Las recientes elecciones internas del Partido Socialista Unido De Venezuela, donde se seleccionaron los candidatos para la Asamblea Nacional en la próxima contienda electoral del 26 de Septiembre de 2010, estuvieron marcadas por una numerosa participación de postulados voluntarios (3527) para los 87 circuitos electorales de Venezuela. Mientras la oposición realizó elecciones abiertas en solo 15 circuitos, donde votó una cantidad de 365 mil electores de la totalidad del REP. Los Dos Millones Quinientos Mil Militantes del PSUV, que depositaron su voto en las internas del partido es una cantidad significativa pues se trata de un proceso electoral que generalmente se caracteriza por la abstención. Lo que llama la atención es que solo 22 de los diputados en ejercicio que se sometieron a la decisión de la base psuvista, salieron electos. El sector adverso al gobierno del Presidente Chávez, ha tratado de descalificar el porcentaje de participantes del PSUV, lo que si es cierto es que ellos impusieron en la mayoría de los circuitos del país a los candidatos, mediante un llamado “consenso”, que no es otra cosa que los acuerdos de los “cogollos” que dejan a un lado la vocación democrática que dicen ellos tener. La verdad es que siguen siendo los mismos caudillos pero ahora los colores verde y blanco se mimetizan y pasan desapercibidos.
El cuadro electoral en estas elecciones internas del PSUV en el Estado Sucre, estuvo signado por el avasallamiento y el ventajismo, que viéndolo en profundidad desvirtúa el carácter igualitario y democrático que se le quiso imprimir a un hecho tan trascendente como abrir las puertas para que hubiese oportunidades de autopostulaciones como precandidatos para optar a la Asamblea Nacional.
Más del 60 por ciento de la militancia se abstuvo de ir a ejercer su voto, por ello los que utilizaron abundantes recursos y tuvieron una organización y equipos en los circuitos pudieron lograr el objetivo. Aquí se movió todo el poder constituido, todos los niveles, trabajaron en función de sus candidatos. No como tendencias o propuestas diferentes, sino como factores de poder que luchan por tener el control partidista y asegurar posiciones futuras como gobernadores y alcaldes en próximos desenlaces electorales.
Uno de los argumentos principales de los grupos de poder que salieron derrotados el 2 de mayo de 2010, es la dispersión de los votos por el número de candidatos que se lanzaron al ruedo electoral. Este argumento no tiene ningún peso, pues si se tiene liderazgo y medios de financiamiento, cargos públicos de relación directa con el pueblo, si se desarrolla parlamentarismo de calle, si se está en contacto permanente con el `pueblo, entonces una estructura electoral con un buen equipo garantiza el mensaje y permite llegar a los oídos y ojos de un importante número de militantes.
Lo que les pasó a estos grupos que ya venían desde el MVR, peleándose fuertemente, es que esperaban una selección a dedo de los candidatos, incluso tenían listos cada quien a los suyos para imponerlos desde arriba de la Dirección Nacional del PSUV. Hay temor en algunos directivos y representantes de “tendencias” de ser desplazados, actúan igual a la derecha, y dicen como Maquiavelo: “el fin justifica los medios”
Aquí ganó quien controló más votos por variadas razones que pasan desde compra de conciencia hasta trabajo en las comunidades. Pero otra causa de la derrota de esos grupos ya conocidos dentro del PSUV y el Chavismo, es que simplemente están desligados de la organización popular.
Las llamadas “tendencias” del PSUV, parece que se sumaron votos que no les corresponde legalmente. Hay que investigar e incluso pedirle explicaciones al CNE. Hasta ahora solo se publican los votos de los cuatro salidores ¿Cuál es el temor? La transparencia es honestidad. Publiquen todos los resultados. Un voto no es nada numéricamente hablando pero vale mucho cuando es un voto conciente.
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