Un petróleo acostumbrado al conflicto

El petróleo ha quedado estacionado en el acostumbrado conflicto para que sus precios puedan avanzar hacia su desarrollo. Sin embargo, las muestras de cifras bajo un discurso de crecimiento en los mercados junto a sus marcadores son tranquilizantes a poco tiempo del 2025. Las cifras van indicando un relax de un 1,1% y una oportunidad para la extracción de Venezuela hacia el consumo asegurado en China. Aun cuando en el 2024 la demanda se situará en un 2,2%, son buenas las expectativas.

Como era de esperarse, China rompe su barrera y de considerarse una economía lenta, décadas atrás su consumo ha quedado claro; diecisiete millones de barriles diarios de petróleo. Un frente competidor para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) quienes a partir del 2025 consumirá el 43% de todo el crudo mundial, y será un 3% menos que lo proyectado para el año 2024.

Los recortes más duros fueron durante el desarrollo de la pandemia y esto sigue inquietando a occidente. No es el escenario que ellos desean. A esto se le suma que tampoco es bien vista la alianza Rusia—Arabia Saudita, y menos la de Irán—Arabia Saudita. En los dos focos está Riad, y esto supone una amenaza, más ahora que los saudí han puesto las cosas muy en claro frente a EE.UU.  pues de verse estropeado su mercado y dejar de producir unos nueve millones al día, esto conlleva a un crudo superior a ciento setenta dólares por tonel.

Ya los saudíes redujeron 8,5% en menos de dos años; 2022-2023 y han alejado sus perspectivas sobre una transición a otra energía. Para ellos lo más importante se da frente a sus costas en el Mar Rojo donde el precio del transporte de cargas se ha disparado en 173%.

Pero las consecuencias de este 173% de aumento repercute primeramente en EE.UU., quienes junto a Europa luchan ferozmente en contra de los Hutíes —Yemen—. En un año electoral, esto podría alargar la permanencia de Joe Biden en el poder, pero si las cosas salen mal los Demócratas se hundirán por lo menos hasta un poco más allá del 2030.

Los estrechos atlánticos están lo bastante alterados, y la circunferencia que sigue al Canal de Suez, de allí al Mediterráneo enciende las alarmas. Los envíos no llegarán y lo exorbitante que se esparcía en la Costa Este de Norteamérica a precios arreglados esperan la más feroz de las recesiones globales.

 

Hasta más pronto…



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Miguel Jaimes Niño

Politólogo. Magister scientiae en ciencias políticas. Doctor en ciencias gerenciales. Posdoctor ontoepistemología en geopolítica de las energías. Cursando doctorado en letras. Cursando Posdoctorado en literatura del petróleo en Venezuela. Libros: El oculto poder petrolero, apertura petrolera, poder de PDVSA vs. poder del estado. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Primera edición. Petrocaribe la geogerencia petrolera. Segunda edición. Director del diplomado internacional en geopolítica del petróleo, gas, petroquímica y energías – Venezuela. Director de la web https://www.geopoliticapetrolera.com

 venezuela01@gmail.com      @migueljaimes2

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