Nuestra óptica del petróleo ruso

La actual óptica del petróleo ruso nos aterriza en la nueva etapa del conflicto atravesado con Ucrania desde el 2015 y recrudecido a partir de febrero de 2022. Su estrategia es defender los altos precios por intermedio de la OPEP—PLUS y recortar la producción. También evita una confrontación mayor con toda la OTAN. Su producción diaria asciende a más de diez millones de barriles de petróleo por día aparte de sus inmensas colocaciones en gas, armas y cereales.

Esta dura realidad podría pasar de un riesgo intermitente a un periodo en el cual se paralice la producción mundial de crudo. Aun cuando sus ventas van situadas en circunferencias en torno al Asia, la India se perfila como uno de sus más sólidos socios. Asia la zona de cuarenta y ocho grandes países será el área de sus colocaciones y esto lo aseguran sus demandas como lo extenso territorialmente a la hora de sus inversiones.

Sin dudas India es un gran comprador como competidor extenso. Su población supera los mil cuatrocientos millones. Tiene no menos de ciento cincuenta bombas nucleares considerándose muy letal para la guerra al momento del empuje de otros conflictos. Su población castrense asciende a doce millones de efectivos y doce millones más permanecen en reserva. Su crecimiento anual solo en textiles ocupa un diez por ciento. Para la Federación Rusa son compradores seguros y han conseguido en sus relaciones de seguridad y defensa hacer un frente a su favor, cosa muy contraria a Norteamérica. El mismo modo de integración se asemeja al desarrollado con China e Irán. Es decir, hay vínculos importantes a la hora de decidir a favor de un área multicéntrica, multipolar. Van por una nueva economía la cual haga contrapeso a Estados Unidos.

Sin embargo, sabiendo todos que su principal enemigo es la Casa Blanca deben sobrevivir sin problemas y más si India decide hablar de tener independencia económica para comprar crudo a quien lo desee. Un nuevo tipo de diplomacia se tiene presente, pero frente a esto hay que decidir, tener cuidado, advierten en el juego de las relaciones internacionales una posición distinta que no niegue a Estados Unidos y que Rusia ponga más claro cómo intenta negociar en medio de este escenario regional.

Un paso importante sería un escenario a favor de Rusia y en contra de Estados Unidos. Aunque el juego va en viceversa muy pocos provechos han optado por cambiarse en el área internacional, pues esta requiere más pruebas para notar que la situación pueda haber cambiado. Aquel exclusivo poder monolítico cuando las decisiones se imponían en medio de la Guerra Fría en nada ha cambiado, asistimos a una guerra friísima.

Pero hay pasos que debemos entender en aquellas relaciones internacionales vividas tras el conflicto con Ucrania como la guerra financiada desde Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait las cuales no significan exactamente que van a tener que cambiar de órbita o que su pensamiento giró ciento sesenta grados o que todos a esta hora vamos en contra del imperialismo Norteamericano, no, pues son las mismas relaciones internacionales las cuales no han cambiado y la confianza de las potencias siempre girará hacia la intimidad de sus intereses. En política no hay ni buenos ni malos, solo hay intereses.

La bidireccionalidad entre socios por sus provechos no se ha acabado. Mientras a los países más pequeños les cueste la integración sus beneficios políticos sufren caminos de obstáculos al llevar tras de sí más ataques y abusos como los cometidos por Europa después de la Segunda Guerra Mundial en contra de la India.

Después de la invasión de los nazis a Europa se dejó más poder a esos países para que invadieran con más violencia a Asia, África, Irán y Corea. Sus abusos y atropellos hacia la población civil todavía son inimaginables.

La situación vivida en buena parte de estos países ha sido por culpa del periplo de intromisión en guerras las cuales no se han detenido durante todo el siglo pasado y parte de este las cuales a la fuerza deciden el futuro de otras naciones.

Hoy fueran otras naciones, tuvieran otra vía, otro pensamiento, menos traumas en su institucionalidad si no hubiese sido por la permeabilidad abusiva de Europa y Estados Unidos. India también siente que después de la guerra de Afganistán donde hubo un gran desorden y corrupción por parte del ejército norteamericano, hoy esas tropas han sido movilizadas para cercar a China, por eso India siente que los grandes enemigos en el orden geopolítico de Estados Unidos son Rusia, China e Irán.

Por eso la Federación Rusa pelea. Desde Moscú apuestan a un quiebre geopolítico del mundo tradicional el cual de no cambiar va a ser mucho más irreparable en los años que vendrán. Necesariamente debe asumirse una posición distinta. Ahora, India es un importante socio de Rusia y de China en los BRICS, —economías emergentes—, es decir, existen factores y condiciones para la firma de nuevos acuerdos en sus monedas: rublos, yuanes y rupias, más tratados y nuevas comisiones, entre otros trabajos que bien pudiesen adelantar antes de comenzar la década del 2030 y que vayan orientados a un mejor momento tras las más de diez mil sanciones en contra de la Federación Rusa. Este es el momento de adelantarse.

Es decir, la diplomacia rusa necesariamente ha tenido que dar frutos, concreción, acuerdos y respaldo en este delicado momento porque la guerra impone cambios y acelera la rémora de los obstáculos y Nueva Delhi y muchos países sienten que el planeta podría estar cruzando el umbral de la Tercera Guerra Mundial tal cual como lo ha anunciado Jon Biden, y los movimientos que se perciben desde la OTAN quieren tratar por todos los medios de cercar a Rusia para poder destruir los objetivos de China, Irán e India.

La mirada sobre Taiwán y Hong Kong por parte de Norteamérica sigue siendo de intromisión, abuso dentro del marco y equilibrio de las relaciones internacionales y al igual que en India necesitan crudo. Sus empresas petroleras y gobiernos demandan una economía con seguridad en importantes y colocaciones. Esto los precisa sin importar la situación que esté viviendo Rusia porque también arriesgan su impacto de seguridad y ambiciones geopolíticas.

Conversar y llegar a acuerdos con su enemigo —Estados Unidos— quien está atacando y sancionando a su principal socio —Rusia— indudablemente marca una huella dentro del escenario internacional. Quizás prevé en su posición ayudar a servir de equilibrio, estabilidad, mirada que quizás Estados Unidos no oiga, pero ver y probar lo que significa el riesgo que hace India, y hasta donde va a llegar la Federación Rusa marcan un equilibrio económico en las relaciones internacionales y en la misma geopolítica global.

Hasta más pronto…



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Miguel Jaimes

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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