La energía por nacer

El sonado caso de energías alternas o lo mismo que alternativas frente al petróleo no han sido de fácil aplicación. En la reciente pandemia (2020—2021 y 2022) los fondos públicos de los pensionados del estado de Nueva York fueron negados a grupos que llevarían adelante inventivas en torno a estas.

Las nuevas energías y su responsabilidad han sido encomendadas a la Corporación Tesla, razón por la cual muchos se enriquecieron tras la reciente crisis mundial de la pandemia. Y algunos se volvieron tan millonarios que las energías alternas han quedado en manos de corporaciones privadas las cuales han duplicado sus patrimonios llegando a triplicar sus costos para obtener grandes beneficios. Algunos han amasado tanto dinero que han anunciado la compra de Twitter por cuarenta y cuatro mil millones de dólares.

Ciertamente existe la domótica, cuando entras a casa las luces se encienden y cuando sales se apagan automáticamente, con esto se puede ahorrar, también hay paneles solares, más otros descubrimientos impresionantes como carros eléctricos, híbridos de gasolina con autonomías impresionantes.

Francia estrena un vehículo con autonomía de más de mil kilómetros. Su tanque de gasolina se combina con una bobina, cuando se usa mecánicamente su combustión va recargando su bobina, para luego andar con la energía producida.

En Alemania hay vehículos impresionantes de gran autonomía movidos por hidrógeno. Son modelos de BMW. Otros modelos consumen un litro de gasolina y ganan un desplazamiento de sesenta kilómetros.

Por eso en Venezuela tenemos que ir a la creación de un centro de investigación orientado en estas nobles tecnologías. Primeramente, en el país debe ser una estrategia primordial el ahorro de gasolina.

Teherán está situada después del Golfo Pérsico, tiene objetivos de desarrollo que van impactando las cuarenta y ocho naciones de Asia. Su conglomerado de industrias se sitúa en grandes parques industriales con cientos de empresas donde está el mayor desarrollo científico conformado por ingenieros y científicos trabajando en aportes en medicinas, fármacos, industria espacial y energía nuclear.

Hacia esos desarrollos de creación debemos ir, ejemplo de esto son los grandes parques industriales como los de Irán, igual existen en Estados Unidos, también los tiene la Federación Rusa, igual que los existentes en India y China. Es innegable, poseen marcas, mercados, rutas, y tienen equipos únicos hechos por ellos.

La OPEP son catorce países más otros diez que conforman la OPEP—PLUS, aun cuando muchos desconocen la fortuna que hay en ellos, entre lo más importante es que tienen el 85% del petróleo que hay en el mundo y de esto Venezuela tiene el 24%.

Imaginémonos las alianzas que puede hacer Venezuela con esas corporaciones, podemos crear un Centro ingenieril de investigación donde puedan fabricarse equipos, componentes para ser usados en todas las industrias OPEP y OPEP—PLUS. Hablo de patentar equipos, componentes mecánicos y electrónicos, piezas de tornillos, pernos, válvulas, repuestos para torres catalíticas, enfriamiento y refinación. Tuberías flexibles y de perforación, oleoductos, poliductos, gasoductos.

Necesitamos miles de componentes para ser utilizados en las industrias petroleras y gasíferas. Los anunciados cambios de las diversas energías que sustituirán al petróleo y gas no vendrán tan pronto. Y por más pequeño que sea cualquier tornillo, rosca o tuerca debe tener su ingeniería y resistencia pues las temperaturas sobrepasan en algunos casos hasta los mil grados centígrados.

Imaginarse lo que sería un centro de investigación en el cual se crearán patentes de equipos, rotores, hélices, motores, partes tecnológicas, suiches, componentes electrónicos, computación, todo en equipos multidisciplinarios conformados por los nacionales de crudo como del gas. Con inversiones y créditos llegaríamos a tener los mejores científicos.

Cuantas cosas pudiéramos comprar y cuantas crear, entraríamos a un gran nivel de desarrollo. La gran ostentosidad de recursos haría simplemente voltear la forma mantenida hasta ahora de pensar, para replanificar, proyectar un futuro en el presente de la industria petrolera mundial y venezolana.



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Miguel Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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