cierre del mes anterior, representando una caída neta de 40,000 BPD según fuentes directas [Einstein Millan Arcia on Twitter: "#PDVSA; producción cierre Mayo #OPEP directo/secundario 735/717 MBD vs nuestra proyección 766/694 MBD presenta una dispersión de 3.7% e indica una drástica caída de 40.000 BPD Abril-Mayo 2022. Cada vez más lejos de los 2.000.000 BPD ofrecidos por @TareckPSUV para cierre de año. https://t.co/PGm6RlgmIu" / Twitter].
Con dichos resultados, para poder lograr la meta prometida para fin de 2022 se requeriría aumentar producción cada mes a partir de Junio, unos 181,000 BPD más la compensación por declinación natural de un aproximado del 15% en volumen adicional, algo realmente inviable.
Mientras ello sucede, nuestra cesta Merey se cotizó durante el mismo mes de Mayo en unos $88.07 pb, mientras que la cesta de referencia OPEP en $113.87 pb, representando un diferencial de -$25.87 pb más los descuentos "spot". Tal y como explicamos en nuestro artículo anterior [Einstein Millan Arcia: Pdvsa de Ramírez a Aissami, así se destruye una industria petrolera - Emisora Costa del Sol 93.1 FM (costadelsolfm.org)], el impacto en divisas que se dejan de percibir por la pérdida de competitividad de nuestra cesta marcador es cada vez más descomunal. Lo inédito e indigerible de dicha situación es que la solución es sumamente sencilla, pero ellos no atinan, o no tienen interés en implementarla, probablemente porque sus verdaderos intereses quedarían expuestos.
Los Cuentos de Aissami
Es ya usual que T. Aissami saque debajo de la manga, una de esas falsas teoría de conspiración a las que tiene acostumbrada a Venezuela, cada vez que su gestión (o falta de ella) se encuentra en problemas. Esa es la manera de saber que las cosas andan mal en PDVSA. Las cosas puertas adentro no andan tan bien como pretende falsamente asegurar.
El ministro Aissami en esa misma alocución aseguró disponer de los recursos aprobados para incrementar producción, así como la experiencia y la "tecnología soberana" para aumentar producción. En realidad, posiblemente tengan algunos recursos abonados por la inusual alza del barril, pero evidentemente adolecen de la organización, la visión estratégica y, sobre todo de la tecnología y el conocimiento.
En primer lugar, dudamos que de esos recursos que por fortuna (o no) llegaron a las arcas de PDVSA, algo quede, dado que mucho de ello ha sido ya dilapidado en importación de crudos y gasolinas iranies, intermediación bancaria para sostener el tipo de cambio, pago de servicios de FFHH iraní y regalos a los aliados cubanos entre otros.
En segundo lugar, no abunda en lo que queda de los restos de PDVSA, ni la tecnología soberana, ni la experiencia, como mal asegura el ministro La prueba más evidente es el considerable aumento de noticias que involucran una creciente presencia e intervención iraní en las distintas operaciones de PDVSA, desde refinación y mercadeo, hasta producción.
Futuro Incierto
En las manos de Tareck y Asdrubal el futuro de PDVSA es incierto. Aun en medio de un alza histórica del barril, en un ambiente de relajamiento de hecho de sanciones, nuestra industria no solo hace aguas, sino que se está degenerando rápidamente.
Lo más desafortunado es que está dejando pasar el tren de elevados precios del barril. Un barril que; contrario a lo que algunos opinan, podría derrumbarse de un momento a otro, ante la destrucción de demanda que se está percibiendo, motivado a un ambiente recesivo en las principales economías del orbe. Tan solo entre Marzo y Abril el perfil de crecimiento global fue revisado hacia abajo en 0.7% de 4.2% a 3.5%. Dicha desaceleración es proveniente particularmente desde Europa (incluido UK), Japón y EEUU, quienes registran un nivel de inflación inusualmente elevado que sin duda alguna pasará factura.
Con un barril criollo que durante 2022 ha promediado cerca de $74, resulta inaudito que nuestro país, proyecte percibir para cierre de año apenas alrededor de $12,000 millones brutos (en el mejor de los casos), luego de descontar costos por consumo interno. Es inaudito que se estén entregando activos y operaciones tras bastidores amparados por la oscura ley antibloqueo, sin que la nación conozca los detalles, cuáles son las condiciones y cuales los beneficios para el país. Sin conocer quienes en realidad están detrás y si es o no conveniente para nuestros únicos y soberanos intereses.