Como un ejercicio de soberanía regional, podemos calificar la reciente decisión tomada por el pueblo de la mancomunidad de Dominica en el marco de la visita que el primer mandatario nacional, Hugo Chávez, realizara en este mes de febrero de 2007 a la hermosa isla caribeña; quien en una breve pero significativa visita a esa mancomunidad sostuvo también una reunión con el gobierno insular de San Vicente, quienes soberanamente también se sumarán al Proyecto de Integración Regional que impulsa Venezuela con sus hermanos de la Región. Al respecto, cabe destacar el recibimiento del que fuera objeto en la hermosa y mancillada Haití (a la cual le debemos tanto), el Líder de la Revolución Bolivariana en el marco de su gira continental que finalizó recientemente; manifestación que como sabemos, nunca antes había expresado ese noble pueblo a mandatario alguno, lo cual evidencia lo acertado de nuestras políticas hacia nuestros hermanos regionales y el amor y amistad que ambos pueblos profesan en la seguridad que, sus gobiernos consolidarán y revalidarán el compromiso histórico de unidad para la liberación nacional.
El jefe de la Revolución Bolivariana y Socialista, fue recibido con honores militares en el aeropuerto Canefield, de la Ciudad de Roseau, por el primer ministro, Roosevelt Skerrit, consolidando en esta gira (mediante suscripción de una Declaración Política), la propuesta que hemos denominado ALBA, Integración Alternativa Bolivariana para la América, cuya iniciativa ocurrió primigeniamente en la Cumbre Energética convocada por el Presidente Hugo Chávez Frías en el 2005 y que fue respaldada en esa ocasión por 14 de los 16 representantes de los países asistentes quienes con su presencia dijeron NO a la dependencia secular y decimonónica.
La disidencia, por demás predecible, de Trinidad y Tobago en su “enfermiza” e histórica postura “antivenezolana” por un segmento de la clase dirigente de esa nación, arrastró a Barbados en esa oportunidad a los fines de no suscribir tan significativo Acuerdo Liberador. La verdad de ello no es otra cosa que el ansia desmedida de un pequeño pero poderoso sector de la clase política en esa Isla caribeña, vinculados a la raíz colonizadora; quienes continúan repitiendo el mismo discurso, dada su relación de intereses políticos y económicos de representación en la Isla.
Ellos siempre han buscado a todo evento -al igual que la dirigencia nativa en Barbados-, perturbar nuestras relaciones en el seno de la CARICOM (aun cuando en esta ocasión no tuvo el efecto deseado por ellos), en otros momentos dentro de la comunidad anglo parlante caribeña, so pretexto de acusarnos de sub imperialistas para estimular la xenofobia étnica y así garantizar su influencia en su denominado “espacio vital”; infelizmente, terminaron cayendo en el juego sucio imperial de quienes desde los EEUU no acaban de entender que los tiempos de tutelaje y arbitrariedades son hechos del pasado que no volverán. En ese sentido, no podemos pasar por alto y dejar de destacar en mayúscula, como un abuso, la grosera e irresponsable comunicación que en perfecto inglés, hiciere llegar la Administración Bush a los honorables representantes de los gobiernos amigos del Caribe que tuvimos la honra de atender en la hermosa ciudad de Puerto la Cruz, importante bastión del proceso de cambio que vivimos en el país. Les mandaron una misiva cuales “amos negreros”, que ordenan y la servidumbre obedece como en su “gloriosa” época de la negritud algodonera. Más no fue así. El plan imperial una vez más se les vio impedido por la razón y el ejercicio de la dignidad y soberanía por parte de los hermanos caribeños.
Ahora bien, más allá de las cuestiones que se manejan en los entretelones políticos de estos eventos, es preciso que destaquemos en el presente ensayo, los logros previstos a ser alcanzados en el corto, mediano y largo plazo desde el Acuerdo Energético denominado Petrocaribe.
Ello lo hacemos como una manera de darle respuesta a la irresponsable habladurías de los “expertos” petroleros en nuestro país y fuera de él, quienes caricaturizan y mienten tras una verborrea de conceptos e ideas que aturden a la gente común (que ni ellos mismos entienden), a los fines de consolidar una histeria mediática perturbadora y golpista.
* El documento en su contenido claro y transparente, define a Petrocaribe, como, un Órgano facilitador de políticas, planes energéticos, dirigidos a la integración de los pueblos caribeños (es decir todos nosotros), mediante el uso soberano de los recursos naturales energéticos en beneficio directo de sus pueblos y no de los grupos trasnacionales del petróleo (subrayado nuestro), quienes en su voracidad capitalista empobrecen a los ciudadanos que son parte integrante de cada una de nuestras naciones.
* Así mismo, Petrocaribe contará con un Consejo Ministerial integrado por los Ministros de Energía de cada uno de los países que suscribieron el Acuerdo quienes se reunirán una vez al año; disponiendo de una Secretaría Ejecutiva que será ejercida (subrayado nuestro, potestad del país proponente y anfitrión), por el Ministerio de Energía y Petróleo de la República Bolivariana de Venezuela, teniendo como funciones principales entre otras: gerenciar y administrar directamente los asuntos de Petrocaribe; asegurar la ejecución y hacer seguimiento de las decisiones adoptadas en la Conferencia Ministerial y, someter a su consideración los reportes y recomendaciones correspondientes.
Por tanto es falso (subrayado nuestro), que el gobierno bolivariano esté utilizando su potencial energético para chantajear o poner al servicio de fuerzas distintas de la democracia y la libertad, un instrumento político de dominación. Antes por el contrario, quienes piensan y acusan en esos términos, son los mismos que cuando ejercieron funciones gerenciales dentro de PDVSA o para agencias al servicio de sus amos extranjeros, adecuaban las políticas comerciales de la Industria venezolana en función de las estrategias, programas e intereses de las corporaciones privadas del petróleo; fuesen estas, occidentales o árabes.
* Como quiera que Petrocaribe se encuentra inscrita en el marco de nuestra propuesta liberadora para el mundo, que hemos denominado ALBA en contra posición al ALCA opresivo del neoliberalismo, entonces y a los fines de contribuir con el desarrollo económico y social de los países de la Comunidad del Caribe, se constituyó el Fondo ALBA-Caribe, cuyo fin es, financiar Programas sociales y económicos, con aportes provenientes de instrumentos financieros y no financieros; contribuciones que acuerden las partes que lo integran surgidas de la porción financiada con base a la factura petrolera y los ahorros producidos por el comercio directo. En otras palabras, la Revolución Bolivariana no tiene como razón de estado la visión mercantil y economicista como fin último.
* Antes por el contrario, de lo que se trata es que, los propios gobiernos se vean obligados a direccionar recursos que garanticen la consecución de los objetivos sociales para satisfacer las necesidades de su propia gente; por esta vía, si se quiere ver así, se estaría democratizando el capital, que también podría ser entendido como una versión no ortodoxa de la socialización de la economía. Como quiera que nosotros somos los proponentes y dado que los demás signatarios en los actuales momentos no cuentan con los recursos a tales fines, no obstante y dando el ejemplo, Venezuela de inmediato activa el Fondo mediante un aporte equivalente a 50 millones de dólares.
* Para que no queden lugar a dudas de la voluntad democrática e integracionista del Gobierno Socialista y Bolivariano, se crea también, una filial de propósitos especiales que en lo adelante se denominará PDV-Caribe; cuyo objeto inmediato es garantizar transporte necesario y suficiente para cubrir los compromisos de suministro, siendo que los fletes que resulten de esas operaciones de transporte, se cobrarán al costo. Ello redunda inequívocamente, en un ahorro sustancial a los países signatarios del Acuerdo. En otras palabras, petróleo barato para la gente y por tanto, una incidencia favorable en todas las aristas de la economía en esos países, que se traduciría en mejores servicios hospitalarios, mayor producción en la economía general, acceso a los servicios básicos, transporte masivo popular, información y educación para todos.
* Para que no duden respecto de la voluntad integradora y democratizadora de esta propuesta revolucionaria, la Empresa PDV-Caribe, propondrá planes de formación permanente destinados a fortalecer los cuadros profesionales en nuestros países a objeto de garantizar entre otros, un mejor uso racional de los recursos energéticos convencionales y el empleo eficiente de la energía alternativa y renovable. Todo ello, sería adicional a los anteriores Acuerdos sucritos en materia petrolera y energética como el Acuerdo de San José o el de Cooperación Energética de Caracas (ACEC), donde la República Bolivariana de Venezuela se compromete a extender facilidades a los países del Caribe de menor desarrollo relativo, con base a las cuotas que establezcan bilateralmente.
* Como quiera que se tiene previsto la posibilidad que el precio del barril de petróleo pudiere llegar a los 100 dólares americanos, en caso de que ello ocurriere, se contempla financiamiento que oscilan entre 30, 40 y hasta un 50%; extendiendo el período de gracia (en el marco del Acuerdo de Caracas ACEC), de uno a dos años y en el caso de pagos a corto plazo, períodos de 30 a 90 días.
* A ello debemos agregar que, a los fines de estimular la economía interna nacional, podrán ser adquiridos productos venezolanos a precios preferenciales; así como, bienes y servicios que sean previamente determinados u acordados y que por su naturaleza, estén afectados por políticas comerciales de los países ricos.
En ese sentido, el Jefe de la Diplomacia Nacional destaco que dicho Acuerdo supera en creces los anteriormente suscritos permitiendo a los países integrantes de este nuevo Acuerdo, ahorros hasta de 6 dólares por barril de crudo y derivados de éste.
A la luz de esta revisión somera de tan trascendente Acuerdo y visto su contenido, podemos comprender (subrayado nuestro), por que algunos integrantes de las dirigencias político económicas; representantes de las burguesías locales y agentes del gran capital trasnacional en cada uno de nuestros países, han puesto el grito al cielo y a todo evento buscan sabotear (e incluso procurar el aborto del digno hijo), pues una vez concretado éste más nunca podrán utilizar (al menos en este sector de la economía), el petróleo y sus derivados tanto para enriquecerse avaramente a costilla de la miseria y sufrimiento de las grandes mayorías, como también ejerce –de hecho lo hacían- presiones políticas a objeto de garantizar sus mezquinos propósitos. Esa es la razón verdadera del saboteo que incluso desde la administración Bush nos hacen.
De allí, que el respaldo ocurrido (en aquella oportunidad bajo la inteligente y significativa presencia del estadista antillano), amigo de Venezuela y de todo el Caribe a la propuesta del Líder Bolivariano, no dudamos en calificarlo de hito histórico; siendo que la lectura correcta de la suscripción del Acuerdo Energético (ahora con especial énfasis en el gas), no es otra cosa que una clara bofetada y un NO rotundo a la agenda agresora e intervencionista de quienes pretenden mantener su bota oprobiosa en el suelo patrio y todo el Continente, para continuar perturbando el destino inexorable de libertad política; de desarrollo social y ahora más que nunca económico; de unidad y ejercicio de soberanía; pero también de integración, de los pueblos hermanos en el hemisferio, en esta hora menguada de la humanidad.
Hoy es en el Caribe, ayer fue en el Sur con la propuesta integradora a través de Mercosur; sin obviar claro está, el Pacto Andino. Todos ellos, son ejes fundamentales del nuevo discurrir histórico del Continente.
La materialización del inicio de una Estrategia Geopolítica de “nuevo tipo” (que no la criminal visión intervencionista y negadora de la soberanía), es un evento que nos compete a todos como hijos de naciones libres, soberanas e independientes y es así como, debemos asumir el apoyo por parte de los Dignatarios Caribeños y demás naciones quienes junto al Presidente Hugo Chávez, suscribieron ayer y suscriben hoy, el Acuerdo de Cooperación Energética con base a Petrocaribe, estrategia geopolítica enganchada en un ejercicio del rescate de preceptos contenidos en el Ideario Revolucionario del Padre de la Patria. No en balde, Venezuela tiene en el Caribe, la mayor cantidad de Misiones diplomáticas y consulares respecto de otras áreas en el mundo.