Hoy, en medio de la crisis venezolana, muchos venezolanos de a pie ignoran qué es Citgo. Otros, creen que los norteamericanos andan defendiendo democracias y libertades per sé. Unos creen que los chavistas defienden la patria venezolana y otros creen que los opositores luchan por las libertades y contra comunistas. Todos imbuidos en dogmas, pero apartados de la realidad utilitaria, que es una lógica que permite decir que las democracias sirven, hasta que sirven. De lo contrario, se plantean alternativas.
Citgo es una empresa que refina petróleo y comercializa gasolina, lubricantes y petroquímicos en Estados Unidos. Tiene ocho refinerías y 60 terminales. Además de casi 15 mil estaciones de servicios. Esta empresa pertenece a Pdvsa, es decir, al estado venezolano. Comprada desde 1986 y garantizó por mucho tiempo que Venezuela vendiera su petróleo pesado en el mercado estadounidense. Esto garantizó ingresos en divisas al país, pero está en proceso de ser liquidada y perderse para siempre.
Cómo terminó Citgo en todo esto
En 2016, el gobierno de Nicolás Maduro, en medio de una crisis de liquidez, endeuda a Citgo. La deuda quedó 49,9 % en manos de Rosneft, una petrolera rusa y 50,1 % para los que tenían en su poder bonos PDVSA2017, recibieron bonos PDVSA2020. En esa época comenzaron a surgir demandas de empresas extranjeras que fueron expropiadas en el gobierno de Hugo Chávez y que no fueron compensadas. Estas demandas exigieron que Citgo fuese embargada y que es un proceso que continúa hoy.
En el fondo, los rusos quisieron cobrar su acreencia, ejerciendo la hipoteca. Querían quedarse con el 49,9 % de Citgo. Esto encendió las alarmas en Washington. Era impensable para los norteamericanos que los rusos tuviesen control de uno de los complejos de refinación y distribución de hidrocarburos, más importantes del Corredor Energético de Houston, Texas. Eso era un problema de seguridad para Estados Unidos.
En 2018, la oposición venezolana decide no participar en el evento electoral presidencial. Orientada desde Washington y muchos bajo amenaza de sanciones estadounidenses, aplicaron el boicot electoral con la promesa de la caída de Nicolás Maduro, de ipso facto. Lo que no ocurrió. De esa manera, EE. UU. y el resto de Occidente, declararon como ilegal el gobierno de Maduro. Seguido, un año más tarde, aparece un diputado de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, autoproclamándose como presidente interino, bajo el alegato de que no había gobierno legal y recibió el respaldo de 50 países. Guaidó dio un discurso de que se estaba liberando a Venezuela. Uno de sus primeros actos fue, cambiar la directiva de Citgo. De esta manera la empresa quedaba fuera del alcance de los rusos.
La alternativa útil
Hoy Citgo está en proceso de comenzar a ser liquidada. Antes, los factores de oposición que controlan la empresa, a través de PDV Holding, pudieron recuperar las acciones en poder de Rosneft Trading, es decir, de los rusos.
Washington pudo quitarse la amenaza rusa, con la colaboración de los opositores venezolanos. Sin embargo, en Venezuela, Nicolás Maduro sigue controlando Miraflores y Citgo perteneciendo a Pdvsa.
En el último giro que el mundo está dando, tras la distensión de Estados Unidos con China, el conflicto en el Medio Oriente y la necesidad de Washington de que Guyana aumente su producción petrolera, así como Venezuela vuelva a surgir como un proveedor seguro, Citgo es una de las últimas piezas del rompecabezas.
Entonces acá viene la experiencia utilitaria de la realidad. Esa, en que la moral es buena, si es útil.
Citgo se perderá sin más remedio, pero quedará conectada con Venezuela. Para Washington es más seguro así, sin riesgos de que los rusos entren a su país por esa vía. Ya se vio como un grupo de hackers rusos, en años anteriores, atacó al oleoducto Colonial. Es decir, Citgo seguirá procesando crudo pesado venezolano bajo otras condiciones. Ahora muchos deben entender por qué nunca hubo una intervención militar estadounidense en Venezuela, lo que se advirtió responsablemente en su momento.
Miraflores quedó bajo el control de Maduro, así que, para los norteamericanos, la alternativa es buena, si es útil. En medio de todo el proceso, desde las expropiaciones de Chávez, el endeudamiento de Citgo por Maduro y el interinato de Guaidó, por mucho tiempo, todos los bandos se responsabilizarán uno a otro de la pérdida, pero al final será retórica. Servirá para hacer catarsis en las redes sociales. Eso no detendrá el flujo petrolero en la práctica. En un mundo con el Medio Oriente en que ahora Irán se prepara para entrar en combate, Venezuela es necesaria y debe ser estabilizada y segura, para que el precio del petróleo se mantenga lo más bajo posible.
Nadie debe poner en duda eso, solamente hay que ver como el precio del dólar en Venezuela se está estancando, gracias a los ingresos de divisas que las petroleras están inyectando con las nuevas operaciones que están en proceso.