En las valijas del petróleo hay un crudo rico y un bitumen pobre.

A esta hora nadie va a perder la razón por Joe Biden pues cualquier acuerdo se esfumó, justo a quien quiere imponer al planeta que todos lo sigan en su demencia tras haber declarado atolondradamente la guerra a Rusia se queda solo como las celdas en los hospitales psiquiátricos. Y en estos tiempos, un arrebato no es cuestión de locura, eso queda para unos cuantos poetas sensatos.

En esta larga guerra Estados Unidos es un estímulo de errores mundiales y sin al menos un poco de sindéresis internacional da cincuenta y seis mil millones de dólares a Ucrania mientras irresponsablemente arriesga al planeta a una tercera guerra mundial, mientras que para África ni un peso.

Sin embargo, los países productores juegan limpio, el gobierno del Norte pone zancadillas y entre otras cosas oculta lo que todos debemos conocer que su territorio cuenta con ciento treinta y cinco refinerías sin incluir CITGO propiedad de la nación venezolana a quien le mantiene la aplicación de sanciones, leyes e interdictos por haberse planteado como interés nacional extender su sistema refinador.

Cuando los exmandatarios de México Fox y Calderón —socios de la Casa Blanca y miembros de la CIA— manejaban más de quinientos mil millones de dólares, dejaban acabar con el chantaje de culpar a los trabajadores de PEMEX, toda su infraestructura petrolera justo cuando el mercado daba posibilidades de crecimiento.

Pero a pesar de las advertencias, México, como estrategia de su mandatario Andrés Manuel López Obrador construyó la más moderna de las refinerías en su territorio exactamente en la región de Tabasco. Área muy castigada por los dos anteriores mandatarios pues López Obrador nació en Tabasco y la estrategia fue hundir al candidato y con él todo el apoyo de su territorio el cual le profesaba un inmenso apego.

Ahora Tabasco estrena la moderna refinería Olmeca la cual tuvo un costo de dieciséis mil millones de dólares. Esto justo cuando el precio del barril se disparó y México comenzó a recibir producto del conflicto Ucrania—Rusia trescientos treinta y cinco mil millones de pesos extra los cuales significan diecisiete mil millones de dólares.

Y es que el mandatario Andrés Manuel sin dudarlo desde el primer día de su gobierno le apostó al petróleo. Redujo la fuga de combustible por efectos del contrabando en un ochenta y cinco por ciento, esto a solo semanas de su mandato.

Aun cuando en Colombia vemos que Gustavo Petro lo niega a solo días de comenzar su mandato. En nuestra opinión un error el cual sepulta desde ya cualquier renacimiento en esta sensible área a posterior. Ojalá Petro y otros vean como solo en México desde mayo hasta julio del 2022 recibieron el impresionante monto destacado en líneas anteriores.

También hay que ver los errores de quienes negaban el petróleo desde EE.UU., Europa y Canadá, y hoy buscan aceleradamente que sus proveedores sean los enemigos de ayer. A pesar que todas las grandes potencias tienen refinerías, —China, Rusia, India, Canadá, EE.UU. —algunos de estos como EE.UU. se dedican a hostigar a quienes las desarrollan.

El conflicto Ucrania—Rusia, ha elevado el precio de la gasolina, pero esta no debería encarecer los costos de la vida diaria, pues sus consecuencias serán cada vez más devastadoras. Y no deberían elevar los costos de productos sensibles pues la industria debe soportar cualquier bemol en sus mercados, aun cuando las actuales notas sean de las más discordantes en el ramo de las maltrechas relaciones internacionales.

En medio de este conflicto, permanecen intactas las fabulosas zonas como las del fondo en el Golfo de México y la Faja petrolífera del Orinoco en Venezuela, ambas inmensamente ricas en petróleo.

Todos hasta los más pequeños hoy son importantes para estabilizar el mercado mundial por eso inversiones como las de Uzbekistán pueden tomarse como ejemplo de su extensión cuando sus intereses vuelan desde China a la India y de allí a Rusia donde en este último país los precios del petróleo y gas que se encuentran por las nubes benefician a su economía. Muchos advirtieron la locura que significa meterse con Rusia, pero pocos la oyeron.

Sin embargo, Putin advirtió a los países del G—7 conformados entre Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido y EE.UU. que el Rublo se posiciona como la moneda más fuerte del planeta dejando atrás al dólar y al euro, y todo se da mientras sus mandatarios siguen abusando de su alcohol y otros vicios.

El precio del petróleo le da a Putin un ochenta por ciento de aceptación mientras Biden lleva un cincuenta y ocho por ciento, pero de rechazo apenas en la mitad del 2022. Se espera que al salir derrotado en las elecciones de mitad de periodo de noviembre del mismo año su fin estará señalado con gravísimos inconvenientes para culminar su mandato.

El rechazo sigue como muchos lo advirtieron y las cosas para el Reino Unido marchan muy mal junto a su derrocado mandatario Boris Jonhson a quien más del setenta por ciento de la población lo odia y esto le valió su destitución y renuncia de sus ministros. Mientras estos acontecimientos se aceleran la Francia de Macron cae en la ingobernabilidad.

Por eso, a un lado de los Campos Elíseos, Macron lanza al rostro de un desvencijado Joe Biden que los saudí apenas van a elevar su producción en unos ciento treinta y cinco mil barriles diarios, pero en un plazo no menor a tres meses, esa es la mayor bofetada del mandatario galo por el tamaño lío en que han sumergido a su nación. Un Biden desencajado lo increpó diciéndole vamos a hablar adentro mientras Macron le restregaba de nuevo que Arabia Saudita no le iba a dar más petróleo.

La situación política para el mandatario norteamericano no es el desenlace de las series de Netflix cuya propiedad recae en Barak Obama. La tragedia norteamericana tiene peor rostro que las masacres que a diario se dan en su extenso e incontrolado territorio donde se respira secesión, división y muchos más muertos. Los daños serán inmanejables, como el caso de millones de migrantes que a diario llegan a su territorio en todas las formas inimaginables, solo mexicanos superan la astronómica cifra de cuarenta millones es decir ya son la primera minoría étnica.

Unas maletas disimuladas están arregladas en la principal residencia y hasta los perros de raza pastor alemán Champ y Major ya están cerca del helicóptero presidencial. Y el consejo que le diera su padre pareciera que el Alzheimer lo ha hecho trizas; Any time you get knocked down, champ, get up!. ¡Siempre que te derriben, campeón, levántate!